Me entero por El Mundo y Público que Jordi Plana, el abogado defensor de Manel Fontdevila y Guillermo Torres, va a recurrir la sentencia por la que se condenaba a estos a pagar 3000 euros cada uno por el consabido asunto de la caricatura de los príncipes de la que ya comenté algo aquí. Si lo que publica la noticia es cierto y tal como apunta Plana en el juicio se les impidió presentar pruebas nos encontraremos ante una vulneración gravísima del Estado de Derecho llevada a cabo precisamente por aquellos que se supone son sus máximos garantes, los magistrados de la Audiencia Nacional.
Sin haber leído la sentencia es un poco aventurado hipotetizar sobre los fundamentos para no admitir durante el juicio un recurso que en un primer momento sí se admitió pero si es cierto y se privó a los acosados (perdón, acusados) de un arma procesal para defenderse se caería en la indefensión que señala Plana y la anulación del juicio estaría justificada. Las pruebas que se enumeran en los periódicos a mí me parecen pertinentes y sorprende que ni siquiera fuesen admitidas en el juicio por el juez Honrubia…
Este asunto cada vez es más turbio y sonrojante y la sensación de que Manel y Guillermo han sido elegidos como vícitimas propiciatorias para marcar una línea a un derecho inalienable como es el de la Libertad de Expresión resulta muy dificil de ignorar. Algo huele a podrido y no precisamente en Dinamarca…
Sin haber leído la sentencia es un poco aventurado hipotetizar sobre los fundamentos para no admitir durante el juicio un recurso que en un primer momento sí se admitió pero si es cierto y se privó a los acosados (perdón, acusados) de un arma procesal para defenderse se caería en la indefensión que señala Plana y la anulación del juicio estaría justificada. Las pruebas que se enumeran en los periódicos a mí me parecen pertinentes y sorprende que ni siquiera fuesen admitidas en el juicio por el juez Honrubia…
Este asunto cada vez es más turbio y sonrojante y la sensación de que Manel y Guillermo han sido elegidos como vícitimas propiciatorias para marcar una línea a un derecho inalienable como es el de la Libertad de Expresión resulta muy dificil de ignorar. Algo huele a podrido y no precisamente en Dinamarca…