ECC inicia la publicación en
España de las obras de Wildstorm tras su compra por DC con “Los Poseídos”, una
curiosa incursión del superheroico Geoff Johns en el género del terror aunando
fuerzas con Kris Grimminger y el dibujante Liam Sharp para elaborar un tebeo de
entretenimiento con una factura más propia de los noventa que de las tendencias
actuales.
Los poseídos es un grupo de
superexorcistas que en su niñez y juventud fueron poseídos por demonios que les
dejaron marcadas huellas tanto físicas como psicológicas. Armados de agua
bendita, oraciones y pistolones los poseídos intentan evitar que otros sufran
la misma experiencia pero cuando su líder es nuevamente poseído por el más
poderoso de los demonios tendrán que hacer uso de toda su pericia para
averiguar si han sido traicionados o forman parte de un arriesgado plan para
acabar de una vez por todas con el mismísimo Diablo.
Alucinada historia de
demonios, exorcismos y posesiones la que se montan Johns y Grimminger tomando como
punto de partida sin ningún pudor referentes cinematográficos ya clásicos del
género como “El Exorcista”, “Vampiros de John Carpenter” y “Blade” en un claro
guiño a una deseada adaptación cinematográfica, pasados por la túrmix de la
estética molona y superficial de la primitiva Image de héroes hiperbólicos,
heroínas neumático y personalidades planas con una historia que se sustenta
exclusivamente en las altas dosis de acción que describe y en un mínimo esfuerzo
entre exorcismo y exorcismo por dotar de algo de personalidad a los personajes
principales sin salirse demasiado de los tópicos más previsibles de las
películas sobre posesiones.
En el aspecto gráfico, Liam
Sharp nos introduce en su particular túnel del tiempo y nos traslada a los
noventa para con un estilo ecléctico influido por los Darrow, Dillon o Ryp basado en los cuerpos hipertrofiados y los espantajos macabros en una
narración abrupta, ágil y cinematográfica
a base de grandes viñetas en las que muestra talento para dibujar
hermosos edificios góticos. Por otro lado, Sharp aprovecha el diseño de página
y la ambientación oscura de la historia
para reducir los fondos al mínimo. A pesar de su habilidad para dibujar grandes
músculos y tetas la expresividad de los personajes es más que limitada con lo
que en ocasiones el parecido entre algunos de ellos ocasiona confusión y
dificulta el seguimiento de la historia.
Si tenemos en cuenta su
falta de pretensiones y asumimos su marcado carácter de producto de
entretenimiento “Los Poseídos” puede ayudar a pasar el rato y agradará
fundamentalmente a los devoradores adolescentes de blockbusters molones mientras se espera a
hacer tiempo a una película palomitera que no creo que tarde muchos años en llegar a las carteleras. Y si
no, al tiempo.