Si hay un autor que nunca
decepciona y que está consensuado que es un genio de los tebeos ese es el nipón
Osamu Tezuka, que ostenta con todo merecimiento el rimbombante título de Dios
del Manga. Lo mejor que puedo decir de Tezuka es que no he leído nada de su
ingente producción – y creo que he leído todo lo publicado en España- que no
haya sido como mínimo entretenido. Por ese motivo la última lectura del año se
la tenía reservada a él y su “El libro de los insectos humanos”, que publicó
Astiberri hace unos meses en una estupenda edición. Como era de esperar no me
ha decepcionado pero es que además estamos ante uno de los mejores Tezuka
publicados en nuestro país.
Toshiko Tomura es una
talentosa joven que es la comidilla de todo el país, ya que se ha convertido en
una estrella de la interpretación, ha ganado un prestigioso premio literario
con su primera novela “El libro de los insectos humanos” y ha logrado ganar un
prestigioso concurso de diseño gráfico internacional. La pizpireta y simpatica
Toshiko Tomura tiene un atractivo irresistible pero debajo de esa inofensiva y
absorbente personalidad se esconde una calculadora mujer fatal capaz de
engatusar a los tipos más talentosos antes de acabar con ellos sin que nadie
sospeche. Una auténtica mantis humana.
Osamu Tezuka fue un talento
adelantado a su tiempo y cada vez que aparece publicada en España una nueva
obra suya por muchas décadas que hayan pasado de su edición original en Japón
parece de rabiosa actualidad por su exquisito conocimiento de la condición humana.
Eso ocurre también con este “El libro de los insectos humanos” un absorbente
thriller perteneciente al período más oscuro de la obra de en la que muestra su
dominio de diversos géneros para construir una amarga crítica de la corrupta
sociedad nipona de los setenta personificada en los amorales
personajes que pueblan sus páginas
Tezuka va desarrollando
perfectamente las diversas subtramas a la perfección para que todo acabe
encajando en una historia de final muy alejado del agradecido “happy end” que
podría pensarse. Y es que “El libro de los insectos humanos”, bajo su forma
ligera y su agradable narrativa es una reflexión amarga en la que Tezuka no se
corta en mostrar cómo el crimen sí compensa.
Resultando por sí misma
atractiva la historia ideada por Tezuka, se disfruta muchísimo más por el cómo el
autor construye el cómic. Y es que por aquellas fechas, se publicó en 1970,
Tezuka estaba en plena madurez creativa y derrocha en este cómic talento para
construir una historia riquísima en recursos narrativos tan innovadores y
sorprendentes que muchos de los cuáles resultan ahora novedosos y originales
cuando los vemos aplicar en autores contemporáneos. Tezuka se atreve con todo
-y siendo un maestro de la composición,
las sombras o las onomatopeyas -
todo le sale bien consiguiendo hacernos olvidar que su dibujo nervioso y
naif propio de la animación se adecue a la perfección a una historia tan
descarnada y oscura como la propuesta.
En fin, “El libro de los
insectos humanos” es un Tezuka puro y duro, un cómic absorbente y que no se
puede dejar de leer de la primera a la última página y hasta que otra editorial
nos descubra otra de las maravillas del maestro la máxima expresión del Tezuka
oscuro publicada en nuestro país. Grandioso Tezuka, como siempre