Los Grateful Dead son uno de los grupos más legendarios de la música norteamericana por méritos propios. Un grupo tan genial como inclasificable con una historia de más de cincuenta años, iniciada a mediados de los sesenta, y que, aparte de su particular modo de entender el negocio de la música (probablemente, porque para ellos no era un negocio), ha dado para escribir unos cuantos libros en los que se explican su obsesión con el sonido, la improvisación de temas propios y ajenos, sus interminables giras, su especial relación con sus fanáticos seguidores que los acompañaban de ciudad en ciudad en su vagar interminable de treinta años y su poco saludable relación con las drogas que les llevó a perder más de un miembro por el camino.
Una historia apasionante que os sugiero conozcáis por otras vías porque aquí de momento nos centraremos a lo largo de tres entradas únicamente con su particular relación con el cómic. O, más bien con tres autores de cómics concretos que han realizado distintas portadas y distinto merchandising relacionado con la banda: Gilbert Shelton, Rick Griffin y Timothy Truman.
En 1978, cuando los Grateful Dead ya eran un grupo con una década a sus espaldas encargaron a Gilbert Shelton, el creador de “Los Fabulosos Freaks Brothers”, la portada de “Shakedown Street”, portada que acabaría convirtiéndose por derecho propio en un icono del hippismo y la llamada “contracultura”, con su visión del atardecer en la bahía de San Francisco y la particular fauna que la habitaba. Shelton solo realizó una portada para Grateful Dead pero probablemente sea la más conocida y recordada de la banda.
Hay os dejo con una de las versiones de “Shakedown Street” para que disfrutéis hasta la siguiente entrega.