“Pero...¿Qué ha pasado para que un negocio como el mío en concreto se tenga que cerrar?¿Tan mal ha ido?. Bueno, realmente no, no ha ido tan mal. Al menos no al principio. No ganas dinero (creo que muy pocos negocios abren y ya empiezan a hacer caja a raudales; y hablo de pequeñas o medianas empresas, no de mastodónticos conglomerados de empresas) pero tampoco lo pierdes, y eso ya es positivo. Y así he estado practicamente todo el año, hasta el mes de Julio, mes en que todo empezó a torcerse. Y aún no me explico exactamente que pasó, si alguien dentro del sector me lo puede explicar, estaré encantado de escucharle. Las ventas empezaron a caer en picado. He intentado hacer lo que mejor sé hacer para levantar el negocio (presentaciones, exposiciones, ofertas, he tenido tanta presencia en internet como he podido...) pero nada de esto ha valido, y mientras los meses pasan sin pena ni gloria, los pocos ahorros que tenía se han ído esfumando”.
Un extracto de la despedida y las sinceras explicaciones que Eduard, el dueño de la barcelonesa Pictográfics, da para justificar el cierre de su librería y que podéis leer completas aquí. La verdad, es que leyendo el texto completo es fácil entenderle porque, mires donde mires, es una situación desesperante que se repite sin parar y está acabando con las ilusiones y el pan de mucha gente.
En estos dos años, he seguido desde la distancia de las redes sociales la ilusión que Eduard ha puesto por dar, junto a la sostenibilidad económica que toda empresa precisa, difusión a la novela gráfica, en particular, y construir un espacio digno para el Cómic, en general. Creo que esos objetivos los había logrado y por eso da más pena que tenga que cerrar.
Un extracto de la despedida y las sinceras explicaciones que Eduard, el dueño de la barcelonesa Pictográfics, da para justificar el cierre de su librería y que podéis leer completas aquí. La verdad, es que leyendo el texto completo es fácil entenderle porque, mires donde mires, es una situación desesperante que se repite sin parar y está acabando con las ilusiones y el pan de mucha gente.
En estos dos años, he seguido desde la distancia de las redes sociales la ilusión que Eduard ha puesto por dar, junto a la sostenibilidad económica que toda empresa precisa, difusión a la novela gráfica, en particular, y construir un espacio digno para el Cómic, en general. Creo que esos objetivos los había logrado y por eso da más pena que tenga que cerrar.
Que miedo da el 2012...