Como empezar con las novedades propiamente dichas me agobia -no tengo una pila de pendiente tengo varias- voy a hacer un poco de trampa voy a empezar con la relectura de “Cinder & Ashe”, la miniserie que en su momento publicara Ediciones Zinco y que con la vorágine salonera he reeditado Planeta en una nueva edición en blanco y negro (¿tan difícil era mantener el color de Joe Orlando?) y un tamaño más reducido.
Esta miniserie en el momento de su publicación fue curiosa porque se alejaba de las tradicionales lecturas de superhéroes características de la DC de la época (el sello Vertigo se crearía unos años más tarde) para ofrecernos una historia en la que la mezcolanza de géneros, el tratamiento pretendidamente adulto de los contenidos y lo complejo de la trama a base de continuos flashbacks no eran tan habituales como hoy en día, lo que convierte a “Cinder & Ashe” en una obra adelantada a su tiempo y recordada por los aficionados.
Cinder y Ashe, son dos mercenarios al mejor postor que un poco a lo “Equipo A” no tienen problemas para trabajar gratis cuando se trata de una buena causa. De este modo, aceptan investigar la desaparición de la hija de un granjero. Tirando del hilo, los mercenarios darán con todo un entramado de intereses creados y se volverán a enfrentar con un viejo enemigo de su pasado, el hombre que secuestró a Cinder en Vietnam, el cruel Lacey.
“Cinder & Ashe” es un cómic bastante entretenido sin llegar a ser una maravilla, que mantiene su interés a pesar de los años transcurridos gracias al oficio de Conway y el virtuosismo de García-López.
Gerry Conway, construye una compleja estructura de flashbacks para que la historia avance en varias líneas temporales al tiempo, de manera que el lector va descubriendo el origen de los protagonistas y la naturaleza de su relación al mismo tiempo que en el presente avanza la investigación. “Cinder & Ashe” es un tebeo de acción, en la que los personajes no están parados en ningún momento, desarrollándose la trama a un ritmo trepidante, sin dar tregua al lector para procesar la información que recibe en una trama muy elaborada y a la que quizás en algún momento se le eche en falta un momento de pausa para conseguir una mayor carga dramática, algo que probablemente no se le pueda achacar del todo al guionista dado que es difícil contar más cosas en tan pocos números (los guionistas de hoy en día para desarrollar esta historia hubieran necesitado doce números como mínimo pero, claro, son otros tiempos).
Sin duda, lo más relevante de la serie en mi opinión sea la labor del dibujante hispano-argentino García López, quién dueño de una depurada técnica y un trazo fino, pulcro y detallado, que recuerda a grandes clásicos como Raymond o Salinas, realiza un estupendo trabajo a la hora de ilustrar la trama de Conway, autor con el que ya había colaborado en “Atari Force”. García López caracteriza perfectamente a los personajes, tomando como referencia para Cinder a la sofisticada Modesty Blaise de Holdaway en contraposición con el comedido y contenido Ashe. García-López se mueve con desenvoltura a la hora de dibujar cualquier tipo de ambiente y su estilo narrativo resulta muy efectivo a la hora de desarrollar la trepidante historia de Conway con una composición de página que recuerda al mejor Steranko.
En definitiva, “Cinder & Ashe” es un tebeo de los de antes, pensado para que el personal pase un buen rato y disfrute de una buena historia sin mayores pretensiones que la de entretener y que revisado veinte años después de su publicación mantiene el tipo. Para mí no es poco...
Esta miniserie en el momento de su publicación fue curiosa porque se alejaba de las tradicionales lecturas de superhéroes características de la DC de la época (el sello Vertigo se crearía unos años más tarde) para ofrecernos una historia en la que la mezcolanza de géneros, el tratamiento pretendidamente adulto de los contenidos y lo complejo de la trama a base de continuos flashbacks no eran tan habituales como hoy en día, lo que convierte a “Cinder & Ashe” en una obra adelantada a su tiempo y recordada por los aficionados.
Cinder y Ashe, son dos mercenarios al mejor postor que un poco a lo “Equipo A” no tienen problemas para trabajar gratis cuando se trata de una buena causa. De este modo, aceptan investigar la desaparición de la hija de un granjero. Tirando del hilo, los mercenarios darán con todo un entramado de intereses creados y se volverán a enfrentar con un viejo enemigo de su pasado, el hombre que secuestró a Cinder en Vietnam, el cruel Lacey.
“Cinder & Ashe” es un cómic bastante entretenido sin llegar a ser una maravilla, que mantiene su interés a pesar de los años transcurridos gracias al oficio de Conway y el virtuosismo de García-López.
Gerry Conway, construye una compleja estructura de flashbacks para que la historia avance en varias líneas temporales al tiempo, de manera que el lector va descubriendo el origen de los protagonistas y la naturaleza de su relación al mismo tiempo que en el presente avanza la investigación. “Cinder & Ashe” es un tebeo de acción, en la que los personajes no están parados en ningún momento, desarrollándose la trama a un ritmo trepidante, sin dar tregua al lector para procesar la información que recibe en una trama muy elaborada y a la que quizás en algún momento se le eche en falta un momento de pausa para conseguir una mayor carga dramática, algo que probablemente no se le pueda achacar del todo al guionista dado que es difícil contar más cosas en tan pocos números (los guionistas de hoy en día para desarrollar esta historia hubieran necesitado doce números como mínimo pero, claro, son otros tiempos).
Sin duda, lo más relevante de la serie en mi opinión sea la labor del dibujante hispano-argentino García López, quién dueño de una depurada técnica y un trazo fino, pulcro y detallado, que recuerda a grandes clásicos como Raymond o Salinas, realiza un estupendo trabajo a la hora de ilustrar la trama de Conway, autor con el que ya había colaborado en “Atari Force”. García López caracteriza perfectamente a los personajes, tomando como referencia para Cinder a la sofisticada Modesty Blaise de Holdaway en contraposición con el comedido y contenido Ashe. García-López se mueve con desenvoltura a la hora de dibujar cualquier tipo de ambiente y su estilo narrativo resulta muy efectivo a la hora de desarrollar la trepidante historia de Conway con una composición de página que recuerda al mejor Steranko.
En definitiva, “Cinder & Ashe” es un tebeo de los de antes, pensado para que el personal pase un buen rato y disfrute de una buena historia sin mayores pretensiones que la de entretener y que revisado veinte años después de su publicación mantiene el tipo. Para mí no es poco...