Andamos desde hace unos días la chiquitina, la mamá y el que les escribe hechos unas caquillas (literal) como consecuencia de unos virus que la peque se cogió a su regreso a la guardería (mira que le tenemos dicho que no coja nada de desconocidos pero ella ni caso), con energías cero y turnándonos en el trono de nuestro hogar con el consiguiente menoscabo de energía. Quizás por eso, se impone una lectura revitalizadora que nos anime a ver si positivizándonos recuperamos en algo la salud. Una lectura como “Dr. Slump”, de Akira Toriyama, que Planeta ha empezado a reeditar aprovechando una nueva edición realizada en Japón hace un par de años.
“Dr Slump” narra las disparatadas aventuras de Sembei Norinmaki, el Dr Slump del título, un estrafalario científico treinteañero y solterón que, como un moderno Geppeto, decide construir el robot más perfecto del mundo, Arale, un róbot con apariencia de niña de diez años que actúa con absoluta independencia y pone a su inventor en las más comprometidas situaciones. El Dr. Slump y Arale vivirán todo tipo de estrafalarias y rocambolescas aventuras en las que conoceremos a nuevos habitantes de Villa Pingüino, el peculiar villorrio en el que viven, o viajarán por el mundo –y por el tiempo- probando los increíbles inventos del chabacano doctor.
Akira Toriyama es popularmente conocido por ser el creador de “Dragon Ball” pero yo, como muchos otros, creo que “Doctor Slump” es su mejor obra, un manga desenfadado y divertido como pocos en el que el autor da rienda suelta a su fabulosa imaginación y a su portentoso talento para la caricatura. Partiendo de influencias que van desde el omnipresente Tezuka y su “Astro Boy” (Alane quiere volar como Astro Boy) o las películas de monstruos radioactivos japoneses hasta llegar al “underground” americano más gamberro de Robert Crumb, Toriyama crea un particular universo de personajes entrañables, conscientes en todo momento de su condición de héroes de papel con licencia para todo en un “totum revolutum” lleno de un humor surrealista, escatológico e infantil al que resulta difícil resistirse.
Toriyama es un mago de la caricatura y del gag cómico convirtiendo el argumento de cada una de las aventuras protagonizadas por Arale y Slump en una mera excusa para incorporar en cada página una miríada de bromas y referencias en forma de personajes secundarios sorprendentes y extraños en constante diálogo entre ellos y el lector, no dudando el mismo Toriyama en convertirse en un personaje más de las historias que nos relata, permitiendo que el lector se pierda desentrañando cada uno de los detalles con los que Toriyama caracteriza a sus personajes y los distintos niveles de lectura que el autor va interponiendo a sus lecturas sin más objetivo que el de divertir y divertirse pero en una narración fluida y ágil absolutamente adictiva.
“Dr. Slump” es un cómic genial y Toriyama se coloca con esta obra a la altura de los Vazquez, Tezuka, Crumb y demás autores capaces de arrancar una sonrisa en cada una de sus páginas. La edición de Planeta resulta espectacular para tratarse de un manga con un precio la mar de apañado. No hay excusa para no probar.
“Dr Slump” narra las disparatadas aventuras de Sembei Norinmaki, el Dr Slump del título, un estrafalario científico treinteañero y solterón que, como un moderno Geppeto, decide construir el robot más perfecto del mundo, Arale, un róbot con apariencia de niña de diez años que actúa con absoluta independencia y pone a su inventor en las más comprometidas situaciones. El Dr. Slump y Arale vivirán todo tipo de estrafalarias y rocambolescas aventuras en las que conoceremos a nuevos habitantes de Villa Pingüino, el peculiar villorrio en el que viven, o viajarán por el mundo –y por el tiempo- probando los increíbles inventos del chabacano doctor.
Akira Toriyama es popularmente conocido por ser el creador de “Dragon Ball” pero yo, como muchos otros, creo que “Doctor Slump” es su mejor obra, un manga desenfadado y divertido como pocos en el que el autor da rienda suelta a su fabulosa imaginación y a su portentoso talento para la caricatura. Partiendo de influencias que van desde el omnipresente Tezuka y su “Astro Boy” (Alane quiere volar como Astro Boy) o las películas de monstruos radioactivos japoneses hasta llegar al “underground” americano más gamberro de Robert Crumb, Toriyama crea un particular universo de personajes entrañables, conscientes en todo momento de su condición de héroes de papel con licencia para todo en un “totum revolutum” lleno de un humor surrealista, escatológico e infantil al que resulta difícil resistirse.
Toriyama es un mago de la caricatura y del gag cómico convirtiendo el argumento de cada una de las aventuras protagonizadas por Arale y Slump en una mera excusa para incorporar en cada página una miríada de bromas y referencias en forma de personajes secundarios sorprendentes y extraños en constante diálogo entre ellos y el lector, no dudando el mismo Toriyama en convertirse en un personaje más de las historias que nos relata, permitiendo que el lector se pierda desentrañando cada uno de los detalles con los que Toriyama caracteriza a sus personajes y los distintos niveles de lectura que el autor va interponiendo a sus lecturas sin más objetivo que el de divertir y divertirse pero en una narración fluida y ágil absolutamente adictiva.
“Dr. Slump” es un cómic genial y Toriyama se coloca con esta obra a la altura de los Vazquez, Tezuka, Crumb y demás autores capaces de arrancar una sonrisa en cada una de sus páginas. La edición de Planeta resulta espectacular para tratarse de un manga con un precio la mar de apañado. No hay excusa para no probar.