lunes, 19 de marzo de 2007

“La Catedral del Mar” de Ildefonso Falcones.



Hoy inició la reseña de libros y para empezar he seleccionado “La Catedral del Mar”, novela superventas del actual panorama literario español. ¿Por qué esta y no otra? Pues no sé…La tenía a mano.


En “La Catedral del Mar” Ildefonso Falcones nos narra la vida, aventuras y desventuras de Arnau Estanyol desde su nacimiento como siervo de la gleba en una pequeña masía de Navarcles hasta prácticamente su muerte como rico cambista en la Barcelona cosmopolita y comercial del siglo XIV. La historia de su vida está enlazada con la construcción de Santa Maria del Mar, la iglesia de estilo gótico que da título al libro construida a partir de los donativos del pueblo llano de Barcelona en un tiempo record para la época, y alrededor de la cuál gira buena parte de la trama. El autor usa a su protagonista como vehículo para sumergirnos en la vida cotidiana de la Barcelona medieval con sus contradicciones, dificultades y miserias, en la que la intrahistoria de los hombres y mujeres sencillos del pueblo llano contrastan con los fueros y prerrogativas de las clases nobles y burguesas, tomando como marco referencial el reino catalán independiente existente en aquella época. Así a través de un Arnau palafrenero, estibador, soldado y cambista asistimos al desarrollo y apogeo de la ciudad de Barcelona, sus usos y costumbre.
En esta novela, el lector exigente podrá encontrar todo lo que se le puede pedir a una buena novela de entretenimiento: guerra, pasiones, intrigas familiares, muertes, juicios y venganzas. Falcones es capaz de dosificar sabiamente todos estos elementos en la medida justa para mantener intacta la atención del lector durante las casi setecientas páginas de narración.
“La Catedral del Mar” recordará a otras novelas de trama similar como la popular “Los pilares de la tierra” de Ken Follet, pero el lector encontrará pronto también sutiles diferencias. Mientras Follet nos muestra la construcción de una catedral idealizada sin una localización definida a través de varias generaciones de miembros de una misma familia, Falcones utiliza a un único protagonista para narrar la historia de su Iglesia e ir más allá, describiendo con detalle y rigurosidad histórica el momento concreto y homenajeando a los hombre y mujeres anónimos que con su trabajo hicieron posible la construcción de la Iglesia. Sin embargo, Falcones no se pierde por ello en largas descripciones sino que dota a la novela de un ritmo ágil y directo al servicio de la acción. Los personajes de Falcones son seres arquetípicos con los que al lector no le resulta difícil identificarse y tomar partido, los buenos son muy buenos y los malos son terribles y sus comportamientos no dejan de ser predecibles. No importa… la trama funciona y la novela se devora con facilidad.
Hay que felicitar al autor por haber logrado llegar con ésta su primera novela a todo tipo de públicos.
La lectura ideal para un puente largo como el de Semana Santa…así que, ya saben, anímense y léanla.