viernes, 10 de diciembre de 2010

“Hiram Lowatt y Plácido: Los Ogros”, de David B. y Christophe Blain.

Tras la sorpresa que supuso “La rebelión de Hop-Frog”, el primer álbum de “Las aventuras de Hiram Lowatt y Plácido”, estábamos prevenidos ante la creatividad desplegada por el tandem creativo compuesto por David B. y Christophe Blain en su reinvención del Far West y esperábamos impacientes este segundo álbum. Y, en cierto modo, “Los ogros” no es un álbum tan original y sorprendente como aquél pero solo hasta cierto punto porque en otros aspectos lo supera .

El periodista Hiram Lowatt y su amigo el jefe de los Tonkawas, el taciturno Placido, acuden a una remota región del Yukon a dar un ciclo de conferencias. Allí son recibidos por el juez local quién les advierte de la seria amenaza de una tribu de indios, Los Cazadores de Fieras, que se atreven a asaltar a los blancos incluso en los núcleos urbanos. Sin embargo, Lowatt y Plácido pronto empezarán a desentrañar el misterio que guardan los imponentes y terroríficos lugareños que viven en los imponentes bosques del Yukon.

Como decía, “Los ogrosquizás no es un álbum que tenga las dosis de sorpresa que pudo producir la anterior entrega pero lo compensa con la excelente historia pergeñada por David B para construir un cuento gótico de terror más cercano al expresionismo alemán que a las convenciones del género western “Los ogros” es una historia de intriga y misterio sobre la condición humana en una curiosa mezcolanza de referencias que van desde un cuento gótico europeo como “La Bella y la Bestia” a las novelas de Jack London o Arthur Conan Doyle, punto de partida del que se sirve David B. para entretener al lector al tiempo al que orprende con las conexiones extrañas y desconcertantes que es capaz de imaginar .

A pesar de lo atractivo de esas premisas, el álbum se quedaría en poca cosa sin el talento gráfico desplegado por un Christophe Blain que convierte la tétrica ambientación de la obra a partir de tonos oscuros y trazos enérgicos y económicos en el verdadero hilo conductor del relato dando un giro de trescientos sesenta grados a la presentación estética de “La rebelión de Hop Frog” en la que los colores vivos e intensos aplicados directamente poca relación tienen con “Los Ogros”. Esa cuidada ambientación refuerza la caracterización de unos personajes hábilmente presentados aun cuando pueda parecer a primera vista que el estilo de Blain naif y descuidado no sea el más adecuado para una historia de terror. Sin embargo, conforme avanza, el discurso narrativo va ganando en intensidad y obliga a la imaginación del lector a rellenar con sus propios miedos las sombras que se esconden en lo más profundo del bosque logrando que poco a poco logre asuma el juego propuesto por el autor y se deje sobrecoger por su relato.

“Los Ogros” es un álbum intenso y emocionante que en su desarrollo recuerda más a las pautas de una tragedia operística que a las habituales y tópicas convenciones del Western capaz de sorprender al más descreído lector, y aunque es una lástima que la asociación David B.-Christophe Blain no siguiera ofreciendo nuevas obras ya que se trata de dos autores que se entienden a las mil maravillas resultando perfectamente complementarios los dos álbumes que componen esta serie se me antojan capitales para entender su posterior evolución pues muchos de los hallazgos estilísticos con los que Blain nos sorprendió en “Isaac, el pirata” ya se pueden encontrar en su plenitud en estos álbumes. En mi opinión, unos tebeos imprescindibles.

Sergio Aragonés, el rápido.


