Se ha muerto John Hugues de un infarto que consiguió que en mi primera adolescencia –o segunda que el recuerdo es difuso- me enamoriscara de los mohines de Molly Ringwald en una sobremesa televisiva de las de antes en la que echaron “El club de los cinco”, película teen por excelencia. Eso es quizás lo mejor que puedo decir del polifacético Hugues –director, guionista, productor e incluso actor- salvo que con la mayoría de sus películas intentó hacer reír que no es poco. Que en mi caso lo consiguiera ya es otro cantar.
D.E.P.
D.E.P.