Detrás de una estupenda
portada de Javier Olivares, se esconden los treinta autores elegidos por
Santiago García para mostrar su personal panorama de la novela gráfica española
hoy. Una obra indispensable para hacerse una idea del buen momento a nivel autoral
que está viviendo el cómic en España, más allá de su escasa trascendencia fuera
del cerrado mundillo de los pocos aficionados que lo siguen, en la que seguramente son todos los
que están aunque no estén todos los que son, ofreciendo la selección un batiburrillo
heterogéneo de inquietudes y
personalidades como el concepto indeterminado, más allá de la propia voluntad
de identificarse como tales, de los autores que agrupa.
Vaya por delante que
considero que Santiago García – el coordinador y prologuista de esta antología
publicada por Astiberri- es uno de los mayores conocedores, estudiosos y
divulgadores de Cómic españoles. Por ello, no entiendo como en el prólogo de la
obra para ensalzar los valores positivos de los “novelistas gráficos” y
describir la paupérrima industria del cómic nacional ante el potencial público
lector con escasos conocimientos del tema al que imagina dirigirse cae en
el error de despreciar al aficionado y
coleccionista de siempre que sigue siendo el consumidor principal de esa
raquítica industria, al que viene a calificar como un "nostálgico de la infancia"
o un "coleccionista patológico". Es una lástima que a estas alturas, García -y
otros- sean presas de un mal español muy extendido que para ensalzar y
diferenciar sus obras y opiniones respecto a los cómics de género vienen a despreciar a sus aficionados, con parecidos argumentos a los que se venían esgrimiendo hace décadas
por gentes que al menos no se tenían por expertas en tebeos (o quizas, sí)..
Dicho esto, la treintena de
historias incluidas en esta obra no dejan de reivindicar a los autores de aquí,
más allá de su condición o no de novelistas gráficos, autores en su mayor parte
que todavía no han tenido la fortuna de ser profetas fuera de su tierra, y
en algunos casos ni siquiera en ella, esperando encontrar en esta obra una aspiración legítima en cualquier artista, un
vehículo para llegar a ese público potencial ajeno al mundillo, nacional e
internacional, al que convencer de su talento. De forma asumida, García no
cuenta con los autores españoles que están triunfando internacionalmente ya sea
en el mercado mainstream norteamericano -como pueden ser los Aja, Martin,
Janin- , los autores consolidados al otro lado de los Pirineos -como
pueden ser los Prado, Pellejero, Guarnido, ...- para centrarse en una montonera diversa
formada por Paco Alcázar, Antonio Altarriba y Kim, Clara-Tanit Arqué, Gabi
Beltrán y Bartolomé Seguí, Juan Berrio, Ramón Boldú, Gabriel Corbera, Carlos de
Diego, José Domingo, Miguel Gallardo, Miguel Ángel Martín, Max, Micharmut,
Álvaro Ortiz, Pere Joan, Mireia Pérez, Marcos Prior, Rayco Pulido, Sergi Puyol,
Paco Roca, David Rubín, Juanjo Sáez, David Sánchez, Fermín Solís, Santiago
Valenzuela, Juaco Vizuete, Alfonso Zapico, Irkus M. Zeberio.
Se trata por tanto, conociendo en algo los
nombres y trayectorias de estos autores, de una mezcolanza heterogénea de
autores de diversas edades e inquietudes que encuentran bajo la etiqueta
propuesta por García una ventana más para mostrar su producción –en mi Twitter de aquí al lado,
ya sabéis @PAbloUatu, iré haciendo minireseñas de cada una de estas historias- publicitando
en algunos casos directamente sus obras propias con historietas complementarias de su producción o historias dispersas de mayor o menor interés. El conjunto es necesariamente desigual, con historias
excelentes junto a otras que no lo son tanto dependiendo del gusto de cada cuál, como no puede ser de otro modo en
autores que se encuentran en diversos momentos de su carrera profesional y
muestran diversos posicionamientos en torno al cómic como medio de expresión.
En fin, “Panorama” es un
libro bonito y voluntarioso más allá de sus limitaciones, hecho con cariño y esmero en
el que difícilmente el lector que se acerque al mismo -¿de verdad creen que van a acercarse a la obra lectores sin conocimiento previo de cómics?- no encontrará al menos una historia que le
guste, un anzuelo para picar posteriormente con otras obras publicadas de unos autores que
más allá del éxito personal de cada uno no han perdido la ilusión por hacer
cómics. Si ese segundo paso se logra, “Panorama” habrá servido ya para mucho.