AH: Tienes la reputación de ser el dibujante más rápido del mundo y yo también lo creo así. Viéndote hacer bocetos aquí para los fans, no te lleva más tiempo dibujar a Groo que firmar con tu nombre. Cuando trabajas en una página de comic ¿cuánto tiempo te lleva hacerla?, quiero decir, algo como Groo.
ARAGONÉS: Depende, soy rápido cuando tengo que hacer una demostración enfrente de público. Claro, soy rápido porque ya está planeado, está muy bien pensado. Lo llevo haciendo durante toda mi vida así que sé dónde ponerlo todo. Por eso puedo dibujar a Alfred E. Newman en pocos segundos, pero eso no tiene nada que ver con la aplicación práctica a la hora de trabajar. Cuando estoy haciendo una página me lleva mucho más tiempo y no solo por el dibujo. Tengo que hacer una búsqueda, hacer los bocetos y muchas otras cosas. La velocidad a la hora de dibujar ayuda, porque mi estilo es muy suelto. Si tuviera que dibujar de forma realista sería mucho más lento. Gasto mucho más tiempo dibujando una catapulta que a uno de mis personajes.
AH: Es como en Asterix, con todos esos edificios dibujados de forma muy detallada en los fondos.
ARAGONÉS: Bueno, los europeos tienen un método de trabajo diferente. Yo tengo que publicar un cómic al mes. En Asterix, tienen que hacer dos páginas cada semana para poder publicarlas en una revista semanal, y cuando toda la historia está completa, la reúnen en un tomo. Yo hago todo el tomo, tengo que hacer 22 páginas y una portada cada mes. Así que tengo que hacer una página diaria, aunque no me supone problemas. La puedo hacer cómodamente, pero hacer una escena de dos páginas me lleva más tiempo así que no lo hago de una vez, hago un poco, luego vuelvo sobre mi trabajo, hago un poco más, vuelvo, etc..
Una vez estaba en la oficina de D.C comics con Joe Orlando, Joe Kubert y otros tíos y estábamos hablando sobre lo rápido que puedo hacer una página. Así que comenté “¿Por qué no lo cronometramos?, y Joe dijo: “OK, hazme una página para el comic bélico que estamos haciendo”. Me dieron un trozo de papel y me dijeron que empezara. Se pusieron a cronometrar, tuve una idea, la dibujé, fui a la habitación de consulta, eché un vistazo a algunos uniformes y acabé la página…y me llevó 35 minutos. Pero solo era una página de tres viñetas, con solo dos soldados y con un gag muy simple. Puede llevarme dos días hacer una página de Groo.
(Frog2000 lo ha vuelto a hacer y se ha currado la traducción de una interesante entrevista al gran Sergio Aragonés en la que el creador de “Groo, The Wanderer” analiza sus inicios y estilo de trabajo. La entrevista completa, aquí).

jueves, 9 de diciembre de 2010

“Jack de las Fábulas: Las nuevas aventuras de Jack&Jack” de Bill Willingham, Matthew Sturges, Tony Akins, Russ Braun y otros






Nunca es tarde si la dicha es buena que diría el otro o a la séptima va la vencida y Planeta en esta última entrega de “Jack of Fables , que reúne los números 36 a 40 de la colección regular, ha sabido rectificar y eliminar el absurdo “Fábulas presenta:” por el más adecuado en mi opinión “Jack de las Fábulas” (seguro que en la próxima entrega lo vuelven a cambiar). Y, tras este paréntesis, os preguntaréis ¿qué me ha parecido el tebeo? Pues más de lo mismo, aunque a mí me entretiene.



Tras “El gran cruce de las Fábulas”, siguen las alocadas aventuras de Jack junto a su amigo Gary añadiéndose además la presencia de un nuevo Jack, Jack Frost. Tras un episiodio autoconclusivo en el que Jack Horner (el Jack de siempre, vamos) relata como se convirtió en cabecilla de las fábulas simias perdidas en la selva, entramos de lleno en un nuevo arco argumental en el que Jack Horner es víctima de una extraña transformación mientras su hijo, Jack Frost, descubre en el mundo de las Fábulas que iniciar una carrera de héroe es más complicado de lo que parece.



A estas alturas, “Jack de las Fábulas” no deja de ser un absurdo divertido en el que Willingham y Sturges siguen haciendo del “vale todo” la única regla a tener en cuenta. No se puede considerar demasiado serio nada de lo que ocurre en “Las nuevas aventuras de Jack&Jack” tras los hechos de “El gran cruce de las Fábulas”. Por un lado, parece que los guionistas han decidido aparcar a buena parte de los secundarios que habían tenido su importancia hasta ahora para centrarse exclusivamente en las andanzas en paralelo de los dos Jacks en unas historias en las que el elemento cómico prevalece sobre cualquier otro, lo que llevará a más de uno a huir como de la peste de esta serie, y no explorar -de momento- la relación padre-hijo que sin duda puede dar mucho juego.



