Tras una larga espera, Planeta ha retomado la publicación de la obra clásica de ese genio del cómic europeo que es Hermann Huppen con la publicación en integrales de una de sus obras más reconocidas, “Jeremiah”. En este primer tomo que recoge los tres primeros álbumes de la serie – “Aves de Presa”, “Por un puñado de arena” y “Los Herederos”- nos encontraremos con un Hermann que, tras su larga y fructífera colaboración con Greg, inicia su carrera como autor completo haciéndose cargo tanto del dibujo como de los guiones.
“Jeremiah” es una obra ecléctica que nace en principio como una obra de ciencia ficción de anticipación localizada en unos Estados Unidos asolados tras un enfrentamiento atómico provocado por conflictos raciales se encauza por los senderos del Western, que Hermann aprendió al lado de Greg en “Comanche”, y acaba convertido en un canto a la amistad entre dos personajes tan antagónicos como son el ingenuo Jeremiah de estos primeros álbumes y el sardónico y carismático Kurdy Malloy que en su vagar por unos nuevos Estados Unidos en reconstrucción – un modelo de personajes que retomaría en “Las Torres de Bois Maury” con el caballero Aymar y su escudero Olivier- se ven envueltos en distintos entuertos tomando partido por los más débiles.
Si en “Aves de Presa”, Hermann presenta magistralmente el entorno y los personajes principales y define las características de la serie con el enfrentamiento entre Jeremiah y Kurdy con el histriónico Fat Eye atrincherado en su nido de águilas; en “Por un puñado de arena” muestra la contraposición entre los dos protagonistas en sus reacciones a la hora de ayudar en medio del desierto a un superviviente de una banda de forajidos que intentan descubrir el paradero de un tesoro escondido; y, para acabar, en “Los Herederos” la antagónica pareja ha de enfrentarse con los tejemanejes de los herederos de un rico terrateniente quienes tiranizan a sus vecinos y jornaleros.
En estos álbumes un exigente y autocrítico ya muestra las características principales de su estilo con historias imaginativas que dentro de una estructura de género buscan la implicación del lector evitando la linealidad del desarrollo y reflejar todos los detalles de la historia, recursos estos muy originales a finales de los setenta y que permiten a estos álbumes resistir mejor que otros el paso del tiempo. En el apartado gráfico, Hermann en “Jeremiah” ya es un dibujante completamente formado y un excelente narrador que no se acomoda a las formas habituales buscando nuevos recursos narrativos. Si acaso destacar el cambio de técnica que introduce en el tercer álbum al dejar de entintar con pincel para usar el rotring, ganando con ello su trazo precisión y minuciosidad.
En cuanto a la edición que es lo que más interesará a muchos, hay que decir que está bastante bien si tenemos en cuenta la relación calidad-precio, aunque no llegue al estupendo nivel de la de “Comanche” por la misma editorial. Más allá de una ligera reducción que no afecta demasiado al dibujo de Hermann, lo que realmente afea más la edición son las numerosas erratas y confusa traducción de algunos diálogos que afean la rotulación. Pequeños errores que acaban desluciendo la edición y que esperamos vayan corrigiéndose en los siguientes volúmenes de la serie.
Esperemos que las ventas acompañen, y por fin veamos publicada íntegramente esta estupenda serie en España que en Francia ya ha sobrepasado la treintena de álbumes.
“Jeremiah” es una obra ecléctica que nace en principio como una obra de ciencia ficción de anticipación localizada en unos Estados Unidos asolados tras un enfrentamiento atómico provocado por conflictos raciales se encauza por los senderos del Western, que Hermann aprendió al lado de Greg en “Comanche”, y acaba convertido en un canto a la amistad entre dos personajes tan antagónicos como son el ingenuo Jeremiah de estos primeros álbumes y el sardónico y carismático Kurdy Malloy que en su vagar por unos nuevos Estados Unidos en reconstrucción – un modelo de personajes que retomaría en “Las Torres de Bois Maury” con el caballero Aymar y su escudero Olivier- se ven envueltos en distintos entuertos tomando partido por los más débiles.
Si en “Aves de Presa”, Hermann presenta magistralmente el entorno y los personajes principales y define las características de la serie con el enfrentamiento entre Jeremiah y Kurdy con el histriónico Fat Eye atrincherado en su nido de águilas; en “Por un puñado de arena” muestra la contraposición entre los dos protagonistas en sus reacciones a la hora de ayudar en medio del desierto a un superviviente de una banda de forajidos que intentan descubrir el paradero de un tesoro escondido; y, para acabar, en “Los Herederos” la antagónica pareja ha de enfrentarse con los tejemanejes de los herederos de un rico terrateniente quienes tiranizan a sus vecinos y jornaleros.
En estos álbumes un exigente y autocrítico ya muestra las características principales de su estilo con historias imaginativas que dentro de una estructura de género buscan la implicación del lector evitando la linealidad del desarrollo y reflejar todos los detalles de la historia, recursos estos muy originales a finales de los setenta y que permiten a estos álbumes resistir mejor que otros el paso del tiempo. En el apartado gráfico, Hermann en “Jeremiah” ya es un dibujante completamente formado y un excelente narrador que no se acomoda a las formas habituales buscando nuevos recursos narrativos. Si acaso destacar el cambio de técnica que introduce en el tercer álbum al dejar de entintar con pincel para usar el rotring, ganando con ello su trazo precisión y minuciosidad.
En cuanto a la edición que es lo que más interesará a muchos, hay que decir que está bastante bien si tenemos en cuenta la relación calidad-precio, aunque no llegue al estupendo nivel de la de “Comanche” por la misma editorial. Más allá de una ligera reducción que no afecta demasiado al dibujo de Hermann, lo que realmente afea más la edición son las numerosas erratas y confusa traducción de algunos diálogos que afean la rotulación. Pequeños errores que acaban desluciendo la edición y que esperamos vayan corrigiéndose en los siguientes volúmenes de la serie.
Esperemos que las ventas acompañen, y por fin veamos publicada íntegramente esta estupenda serie en España que en Francia ya ha sobrepasado la treintena de álbumes.