A finales de los noventa y principios del nuevo milenio se pusieron de moda dentro del “mainstream” los cómics que intentaban ir más allá del concepto de superhéroe inventando nuevos escenarios, sociedades en las que lo “normal” era que todo el mundo tuviera poderes, éste es el caso de series como “Astrocity” de Kurt Busiek (de la que escribiré en su momento) o “Powers” de Bendis (de la que también escribiré, tranquilos), moda que ha seguido hasta nuestros días y cuyo último ejemplo ha sido la estupenda “Gotham Central” de la que ya les he comentado algo aquí. Sin embargo, probablemente ninguna de estas series ha tratado el tema con un grado de genialidad a como lo hizo el amigo Alan Moore (“Watchmen”, “V de Vendetta”, “From Hell”) en los doce números que conforman “Top Ten”.
“Top Ten” fue uno de los títulos del sello ABC, fundado por Alan Moore junto a diversos dibujantes a finales de los noventa, para desarrollar aquellas historias que le apetecían y que no tenían cabida en las inmovilistas y conservadoras grandes editoriales , y que incorporó series como “Promethea”, “Tom Strong” ó “La Liga de los Caballeros Extraordinarios”, series que vistas en perspectiva conforman un mosáico unitario en las que Moore explora diferentes manifestaciones del concepto de superhéroe y en los que vuelve a dejar patente que todavía pueden escribirse buenas historias dentro del “mainstream” si se cuenta con la libertad y el talento necesario para ello.
En “Top ten”, Moore narra las vivencias cotidianas de un grupo de agentes de policía del peligroso Distrito Diez de la ciudad de Neópolis, una ciudad alucinante construida tras la II Guerra Mundial en la que se alojan todos los ciudadanos de la Tierra y alrededores con poderes extraordinarios, desde antiguos superhéroes hasta dioses de los más pintorescos panteones imaginables, pasando por monstruos atómicos de treinta metros y alienígenas asesinos. El Distrito Díez es el más peligroso de la ciudad y los agentes en él asignados deben hacer frente a los casos más sorprendentes y alucinantes que imaginarse puedan. Este planteamiento que en manos de cualquier otro no daría más allá que para construir un anódino relato épico más en las de Moore se convierte en la excusa perfecta para explorar en clave de humor la posibilidad de una sociedad en la que disfrutar de poderes es algo cotidiano y como ello no es garantía de felicidad (más bien todo lo contrario). Moore lleva estas premisas hasta el extremo, presentando unos personajes alejados del icono perfeccionista y cargándolos de debilidades con los que el lector conecta desde el primer momento. Todo ello hace de “Top Ten” una lectura fresca y divertida en la que se disfruta tanto de las diferentes tramas policiales que se nos van presentando en los episodios como de las pequeñas intrahistorias que conforman la vida de cualquier gran ciudad. Además, “Top Ten” le sirve a Moore para juzgar con ironía las incongruencias del “mainstream” y demostrar, si hacia falta que a estas alturas demostrase algo, que también es capaz de realizar historias cargadas de gracia yhumor.
En cuanto al aspecto gráfico, Gene Ha es un dibujante capaz de hacer frente al reto que Moore le plantea en esta serie a la hora de imaginar los diferentes escenarios y situaciones de una ciudad futurista tan prodigiosa como Neópolis y ser capaz de dibujar y diseñar, junto a Zander Cannon, los cientos de personajes secundarios que pueblan sus páginas escondiendo entre ellos los divertidos homenajes que Moore realiza al Cómic en general y a los personajes “mainstream” en particular.
Ya saben, si quieren pasar un buen rato con un cómic inteligente y divertido háganse con la recopilación que hace pocos meses ha publicado Norma Editorial y disfruten de las travesuras del autor de “Watchmen”. A ver quién es capaz de encontrar más referencias…
“Top Ten” fue uno de los títulos del sello ABC, fundado por Alan Moore junto a diversos dibujantes a finales de los noventa, para desarrollar aquellas historias que le apetecían y que no tenían cabida en las inmovilistas y conservadoras grandes editoriales , y que incorporó series como “Promethea”, “Tom Strong” ó “La Liga de los Caballeros Extraordinarios”, series que vistas en perspectiva conforman un mosáico unitario en las que Moore explora diferentes manifestaciones del concepto de superhéroe y en los que vuelve a dejar patente que todavía pueden escribirse buenas historias dentro del “mainstream” si se cuenta con la libertad y el talento necesario para ello.
En “Top ten”, Moore narra las vivencias cotidianas de un grupo de agentes de policía del peligroso Distrito Diez de la ciudad de Neópolis, una ciudad alucinante construida tras la II Guerra Mundial en la que se alojan todos los ciudadanos de la Tierra y alrededores con poderes extraordinarios, desde antiguos superhéroes hasta dioses de los más pintorescos panteones imaginables, pasando por monstruos atómicos de treinta metros y alienígenas asesinos. El Distrito Díez es el más peligroso de la ciudad y los agentes en él asignados deben hacer frente a los casos más sorprendentes y alucinantes que imaginarse puedan. Este planteamiento que en manos de cualquier otro no daría más allá que para construir un anódino relato épico más en las de Moore se convierte en la excusa perfecta para explorar en clave de humor la posibilidad de una sociedad en la que disfrutar de poderes es algo cotidiano y como ello no es garantía de felicidad (más bien todo lo contrario). Moore lleva estas premisas hasta el extremo, presentando unos personajes alejados del icono perfeccionista y cargándolos de debilidades con los que el lector conecta desde el primer momento. Todo ello hace de “Top Ten” una lectura fresca y divertida en la que se disfruta tanto de las diferentes tramas policiales que se nos van presentando en los episodios como de las pequeñas intrahistorias que conforman la vida de cualquier gran ciudad. Además, “Top Ten” le sirve a Moore para juzgar con ironía las incongruencias del “mainstream” y demostrar, si hacia falta que a estas alturas demostrase algo, que también es capaz de realizar historias cargadas de gracia yhumor.
En cuanto al aspecto gráfico, Gene Ha es un dibujante capaz de hacer frente al reto que Moore le plantea en esta serie a la hora de imaginar los diferentes escenarios y situaciones de una ciudad futurista tan prodigiosa como Neópolis y ser capaz de dibujar y diseñar, junto a Zander Cannon, los cientos de personajes secundarios que pueblan sus páginas escondiendo entre ellos los divertidos homenajes que Moore realiza al Cómic en general y a los personajes “mainstream” en particular.
Ya saben, si quieren pasar un buen rato con un cómic inteligente y divertido háganse con la recopilación que hace pocos meses ha publicado Norma Editorial y disfruten de las travesuras del autor de “Watchmen”. A ver quién es capaz de encontrar más referencias…