En el aspecto gráfico, para mí lo más destacable es la buena labor de Brian Bolland en las divertidas portadas de la serie ya que los dos dibujantes titulares siguen sin entusiasmarme, limitándose a cumplir con oficio las premisas de los guionistas. Como Akins solo dibujan el episiodio titulado “Jack de los monos, casi todo el peso recae en Russ Braun quién se encarga de los cuatro episodios del arco “Las nuevas aventuras de Jack y Jack” secundado por los entintadores Andrew Pepoy y José Marzán Jr. En este arco argumental, a nivel gráfico más allá de lo divertido que sea ver como Braun juega con la fisonomía del personaje de Jack (Horner, vaya lío) resulta interesante el homenaje que Braun realiza a la serie “Bone” de Jeff Smith en la recreación del mundo en el que transcurren las aventuras de Jack Horner que sin duda es una de sus máximas referencias.



En definitiva, “Jack de las Fábulas” probablemente no sea una de las mejores series que se están publicando en estos momentos pero es un tebeo que entretiene y aporta un punto de frescura al anquilosado género fantástico con historias plagadas de humor e imaginación sin caer en fórmulas anquilosadas. Y eso hoy por hoy no deja de tener su mérito.

Expocómic 2010: expectativas.

Hoy, y hasta el próximo domingo día 12, se abre una de las ediciones del Expocómic que más expectativas ha generado en los últimos tiempos.

Con la presencia de un grupo de artistas nacionales de garantías y la guinda de pesos pesados de relumbrón como Hermann Huppen, Klaus Jason o Frank Quitely que harán olvidar la ausencia de última hora debido a la amenaza de los descontroladotes aéreos de Michael Golden, la organización debe confirmar que el Salón del Cómic de Madrid es capaz de dar el salto de calidad que los aficionados de la capital (y aledaños) merecemos.

De momento, el cambio de localización dentro del Recinto Ferial de la Casa de Campo del Pabellón de Cristal, algo más grande que el ya clásico y criticado Pabellón de Convenciones, y medidas dirigidas a aumentar la presencia de público en días “pobres” (aunque para muchos quizás sea por eso el mejor) como el jueves con las entradas al 2x1 o los descuentos para grupos y colegios pueden darle una mayor vida al Salón y evitar el hacinamiento que se vivió en otras ediciones.

Con variedad de actividades y exposiciones (interesante a priori la mezcla de pasado, presente y futuro con las exposiciones de los Freixas, Sequeiros, Martín Sauri y Zapico) uno solo se pregunta si no hubiera sido posible haber organizado algo (si no era posible una exposición al menos una charla) en torno a un autor tan veterano e influyente en el cómic europeo como Hermann que hubiera servido como homenaje a su larga trayectoria. Supongo que no se puede tener todo...

A partir del domingo ya veremos si los cambios han sido para bien y la nueva edición del Expocómic ha merecido la pena. Yo intentaré ir como mínimo el viernes y el domingo por la mañana. Ya os contaré que me encuentro.

Toda la información, aquí.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Palle Huld, ¿Tintin?


¿Qué pensaría el anciano Palle Huld sobre Tintin mientras envejecía en la residencia donde pasó sus últimos años? ¿Se sentiría reflejado en la creación de Hergé?¿Cómo le sentaría que sus viajes y aventuras reales hayan sido olvidados mientras que Tintin se ha convertido en un icono popular?¿Le gustaría?¿Le envidiaría?¿Le ignoraría?

Mirando esas viejas fotos, uno no deja de asombrarse de cómo la Ficción y la “realidad” se retroalimentan proporcionando asombrosas paradojas.

Descansa en paz, Palle Huld. Larga Vida, Tintin.

martes, 7 de diciembre de 2010

“El poder del perro”, de Don Winslow.

