Pregunta: En estos tiempos en los que el cine de animación está absorbiendo a tantos dibujantes, ¿qué futuro tiene la historieta?
Milo Manara: La mayor potencia de la historieta está en su pobreza. Para hacer una, hacen falta solamente ideas, papeles y un lápiz. Justamente lo contrario que pasa en el cine, donde muchísimos aspectos creativos están subordinados a las posibilidades económicas. Todos los días escuchamos que se viene una gran crisis de recursos, que nuestra forma de vida no será sostenible cuando China e India entren a disputar los bienes de consumo. Yo creo que en un escenario así las viñetas están llamadas a cumplir un papel muy importante. Son baratas y pueden ofrecer libertad a los que menos tienen.
Pregunta: El cómic erótico trabaja con el pensamiento y la sensualidad de manera simultánea. Después de tantos años de experiencia, ¿cómo interpreta la relación que hay entre ambos mundos?
Manara: Todo pasa por la inteligencia. Sin seres inteligentes no hay seducción. La hermosura que se puede encontrar en un cuerpo tiene que ver con una forma de percibirlo, y eso ya es pensamiento. Cuando era más joven, a veces apuraba el paso para alcanzar a la chica que caminaba delante de mí. Me intrigaba conocer qué había del otro lado de esa belleza visible. El tiempo que mediaba entre la decisión de seguirla y el hecho de conocer su cara era y es terreno de la fantasía, un juego en el que la imaginación construía a piacere. Después usé eso para dibujar. La inteligencia aquí no está relacionada con lo complicado ni con tener una «cultura formal», sino con darse la posibilidad de jugar. Una de las emociones más intensas que yo tuve en el plano erótico se dio de forma muy simple, una vez que sorprendí a una señorita quitándose la bombacha. No se le vio absolutamente nada. Pero está todo acá. Tutto qua (se señala la cabeza varias veces).
(De una entrevista concedida por Milo Manara en 2007 a la revista mexicana “Rancho Las Voces” y que pueden leer completa aquí).
Milo Manara: La mayor potencia de la historieta está en su pobreza. Para hacer una, hacen falta solamente ideas, papeles y un lápiz. Justamente lo contrario que pasa en el cine, donde muchísimos aspectos creativos están subordinados a las posibilidades económicas. Todos los días escuchamos que se viene una gran crisis de recursos, que nuestra forma de vida no será sostenible cuando China e India entren a disputar los bienes de consumo. Yo creo que en un escenario así las viñetas están llamadas a cumplir un papel muy importante. Son baratas y pueden ofrecer libertad a los que menos tienen.
Pregunta: El cómic erótico trabaja con el pensamiento y la sensualidad de manera simultánea. Después de tantos años de experiencia, ¿cómo interpreta la relación que hay entre ambos mundos?
Manara: Todo pasa por la inteligencia. Sin seres inteligentes no hay seducción. La hermosura que se puede encontrar en un cuerpo tiene que ver con una forma de percibirlo, y eso ya es pensamiento. Cuando era más joven, a veces apuraba el paso para alcanzar a la chica que caminaba delante de mí. Me intrigaba conocer qué había del otro lado de esa belleza visible. El tiempo que mediaba entre la decisión de seguirla y el hecho de conocer su cara era y es terreno de la fantasía, un juego en el que la imaginación construía a piacere. Después usé eso para dibujar. La inteligencia aquí no está relacionada con lo complicado ni con tener una «cultura formal», sino con darse la posibilidad de jugar. Una de las emociones más intensas que yo tuve en el plano erótico se dio de forma muy simple, una vez que sorprendí a una señorita quitándose la bombacha. No se le vio absolutamente nada. Pero está todo acá. Tutto qua (se señala la cabeza varias veces).
(De una entrevista concedida por Milo Manara en 2007 a la revista mexicana “Rancho Las Voces” y que pueden leer completa aquí).