Esta semana nos ha dejado
Kim Thompson, un visionario en esto de los tebeos, que quizás a bote pronto a
muchos aficionados no diga demasiado su nombre hasta que lo relacionen con los
de autores cuya obra ayudó a difundir desde Fantagraphics, la editorial de cómic
alternativo fundada por Gary Groth que salvó de la bancarrota donando su
herencia personal y en la que trabajó hasta el final, y en la que ha publicado a
gente del talento de Chris Ware, Joe Sacco, Linda Medley o Stan Sakai y desde
la que introdujo en el mercado estadounidense a autores europeos de la talla de
Tardi, Emile Bravo, Trondheim o Jason.
Si algo demostró Thompson
fue su capacidad para identificar el talento, apoyarlo y promocionarlo manteniéndose en un discreto segundo plano.
D.E.P.