Desde su publicación “El poder del perro” es una novela que ha ido cimentándose una sólida reputación gracias al menos reconocido y quizás más valioso de todos los medios de difusión: el boca-oreja. En concreto, a mí me llegaron recomendaciones por dos o tres canales diferentes que llegaron a hacerme dudar sobre mi apuesta inicial entre los primeros títulos publicados por la joven editorial Roja&Negra (preferí “Delitos a largo plazo”) y, tanta alabanza, me llevo a resistirme a leer esta novela todavía unos meses a pesar de llevar algún tiempo por casa. Craso error el mío ya que “El poder del perro” engancha desde las primeras páginas y gusta gracias a su calculado equilibrio entre realidad y ficción.

A través de las andanzas de un policía de la DEA, Art Keller, y su lucha durante décadas contra la todopoderosa familia Barrera, expertos pasadores de toda sustancia ilegal a través de la frontera mexicana, Don Winslow disecciona no solo la realidad mexicana más amarga de corruptos, narcovaqueros, sicarios y nuevos ricos cuyos ecos resultan horriblemente cotidianos para cualquiera que vea los telediarios sino también las complejas tramas del poder y los intereses económicos y militares en un mundo globalizado a través de una trama que por clásica no deja de ser eficaz plagada de personajes tópicos como polis obsesionados, asesinos irlandeses atormentados y malas mujeres de buen corazón que enlazan con algunos de los mejores títulos del género al tiempo que sorprende por la denuncia explícita con que Winslow refiere las malas mañas que su propio país ha desarrollado durante décadas para mantener la maldita máxima del señor Monroe.

Don Winslow se convierte en cronista de una historia que se prefiere ocultar, la de buena parte del continente americano en las últimas décadas, en una novela que a veces adopta un estilo periodístico y se fundamenta en la sólida documentación con la que el autor describe los sucesos, costumbres y escenarios por los que se mueven los capos mexicanos.

En definitiva, “El poder del perro” no es solo una novela de género que merece la pena leer por su respeto a las convenciones del mismo sino que además supone un modo entretenido de entender buena parte de las miserias del mundo en que nos ha tocado vivir. Indispensable.

Documental sobre Oesterheld (3 de 3)

Tercera y última parte de este interesante documental sobre Oesterheld.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Resultados Segunda Encuesta Impaciente.

Vistos los resultados de la segunda encuesta publicada en el Lector Impaciente podemos afirmar que España es todavía un país donde Marvel mantiene su influencia intacta.

La pregunta “¿qué editorial norteamericana ha tenido mayor repercusión en el medio?” ha obtenido 88 respuestas, de las que 45 han votado por Marvel (51% del total). A cierta distancia, en segunda posición se encuentra DC que ha obtenido 28 votos (38% del total) y de marginales se pueden considerar el resto de las editoriales votadas (EC y Fantagraphics con un 5% cada una y 5 votos, y los 2 votos de Disney y el voto de Dark Horse, Warren e Image). Curioso que una editorial como Eclipse no haya conseguido ni un solo voto a pesar de las obras de calidad que en su corta trayectoria desarrolló.

En fin, yo no estoy demasiado de acuerdo con el resultado y en mi opinión la editorial que ha tenido un mayor impacto en el medio ha sido DC no ya solo por ser la más veterana sino también por el impacto que tuvo con la explotación masiva del formato comic book y el nacimiento del género superheroico con sus personajes más representativos (hoy en día auténticos iconos que han trascendido el medio).

¡ Gracias a todos por vuestra colaboración y en unos días os propongo una nueva encuesta!

Documental sobre Oesterheld (2 de 3)

Segunda parte del documental dedicado al creador de "Mort Cinder", Héctor Germán Oesterheld.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Documental sobre Oesterheld (1 de 3)

Completo documental en tres partes sobre el gran Héctor Germán Oesterheld emitido en el Canal Á, con gran número de testimonios y entrevistas en los que se analizan al gran autor y su obra. Indispensable.

(En los próximos días las partes que faltan).

sábado, 4 de diciembre de 2010

Peter Bagge y la música.

Ha aparecido la portada de la última aventura musical de Peter Bagge, el creador de “Odio”, llamada “Can you imagine?”. Bagge, aparte de ilustrar la portada, es integrante de la banda pero, además, este no es su único trabajo como ilustrador de portadas ya que ha realizado muchas y muy buenas para grupos punk y grunge.

