“Gotham Central” ha sido sin duda una de las grandes sensaciones dentro del “mainstream” de los últimos años. Los guionistas Greg Rucka (“Detective Comics”) y Ed Brubaker (“Sleeper”,”Batman”, “Catwoman”) junto al dibujante Michael Lark (“Terminal City” , “Daredevil”) supieron dar el toque justo de realismo a una serie centrada en la Unidad de Crímenes Mayores de la ciudad de Gotham, la unidad de policía encargada de investigar los crímenes cometidos por supervillanos, utilizando para ello a los policías que han ido apareciendo a lo largo de las diferentes series de “Batman” y dejando a este como una presencia palpable pero secundaria en las tramas. Sin embargo, todo lo bueno va llegando a su fin así que desde hace algunos números estamos asistiendo a un lento pero progresivo descenso de interés en sus tramas que queda bastante patente en este último tomo publicado por Planeta, aunque, todo hay que decirlo, aun así el nivel de calidad es más alto que el de la media del “mainstream”, y que llevó a la cancelación de la serie por sus bajas ventas en el número 40 norteamericano.
El tomo que hoy nos ocupa engloba los episodios 28 a 32 de la serie norteamericana y en el mismo se incluyen el arco argumental titulado “Los polis de Keystone” y la historia autoconclusiva “Naturaleza”. En “Los polis de Keystone” Reneé Montoya y Crispus Allen viajan a Keystone, la ciudad de Flash, para entrevistarse con el Doctor Alquimia y llevarle a Gotham ya que es el único capaz de curar a un patrullero herido por uno de sus experimentos. “Naturaleza” nos muestra el lado más oscuro de la policía de Gotham al estar narrada y protagonizada la historia por un par de patrulleros corruptos que matan a una chica que ha visto demasiado. Aparentemente, los corruptos parece que se van a librar de su delito, sin embargo la chica tenía una sorprendente protectora que busca venganza.
El guionista de estos episodios es Greg Rucka en solitario, un autor formado en la literatura policíaca y que tanto en esta serie como en su trabajo en “Detective Comics” ha demostrado sobradamente que sabe desenvolverse en este género y resuelve la historia con oficio pero sin acercarse ni de lejos al nivel de tensión que imprime Brubaker a las suyas. El final de Rucka para “Los polis de Keystone” resulta predecible y el reencuentro de Montoya con su padre queda más bien soso sin embargo la historia en conjunto no deja de ser entretenida.
Sin embargo, el gran “pero” de este tomo viene en el apartado gráfico. Desde la marcha de Michael Lark, un gran dibujante cuyo estilo se ajustaba perfectamente a la atmósfera de la serie y dejó una impronta que ninguno de los dibujantes que le han sustituido ha sabido estar a la altura. Stefano Gaudiano es un dibujante con un estilo similar al de Lark pero a sus composiciones le faltan la fuerza y detallismo que imprimía este mientras que el dibujante de “Naturaleza”, Steve Lieber, no deja de ser bastante discreto y casi se carga la historia.
Así que ya saben, si les gustan las historias de policías duros con corazón de oro y el universo de Batman no pueden dejar de seguir esta serie.
El tomo que hoy nos ocupa engloba los episodios 28 a 32 de la serie norteamericana y en el mismo se incluyen el arco argumental titulado “Los polis de Keystone” y la historia autoconclusiva “Naturaleza”. En “Los polis de Keystone” Reneé Montoya y Crispus Allen viajan a Keystone, la ciudad de Flash, para entrevistarse con el Doctor Alquimia y llevarle a Gotham ya que es el único capaz de curar a un patrullero herido por uno de sus experimentos. “Naturaleza” nos muestra el lado más oscuro de la policía de Gotham al estar narrada y protagonizada la historia por un par de patrulleros corruptos que matan a una chica que ha visto demasiado. Aparentemente, los corruptos parece que se van a librar de su delito, sin embargo la chica tenía una sorprendente protectora que busca venganza.
El guionista de estos episodios es Greg Rucka en solitario, un autor formado en la literatura policíaca y que tanto en esta serie como en su trabajo en “Detective Comics” ha demostrado sobradamente que sabe desenvolverse en este género y resuelve la historia con oficio pero sin acercarse ni de lejos al nivel de tensión que imprime Brubaker a las suyas. El final de Rucka para “Los polis de Keystone” resulta predecible y el reencuentro de Montoya con su padre queda más bien soso sin embargo la historia en conjunto no deja de ser entretenida.
Sin embargo, el gran “pero” de este tomo viene en el apartado gráfico. Desde la marcha de Michael Lark, un gran dibujante cuyo estilo se ajustaba perfectamente a la atmósfera de la serie y dejó una impronta que ninguno de los dibujantes que le han sustituido ha sabido estar a la altura. Stefano Gaudiano es un dibujante con un estilo similar al de Lark pero a sus composiciones le faltan la fuerza y detallismo que imprimía este mientras que el dibujante de “Naturaleza”, Steve Lieber, no deja de ser bastante discreto y casi se carga la historia.
Así que ya saben, si les gustan las historias de policías duros con corazón de oro y el universo de Batman no pueden dejar de seguir esta serie.