Salvat inaugura la temporada de coleccionables por entregas apelando a la nostalgia con este coleccionable que está previsto conste de dieciséis entregas en el que recupera parte de la mítica “Colección Dumbo”, en la que se publicó lo más granado de los cómics de la Disney en España por primera vez en los años sesenta por Ediciones Recreativas. Una buena noticia para los aficionados a este material para acceder a material inencontrable a precios razonables de autores de la talla de Carl Barks... si no fuese por la deficiente reproducción que ha omitido cualquier intento de restauración y parece directamente escanear los ejemplares de hace cuarenta años.
En esta primera entrega se reúnen cinco historia: Tres historias patunas de Carl Barks en la que destaca la que da título al tomo, una protagonizada por Lobito realizada por Gil Turner y otra de Supergoofy de Paul Murry.
A estas alturas todos sabemos, por poco familiarizados que se esté con este material, que tras la marca Disney trabajaron grandes artistas como Floyd Gottfredson o el propio Carl Barks que desarrollaron durante décadas las aventuras de los personajes de la compañía en los cómics y todo buen aficionado al cómic debería poder valorar. Por eso la idea d,el coleccionable, en las primeras entregas al menos, con un precio realmente popular, sobre todo si se compara con el último intento de publicar la obra de Barks realizado por Planeta, no me parece mala. Sin embargo, creo que se ha perdido una magnífica oportunidad de hacer mejor las cosas con una edición algo más cuidada que al menos incorporara textos introductorios para contextualizar las obras o un simple índice en que acreditara a los autores en vez de mantener incluso los fallos de reproducción de la edición original, la antediluviana rotulación mecánica y la publicidad que aparecía en los originales, detalles que quizás gusten a los viejos lectores pero que a la mayoría que no cuentan -contamos- con ese bagaje nos hace descartar directamente este materia ya que por bueno que sea el contenido hay que cuidar mínimamente el continente.
No sé qué planteamientos se habrán hecho en Salvat más allá de captar el target de los cincuentones y los padres despistados, pero con haber mejorado solo un poco la reproducción, corrigiendo manchurrones y la rotulación seguramente habrían mejorado mucho sus posibilidades de venta. Lástima de oportunidad perdida. Y van…