Abajo os dejo una pequeña selección de las mejores y en su página web podéis ver el resto.






viernes, 3 de diciembre de 2010

Fallo en “Onírica”

Si el otro día, os comentaba el detalle que había tenido Beroy con algunos blogueros, hoy ha trascendido una noticia de esas que no nos gustan a ninguno.

En la página de Glénat han colgado el siguiente comunicado:

“Hemos detectado un fallo en la edición del libro Onírica de José María Beroy. Lamentablemente, después de haber impreso y distribuido el libro nos hemos dado cuenta de que la página 171 se repite en la 172, dentro de la historia "Ajeno". Aqúi mismo os colgamos la página que falta para que la podáis ver.

Queremos informar a todo aquel que haya adquirido el libro que lo podrá cambiar en cuanto lo reimprimamos. En cuanto sepamos cuándo lo podemos reimprimir, avisaremos en nuestra página web.”

Y, en el blog de Onírica, el mismo Beroy explica el tema y lo mal que lo ha pasado con todo el asunto. Yo me enteré ayer por el mismo Beroy y debo decir que no me percaté del error porque no disponía de un ejemplar anterior de “Ajeno” y porque realmente no “canta” demasiado la repetición de la página en el desarrollo de la historia.

En fin, espero que se solucione lo más pronto posible, aunque me sabe bastante mal por la ilusión que tenía el autor por esta edición.Ojalá se solucione de la mejor manera posible.

“El invierno del dibujante”, de Paco Roca.


Esta semana he tenido que hacer más regates que Messi y Cristiano juntos para llegar “virgen” a “El invierno del dibujante”, la última obra del aclamado Paco Roca. Y es que parece que la última obra del autor de “Arrugas” ha despertado un entusiasmo en la blogosfera pocas veces vistos. ¿Con motivos? Pues sí, porque “El invierno del dibujante” es el mejor tebeo de Paco Roca hasta la fecha.

Localizada en Barcelona entre el invierno de 1957 y el verano de 1959, Roca vertebra toda una radiografía histórica y sentimental de la Historieta española de finales de los cincuenta alrededor del intento frustrado de cinco de sus más reputados dibujantes (Giner, Escobar, Peñarroya, Conti y Ciffré) de independizarse de la todopoderosa y leonina Bruguera montando su propia editorial DER (Dibujantes y Editores Reunidos) que les permitiera controlar su trabajo y poseer los originales de su obra cristalizado enla revista “Tío Vivo”. Un recorrido de la esperanza a la desilusión que Roca muestra con mano maestra.

No es de extrañar todo el revuelo blogósferico alrededor de esta obra ya que los cómics sobre la historia del cómic y sus autores no son habituales y, generalmente, cuentan con un atractivo especial tanto para los aficionados como para el resto de los profesionales que ven de un modo u otro reflejada la propia tradición histórica con la que se sienten identificados. Raros pero generalmente excelentes como “Malas Ventas” de Alex Robinson o “Hicksvillede Dylan Horrows en el extranjero y la fantástica serie “Los Profesionales” del gran Carlos Giménez en España, con la que inevitablemente guarda más puntos de conexión. Obras meritorias entre las que “El invierno del dibujante” está llamado a ocupar un lugar de honor por la sensibilidad y sabiduría con la que Paco Roca ha sabido no solo mostrar un momento clave en la historia del cómic en España a partir del cuál describir lo que era la vida del dibujante de la época a través del microverso que era la editorial de referencia, Bruguera, con un acercamiento detallado a la mayoría de las principales figuras de la época desde Vázquez o Ibáñez a Victor Mora mostrando sus pequeñas intrahistorias cotidianas con lo que la obra adquiere una riqueza inusual y la hace accesible a partir de esa nota costumbrista al lector que no esté especialmente interesado (¿habrá alguno?) en la historia del medio.

