martes, 10 de abril de 2012

“Doc Savage: El Señor del Relámpago”, de Paul Malmont, Howard Porter, Jason Starr y Scott Hampton.

 Hay personajes que tienen mala suerte o simplemente se les ha pasado el arroz y se intente lo que se intente no acaban de cuajar en cómic. Un gran ejemplo de esto es Doc Savage, estrella indiscutible de la novelería pulp en la primera parte del  siglo pasado, que a diferencia de otros compañeros literarios nadie ha sido capaz de  actualizar con éxito posteriormente. De hecho, ni las adaptaciones que se han intentado a otros medios han cuajado, la película ochentera solo puede calificarse de bodrio y todas las adaptaciones al cómic han contado con corta vida a pesar de la competencia de la mayor parte de sus autores. Y, a pesar de ello, es tal la grandeza del personaje que inasequibles al desaliento cíclicamente se vuelve a activar el interés por el mismo conforme una nueva editorial se hace con sus derechos y vuelve a intentarlo. Los últimos han sido los de DC convirtiendo a Savage Jr. en el pilar sobre el que se iba a vertebrar toda una línea de cómics, la interesante línea “First Wave”, otorgando al personaje una nueva serie regular realizada por todo un experto en pulps como el guionista Paul Malmont secundado por el dibujante Howard Porter. En principio, todo muy interesante hasta que abres el tebeo esperando al menos que esté en la línea de la miniserie que sirvió de presentación al universo “Fist Wave realizada por el dúo Azzarello/Morales y resulta que no hay por donde cogerlo. Una pena.


En los primeros cinco números de la nueva serie regular que propone ECC Ediciones, nos encontramos con que el gran Doc Savage y sus ayudantes, los 5 Fabulosos, son víctimas de los repentinos ataques eléctrico de un villano conocido como El Señor del Relámpago contra sus instalaciones. Intentando escapar de tan peligroso contrincante, Savage y sus colegas pasan a la clandestinidad ayudados por un supermagnate griego que les ofrece refugio sin saber que les lleva a una nueva trampa.


Este esquemático resumen puede servir de guía de lectura para quién se atreva con el tebeo ya que me temo que el trabajo de Malmont y Porter es tan deficiente que resulta difícil una historia de género tan en principio sencilla. Y es que Malmont, un escritor con una larga trayectoria como escritor de pulps y best sellers, paga los platos rotos de su presentación como guionista de cómics proponiendo una confusa historia carente de ritmo y lógica en la que los personajes aparecen y desaparecen sin orden ni concierto. Tampoco ayuda precisamente a Malmont la labor gráfica de un pésimo Howard Porter, un dibujante estático y despersonalizado que afea allá donde pone el lápices y en estos episodios intenta emular  a los Ross, J.G. Jones o Morales quedándose en un quiero y no puedo,  resultando en ese sentido lo mejor las portadas de J.G. Jones y John Cassaday.

Realmente tras el amargor que deja la lectura de estas nuevas historias de “Doc Savage”, uno ha disfrutado enormemente con la historia que complementaba esta serie “Justice Inc” protagonizada por otro héroe pulp, El Vengador y sus ayundantes reunidos en “Justice Inc.”, guionizada por Jason Starr y dibujada por Scott Hampton. Tampoco es una historia para tirar cohetes pero Starr y Hampton actúan con cierta lógica con una historia de presentación que establece las pautas del personaje y su tratamiento. Se trata de un thriller en el que El Vengador –un multimillonario transformista que tras la muerte de su familia se dedica a luchar contra el crimen con métodos poco ortodoxos- tiene que salvar a uno de sus ayudantes raptado por un criminal que le exige un millón de dólares para liberarlo. Starr muestra su capacidad y desarrolla con oficio la historia al tiempo que caracteriza a los personajes siendo coherente con la tradición pulp pero otorgándole el toque realista que el universo First Wave preconiza (básicamente, hace que las capacidades transformistas del personaje no dependan de sus poderes sino de su talento para disfrazarse). En el aspecto gráfico, Scott Hampton, el hermano de Bob, realiza un trabajo sobrio y tenebrista a lo Michael Lark, siguiendo un estilo que se ha impuesto en este tipo de temáticas negras.

En fin, una pena que resulte más rica la guarnición y el postre (los artículos de Alfons Moliné son estupendos) que el supuesto plato principal. Más, todavía, porque este tebeo tan flojo ha sido el elegido por parte de ECC para anunciar un ambicioso plan para publicar todo el material clásico –tanto Marvel como DC- protagonizado por el Hombre de Bronce. Esperemos que en la próxima entrega de esta serie, que ya llegaría hasta su cancelación en el número 17, desaparecido Malmont sustituido por otros guionistas la cosa remonte. La verdad tampoco es muy difícil.