Esta tarde repasando viejos
cómics –bueno, no tan viejos- ha vuelto a caer en mis manos “The Pro: La
Profesional” esta curiosa sátira publicada hace años por Aleta/Recerca y
que Ennis y Conner, publicaron dando su contenido difícilmente encajable dentro del mainstream más formulaico en la independiente Image. Una obra en la que tras la satira esperpéntica
y cafre que tanto gusta a Ennis hace una interesante reflexión en torno al género
y su propio posicionamiento respecto al mismo.
La historia nos cuenta cómo
una chica de la calle que se dedica a hacer mamadas para sacar adelante a su bebé es convertida por los azares de unos alienígenas curiosos en una superheroina.
La tipa, que es vulgar y chabacana como ella sola, acaba enrolada en un supergrupo la
Liga del Honor por la pasta, pero no acabará de encajar ya que sus modales y
terrenales inquietudes chocarán con los altos ideales y las formas estiradas de los miembros del
grupo. Sin embargo, en el momento clave, La Profesional acabará comportándose
como toda una superheroina.
En una
lectura rápida “The Pro” no va más allá de la mera sátira superficial y
salvaje al género superheroico que tanto disgusta a Ennis. Sin embargo, bajo
esa patina de humor facilón y machista que tanto mola a sus seguidores, el
guionista deja entrever más de una interesante reflexión en torno al género
superheroico exponiendo los motivos de su disgusto.
En el fondo, “The Pro” es la
enésima vuelta de tuerca en torno al mito de Pigmalión en el que unos
moralistas superhéroes émulos de los más icónicos miembros de la Liga de la
Justicia de América de DC intentan llevar por el camino recto a la descarriada
prostituta lo que da lugar a situaciones de lo más cafre y excesivas propias
del humor grueso que tan bien practica Ennis.
A pesar de ello y más allá
de su superficie chabacana, infantil y excesiva que puede provocar el rechazo inicial, “The Pro” es uno de los mejores trabajos de Ennis Un tebeo en el que sin ser Bernard Shaw ni George
Cukor, plantea con lucidez los contrastes entre los problemas “reales” de la
protagonista frente a la fantasía ideal y edulcorada de los icónicos superhéroes,
poniendo incluso en boca de aquella buena
parte de las razones por las que el autor desprecia el género. Este
planteamiento antitético entre realidad y fantasía como fuente de situaciones cómicas,
violentas y extremas sería la base que años más tarde Millar explotaría en su
aclamada “Kick-Ass”.
También resulta curioso
comprobar como, a pesar de ese desprecio continuo y el humor gamberro e infantil general de la obra, Ennis conoce perfectamente los engranajes
del género superheroico y sus personajes más icónicos a los que satiriza plasmando con
acierto versiones chuscas de algunos de los más reconocibles a los que hace
objeto de su escarnio descarnado. Sin embargo, y a pesar de toda su pretendida radicalidad,
en el fondo Ennis no se atreve en el desenlace de la obra de transgredir las
convenciones que crítica, convirtiendo
finalmente a la antiheroina protagonista en una auténtica heroína, lo que en buena medida pone en enteredicho toda su crítica anterior.
En el aspecto gráfico,
Amanda Conner realiza un gran trabajo imprimiendo el toque caricaturesco que la obra
precisa y reflejando con acierto los gags chuscos y suavizando la violencia
extrema que Ennis prodiga y reflejando con acierto las esperpénticas versiones de los héroes DC
que satiriza.
Sin ser tan salvajemente
demolera y desprejuiciada como “Marshall Law” ni tan reiterativa como la versión
extendida que el mismo Ennis ha realizado años después en “The Boys”, “The Pro”
es una obra original que de un modo ingenioso e inteligente introduce
una crítica perspicaz a algunas de las principales convenciones del género
superheroico desde un saludable planteamiento cómico aunque, en mi opinión,
parte de su brillantez se difumina en los tics y tópicos de los que tanto abusa
Ennis cuando se desata. A pesar de todo, “The Pro” es un cómic lo suficientemente interesante como para merecer una
segunda relectura.