Pero es que, además el autor se muestra como un observador minucioso capaz de reflejar y captar el contexto de una España que intentaba levantar la cabeza tras la dura posguerra a. partir de unas viñetas que llena de pequeñas historias cotidianas que sirven de acompañamiento al pequeño gran drama objeto principal de la obra y crónica costumbrista de un estilo de vida que por suerte, o por desgracia, se ha perdido. Roca muestra la vida cotidiana en la urbana Barcelona popular de las Ramblas a los barrios adinerados en los que viven los Bruguera donde transcurre un fantástico episodio tragicomico a medio camino entre el cine de Coppola o las mejores películas de Berlanga, Fernando Palacios o José Maria Forqué, y guía la mirada del lector con un punto de nostalgia en la línea de autores como Seth y Chris Ware de cuyas obras Roca ha sabido adaptar y potenciar recursos formales.

Roca describe con mimo a sus personajes caracterizándolos psicológicamente para huir del maniqueísmo que pudiera acabar identifcandoles como buenos y malos para acabar mostrando con sensibilidad su perfil más humanos para reforzar una historia que por injusta que pueda parecernos a nuestros ojos actuales era solo una más de las injustas historias que conformaron un tiempo y lugar del que todos somos de un modo herederos.

El invierno del dibujante” es la obra más compleja de Paco Roca y la que marca verdaderamente su madurez como autor desplegando una gran variedad de recursos estilísticos y narrativos soberbiamente manejados que hacen su lectura un verdadero libro de cabecera para cualquiera que quiera dedicarse a hacer cómics. Más allá de las elegantes elipsis y transiciones quizás los más destacables, aparte de los ya mencionados, sean el distinto color de las páginas entre los hechos que transcurren en verano o invierno para reforzar la metáfora inicial que ya desde el mismo título se intuye al tiempo que, de ese modo, establece una diferenciación formal entre los distintos lapsos temporales en que se desarrolla la historia o, por otro lado, la composición de página dividiendo en diferentes viñetas una misma acción como ya hiciera Pellejero en "En Carne Viva" con lo que refuerza los distintos detalles que el autor quiere resaltar (en este caso las correcciones que el editor de Bruguera realizaba sobre las páginas entregadas por los dibujantes).

En definitiva, “El invierno del dibujante” está llamado a ser aparte de uno de los tebeos del año una obra clave en la carrera de Paco Roca que tras el merecido e inesperado quizás éxito de “Arrugas” se confirma como un autor a tener muy en cuenta. La excelente edición de Astiberri se completa con un emotivo epílogo de Antoni Guiral, toda una autoridad en la materia y un glosario de los principales actores de la historia que ayudarán a situarse a los lectores menos familiarizados con ella. Un tebeo indispensable.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Ni lo uno ni lo otro...

Ni Olimpiadas ni Mundial. Si quieren sacarnos de la crisis tendrán nuestros políticos que aplicarse medidas más imaginativas. De momentos, nos conformaremos con este.

Trailer de “Juego de Tronos”.

No había comentado nada todavía del primer trailer aparecido hace unos días de la serie que se prepara el año que viene sobre “Canción de Hielo y Fuego”, la aclamada saga de fantasía medieval (o como la queráis llamar) del querido George R.R. Martin. Lo poquito que se ve, no da mala espina y el formato en serie de televisión me parece adecuado aunque teniendo en cuenta la lentitud con que Martin se está tomando la finalización del ciclo de novelas puede que las últimas temporadas las acaben disfrutando nuestros nietos.

(Ah, la influencia jacksoninana, parece también bastante patente).

Blogueros oníricos.

Bruce lo ha comentado hoy así que yo también me voy a dar el gustazo. El señor J.M Beroy, como es así de generoso, nos ha regalado a algunos blogueros la aparición en una de las páginas de “666/999” que ha redibujado especialmente para su inclusión en el tomo recopilatorio “Onírica”, de reciente aparición y recomendable adquisición. Arriba la página original de “Zona 84 y debajo la página tal como ha aparecido en “Onírica

Y, aparte de Bruce, en un par de viñetas en la pantalla de la derecha se ve a cierto Vigilante Cabezón. El de la izquierda no sé quién es (que se identifique, please).

La verdad es que por regalos tan increíbles e insospechados como este es un gustazo mantener un blog.

¡¡¡Muchas e impacientes gracias J.M. Beroy por el detalle y la amable dedicatoria!!

