Avalado por el Premio alMejor Polar 2013 llega este original noir editado por La Cúpula obra de Anthony Pastor, autor francés de ascendencia
española cuya obra hasta el momento permanecía inédita en España.
Trituro, una pequeña ciudad
norteamericana, que normalmente cuenta con estupendas temperaturas sufre una
inexplicable ola de frío polar que sus habitantes no pueden explicar. Sally
Sallinger, que tras la fuga de su marido Robert tres años atrás con una chica
más joven, intenta sobrevivir al frente
de la
Agencia de Detectives
que llevaba este y sacar adelante a sus dos hijos adolescentes aun cuando no
tenga licencia. A su despacho acude un nuevo cliente, Osvaldo Brown, oscuro
empleado de supermercado al que apodan El Superviviente al haber sobrevivido a
un tiroteo. Osvaldo quiere que Sally descubra la identidad de quién le disparó
para evitar que vuelva para terminar lo que empezó y aunque esta es reacia a
aceptar casos de armas acabará viéndose involucrada en una investigación que la
afecta directamente.
Anthony Pastor lleva a cabo
un interesante ejercicio de estilo en el que aprovecha la estructura del género
negro para reflexionar en torno a la soledad y el desamor con sensibilidad y
contención. Pastor presenta una rica y variopinta galería de personajes heridos
y al borde de la desesperación, destacando, precisamente por encima de la trama
noir, la caracterización de los mismos siendo para mí el principal logro de la obra el cuidado con que el autor ambienta la historia
relacionándola con la fantasmal ciudad de Trituro en la que se vive una
tormenta externa paralela a la de los personajes de Pastor.
En esta obra, Pastor se
muestra como un narrador sensible y exquisito capaz de mantener atrapado al
lector merced a unos recursos narrativos sobrios y un dibujo naif, expresivo y
detallista de trazos gruesos y cuidado colorido con los que refuerza la
ambientación de una historia en la que la atmósfera está cuidada al milímetro
para reforzar la narración. De hecho, Pastor ha asimilado los hallazgos de un clásico del Polar como Tardi, modernizando muchos de sus hallazgos y mimetizando sobre todo en el uso del color a autores anglosajones contemporáneos como Lark, Phillips y Cooke.
“Castilla Drive” comparte similitudes con la estupenda “Balas
Perdidas” de David Lapham en primar la ambientación y la caracterización de los
personajes sobre el thriller aunque “Balas Perdidas” estaría en la tradición del hard boiled norteamericano y “Castilla Drive” se situaría en la del Polar
francés. Además la obra también se
emparenta con el universo noir que los
hermanos Coen desarrollaron en “Fargo”,
sustrayendo el componente irónico que estos derrochaban por el dramatismo de
unos personajes a punto de claudicar a la desesperación, pero que intentan
sobrevivir día a día. En ese sentido, “Castilla Drive” no es una obra amable ni
fácil ya que la vida de sus protagonistas no lo es y se presenta ajena a
cualquier idealización con la ilusión de realismo más allá de lo rocambolesco
de la trama sea muy vívida y ayude a atrapar al lector.
“Castilla Drive” no es un
polar al uso y más allá de la intriga el autor fija su atención en la
poéticamente patética historia de amor y desamor que desarrolla, siendo la obra
una excelente carta de presentación en España de su autor. Ojalá venda lo suficiente para que veamos pronto publicada
el resto de las obras de Pastor.