A través del personaje de Victoria una joven francesa hija de emigrantes españoles conocemos el día a día actual de la colonia, sus celebraciones y problemáticas en los tiempos actuales a la hora de intentar mantener viva la identidad propia de emigrados que no pertenecen exactamente ni al país que dejaron ni al que los acogió. Victoria vive el día a día con la necesidad de descubrir horizontes nuevos más allá de la colonia que considera su hogar y los sueños irreales en los que se la aparece Ángel un misterioso hombre ideal por el que se siente irremediablemente atraída- en los que se traslada a distintos momentos históricos que conforman la historia de Beziers: las vendimias realizadas por españoles emigrados de principios de siglo o la retirada de los republicanos españoles a Francia en 1939 y las duras experiencias iniciales que allí vivieron. Entre la realidad y la fantasía, Victoria busca su propia identidad.
Sin ser estrictamente una segunda parte, por el tratamiento de la historia y su temática podemos encontrar grandes semejanzas en esta nueva obra con “El Faro”, pero si en aquella publicada hace años estábamos ante una promesa talentosa que apuntaba alto en “El Ángel de la Retirada” nos reencontramos con un autor contrastado que domina perfectamente el medio que ha elegido para expresarse y es capaz de plasmar historias complejas y evocativas con profunda sensibilidad. No tengo claro donde empieza ni donde termina la labor de Sergei Dounovetz pero estamos ante una obra en la que la sabiduría de Roca la impregna y traspasa de principio a fin desde el tratamiento de los sencillos y creíbles personajes hasta las elegantes transiciones a través de las cuáles la historia avanza.
En ese juego entre vigilia y sueño en que se mueve el cómic y que Roca transmite a través de un bitono suave y evocativo y su elegante y preciso trazo de formas casi infantiles hubiera sido fácil que la historia se dispersara en los sutiles elementos fantásticos que impregnan la obra (como hasta cierto punto pasa en la mentada “El Faro” o la más reciente “Las Calles de Arena”) pero en esta ocasión nos encontramos ante una obra más lograda en la que el equilibrio entre irrealidad y fantasía están consigue que la historia de la protagonista y la de Beziers el pueblo del que forma parte confluyan a un mismo ritmo y la obra adquiera todo su sentido y riqueza interpretativa.
“El ángel de la retirada” es una obra aparentemente sencilla pero cuya estructura compleja exige de Roca lo mejor de sí mismo para lograr a través que elegantes elipsis y flashbacks que los distintos planos de vigilia y sueño, pasado y presente, encajen a la perfección y la historia de resistencia, de amor y búsqueda de la identidad cale en el lector.
En definitiva, estamos ante otro pequeño gran tebeo de Paco Roca en el que se reivindica de manera precisa y carente de maniqueísmos la realidad cotidiana de unos personajes que antes que españoles o franceses, exiliados o acogidos, son presentados como personas que sienten y padecen como cualquiera de los potenciales lectores y con los que es fácil sentirse identificado. Y ese, creo, es el mayor mérito sin duda de este cómic que no puedo dejar de recomendaros. No os lo perdáis.