(A propósito Beroy acaba de publicar una aclaración acerca del tema del tamaño de reproducción de "Onírica").

miércoles, 1 de diciembre de 2010

“Hiram Lowatt & Placido: La Rebelión de Hop Frog”, de Christophe Blain y David B.



He estado releyendo estos días los álbumes de “Hiram Lowatt &Placido” que publicara Planeta hace ya unos añitos y como debo de ser de los pocos que todavía no he leído “El invierno del dibujante” (pronto, pronto...) aprovecho para completar las entradas dedicadas al gran Christophe Blain con las de los únicos álbumes publicados en España que todavía no he comentado en el blog.


El primero de los dos álbumes que componen la serie, “La rebelión de Hop-Frog”, aparte de presentarnos a los dos personajes protagonistas, el periodista especializado en hechos extraordinarios Hiram Lowatt y su amigo el indio Placido, nos sorprende con una extraña historia del Oeste en la que los elementos habituales del género son subvertidos por la imaginación de David B. que en esta serie se dedicase del guión. Así, cuando los dos amigos se encuentran en un pueblo texano donde están ocurriendo extrañas muertes que son achacadas a los indios rebeldes de El-peor-de-todos quién intenta propiciar el advenimiento de un orden nuevo que devuelva la hegemonía de los indios. Sin embargo, Hiram y Placido descubrirán que las muertes son causadas por una amenaza tan sorprendente como amenazadora.

En una historia que reúne todos los arquetípicos del género (vaqueros, marshalls, indios y cazarrecompensas), David B. y Christophe Blain se las apañan para ofrecer un tebeo sumamente original en forma y contenido, que subvierte y refuerza el Western. Y es que si la historia sobrenatural ideada por David B. se encuentra más emparentada con los elementos más siniestros de los cuentos clásicos endulzados para consumo infantil, los cuentos de Poe o las novelas de Conan Doyle que con las convenciones tramas del género aun cuando su resolución se encuentre en la tradición del más puro Far West, es en el apartado gráfico donde la obra destaca todavía más gracias a la maestría desplegada por un joven Blain.


En esta primera entrega de “Hiram Lowatt & Placido”, Blain se desmarca completamente del dibujo de corte realista habitual en los cómics del oeste europeos para ofrecer un cómic pintado, rugoso y lleno de texturas, en que la expresividad de los personajes y el colorido se convierten en los elementos más reseñables en una propuesta incluso más radical que la mostrada en el posterior “Gus”, o incluso en el segundo álbum de esta misma serie, encontrando solo referencia en los últimos trabajos del gran Alberto Breccia. Con todo, en este álbum, ya se puede apreciar la característica concepción de esos elementos con un carácter narrativo que va más allá de la mera ambientación de la historia y, salvada la sorpresa inicial, el tebeo engancha con la mezcla de terror, humor y violencia incorporadas en una propuesta renovadora y original dentro de las convenciones del género.

El temprano “La rebelión de Hot-Frog” anticipa el talento de un Blain que ya ofrecía buena muestra de todo lo bueno que estaba por venir y confirmaba la capacidad de David B. para descoser los pliegues de lo supuestamente real con propuestas tan imaginativas como terribles. Un tebeo que, sin duda, merece (re)lectura.

Edmond y los jefes.

Edmond: Quiero añadir que para mí toda la gente de Bruguera llego a ser como mi familia. Yo tuve esa suerte. Después he trabajado para otras Editoriales,… que no ha sido lo mismo. Los trabajadores, las personas que trabajaban allí valían la pena estando en Bruguera o en otro lado. La empresa, el señor Bruguera, era un buen hombre. A pesar de que la mayoría de dibujantes les han dejado verdes a él y al señor González. Tanto uno como otro eran buenas personas. Si tú les tratabas con respeto ellos te trataban a ti con respeto. Te trataban bien. A mi el señor Bruguera me había llegado ha escribir una carta para felicitarme por un christmas. El único problema es que el Sr. González iba de cara a la empresa, a defender el negocio, se puede comprender. Pero estos jefes eran buena gente y los empleados una maravilla, para mi eran como hermanos. Con los únicos que durante años también me había sentido así, fue con los de la editorial de Holanda de la revista Tina. Con los primeros editores todavía tengo amistad, nos escribimos. Ahora en cambio ya se ha vendido la revista tres veces y han ido cambiando de editores... Con los que hay ahora no tengo ni el más mínimo trato, no te dicen nada, creo que ya se acaba.

