Viernes por la tarde…Probablemente, uno de los mejores momentos de la semana. Cuando, tras una dura semana laboral decides concederte un rato de tranquilidad para ti mismo e ir al cine a pasar un buen rato de entretenimiento disfrutando de una película. Sin embargo, tras una hora y media viendo “Gamer” la última película de Mark Neveldine y Brian Taylor, uno acaba con los nervios desquiciados y sin tener muy claro si le han tomado el pelo o ha asistido al no va más en cine de acción. Les cuento.
En un futuro próximo, los juegos en la red han evolucionado hasta tal extremo que los jugadores desarrollan sus partidas controlando a otros humanos reales que ceden sus cortezas cerebrales al capricho del jugador. Esta evolución del entretenimiento se debe a la nueva tecnología desarrolla por Ken Castle, quien ha desarrollado dos grandes juegos, uno de ellos similar a “Los Sims” llamado, "Society" y “Slayers”, un juego de acción en el que presidiarios deben matarse entre sí con la promesa de si se alcanzan las treinta victorias ser indultados. Por supuesto, nadie lo ha conseguido hasta que Kable esta a punto de lograrlo, gracias a la pericia de su adolescente controlador. Sin embargo, Castle no tiene ningún interés porque Kable logre su objetivo ya que dispone de cierta información que podría perjudicarle pero antes de poder eliminarlo Kable logra escapar de “Slayers” para intentar encontrar a su familia.
Probablemente, con un poco de sosiego “Gamer” sería una gran película pero los directores llevados por su particular forma de entender el cine de acción a base de movimientos de cámara violentos y frenéticos y un ritmo desenfrenado hacia ninguna parte que impide cualquier tipo de clímax dan al traste con una película llena de buenas ideas y con algún momento glorioso (el bailecito de Michael C. Hall o el gordo que domina a la mujer de Kable en "Society” están muy logrados). Tributaria de películas tan añejas como la entrañable “Tron”o “Perseguido” e incluso si me apuran, “Blade Runner”, los directores probablemente hayan sido capaces de recrear en la pantalla las sensaciones de los populares shooters, pero para lograr ese objetivo dejan de lado los elementos esenciales que caracterizan una buena película, el desarrollo de la historia y el tratamiento de unos personajes atractivos, obteniendo como resultado un batiburrillo bastante inconexo y tontorrón.
Los desquiciantes Taylor y Nevedine dan rienda suelta a su delirante forma de entender el cine sin preocuparse demasiado como cuadran todas las piezas de la historia y dejando simplemente que fluya la adrenalina. No importa que en la película haya actores tan notables como los televisivos Kyra Sedwick –sus mohines son de lo mejor de la película- o Michael C. Hall, quién da sopas con hondas a la máxima estrella de la cinta, el hipermusculado Gerard Butler, quien demuestra encontrarse a sus anchas en estas cintas de acción donde lo único que se le exige es lucir palmito y rictus estreñido.
“Gamer” probablemente se convertirá en un título de culto entre los aficionados a la acción desenfrenada que les guste salir de la sala viendo estrellitas aunque, en mi opinión, no es más que un enorme despilfarro de energía y recursos que podrían haber producido una buena película con un poco más de mesura. Quizás la próxima.
Otras películas de Gerard Butler en El lector impaciente:
“300”
“RocknRolla”.
En un futuro próximo, los juegos en la red han evolucionado hasta tal extremo que los jugadores desarrollan sus partidas controlando a otros humanos reales que ceden sus cortezas cerebrales al capricho del jugador. Esta evolución del entretenimiento se debe a la nueva tecnología desarrolla por Ken Castle, quien ha desarrollado dos grandes juegos, uno de ellos similar a “Los Sims” llamado, "Society" y “Slayers”, un juego de acción en el que presidiarios deben matarse entre sí con la promesa de si se alcanzan las treinta victorias ser indultados. Por supuesto, nadie lo ha conseguido hasta que Kable esta a punto de lograrlo, gracias a la pericia de su adolescente controlador. Sin embargo, Castle no tiene ningún interés porque Kable logre su objetivo ya que dispone de cierta información que podría perjudicarle pero antes de poder eliminarlo Kable logra escapar de “Slayers” para intentar encontrar a su familia.
Probablemente, con un poco de sosiego “Gamer” sería una gran película pero los directores llevados por su particular forma de entender el cine de acción a base de movimientos de cámara violentos y frenéticos y un ritmo desenfrenado hacia ninguna parte que impide cualquier tipo de clímax dan al traste con una película llena de buenas ideas y con algún momento glorioso (el bailecito de Michael C. Hall o el gordo que domina a la mujer de Kable en "Society” están muy logrados). Tributaria de películas tan añejas como la entrañable “Tron”o “Perseguido” e incluso si me apuran, “Blade Runner”, los directores probablemente hayan sido capaces de recrear en la pantalla las sensaciones de los populares shooters, pero para lograr ese objetivo dejan de lado los elementos esenciales que caracterizan una buena película, el desarrollo de la historia y el tratamiento de unos personajes atractivos, obteniendo como resultado un batiburrillo bastante inconexo y tontorrón.
Los desquiciantes Taylor y Nevedine dan rienda suelta a su delirante forma de entender el cine sin preocuparse demasiado como cuadran todas las piezas de la historia y dejando simplemente que fluya la adrenalina. No importa que en la película haya actores tan notables como los televisivos Kyra Sedwick –sus mohines son de lo mejor de la película- o Michael C. Hall, quién da sopas con hondas a la máxima estrella de la cinta, el hipermusculado Gerard Butler, quien demuestra encontrarse a sus anchas en estas cintas de acción donde lo único que se le exige es lucir palmito y rictus estreñido.
“Gamer” probablemente se convertirá en un título de culto entre los aficionados a la acción desenfrenada que les guste salir de la sala viendo estrellitas aunque, en mi opinión, no es más que un enorme despilfarro de energía y recursos que podrían haber producido una buena película con un poco más de mesura. Quizás la próxima.
Otras películas de Gerard Butler en El lector impaciente:
“300”
“RocknRolla”.