(El gran Edmond en una extensa entrevista en dos partes realizada por El Taradete donde recupera y reivindica al creador del gran "Jan Europa". Se puede leer completa aquí y aquí. Superinteresante).

martes, 30 de noviembre de 2010

“Northlanders: La viuda de la plaga”, de Brian Wood y Leandro Fernández.

Acaba de publicar Planeta la cuarta entrega de la serie de vikingos que para el sello Vertigo está desarrollando Brian Wood. Una nueva entrega esta de “La novia de la plaga” que es el arco argumental más largo de la serie hasta el momento –números 21 a 28 de la numeración norteamericana- y quizás por ello sea uno de los más ambiciosos y logrados.

Corre el año 1020 y en un asentamiento vikingo a orillas del río Volga se desata una plaga mortal. Cuando al inicio del crudo invierno, el anciano líder decide aislar a la comunidad expulsando a los enfermos se iniciará una claustrofóbica lucha por la supervivencia y el poder en la que se desatarán los peores instintos de sus habitantes. Y si la vida de por sí es dura para todos, para una viuda que tiene que sacar adelante a una niña la situación se torna dramática cuando se coloca en el punto de mira de un brutal y ambicioso jefe guerrero .

Es una suerte que en su revisión de las historias de vikingos, Brian Wood no se haya limitado a reducir el potencial de los hombres del norte a los tópicos habituales y ofrezca planteamientos centrados en el desarrollo de los personajes y enfoques alejados de arquetipos más convencionales. De este modo, partiendo de una trillada trama de aislamiento cuyo desarrollo quizás sea la parte menos original de la historia se centra en la exploración del rol secundario de la mujer en esa sociedad sin la protección y el amparo de un hombre al tiempo que se muestra bastante hábil en la dosificación de los ritmos de la trama para que esta vaya ganando en intensidad. La historia de la comunidad y la de la viuda protagonista que se convierte en la víctima de las iras del jefe guerrero de turno corren paralelas en una historia que guarda algunas parábolas sobre problemáticas contemporáneas no superadas como el acoso a la mujer. Anteriormente en “Mujeres con Escudos”, Wood ya había abordado el papel de la mujer en las culturas vikingas dentro de la serie pero en “La viuda de la plaga” le da un enfoque quizás más realista y atractivo para abordar no solo el rol alienado de la mujer sino también el tema de la relación materno-filial de modo que en el último capítulo de la historia recuerda planteamientos cercanos al Cormarc McCarthy de “La Carretera”, novela que parece revolotear todo la trama. Quizás el único pero que se le pueda poner a Wood sean pequeños descuidos (que los vikingos del siglo XI hablen de la riqueza de las proteínas como que queda un poco raro, ¿no?) que no empañan el resultado final.

En el aspecto gráfico, Wood cuenta con Leandro Fernández, popular por su trabajo en “The Punisher” de Ennis, cuyo estilo encaja perfectamente con la narrativa de Wood que busca una mayor complicidad con el lector mediante una estudiada ambigüedad. Fernández es un dibujante intenso, sucio y detallista, de trazos duros y angulosos que capta perfectamente la atmósfera de tensión latente que la historia pergeñada por Wood requiere al tiempo que caracteriza perfectamente las peculiaridades de los vikingos del Volga, realizando un excelente trabajotanto en la caracterización psicológica de los personajes como reflejando las crudas y violentas situaciones de acción que abundan en el tebeo.

En definitiva, tras algún resbalón inicial “Northlanders” poquito a poco va consolidándose como una propuesta a tener en cuenta dentro del sello Vertigo que confirma a Brian Wood como uno de los guionistas más interesantes y arriesgados del mainstream norteamericano con historias que difícilmente dejarán a nadie indiferente.

Más “Northlanders” en El Lector Impaciente: