“¿Qué pasaría si mezcláramos
la cultura Punk con el género zombi?” Que surge alto tan descabelladamente divertido
como este “The Zumbies”, obra del guionista Yan Lindingre y el dibujante
Julien/CDM, que Dibbuks ha editado en España en un cuidado integral que reúne
los dos álbumes que reúnen el conjunto de las historias cortas publicadas en el
semanario satírico “Fluide Glacial”.
Estamos en el año 2020 y la
Tierra ha sufrido las consecuencias del calentamiento global que
ha desintegrado las formas sociales prestablecidas. Los
políticos causantes del desastre han sido desterrados y la gente se agrupa en
dos grandes grupos de fanáticos enfrentados. Por un lado, están los fanáticos
religiosos de la Iglesia Católica Reconcilidada y por otro los fanáticos de la
música conocidos como los Rockeros Confederados. En este contexto, surgen The
Zumbies un grupo que ha vuelto de la tumba gracias a
una misteriosa fórmula para llevar al extremo más cafre eso de vivir rápido,
morir joven y convertirse en un bonito cadáver.
La verdad es que no he
podido resistirme con esta cafrada que aprovecha el tirón que ha tenido en los
últimos tiempos el género zombi para subirse al tren con un conjunto de
historias satíricas en la que se mezcla el gore con la cultura y buen gusto
musical que vuelcan sus autores
y que la hacen destacar sobre obras parecidas, incorporando en unas historias evocadoras del underground norteamericano de los
“The Freak Bros”. múltiples homenajes a lo mejor de los mitos del punk rock, por lo que no será difícil identificar para los aficionados a la música
múltiples referencias a grupos clásicos e imprescindibles como The Ramones, The
Cramps o Blondie.
Lindingre monta una serie de
historias iconoclastas, desvergonzadas y salvajes, llenas de referencias a las
drogas, la música rock y el sexo necrófilo en las que no deja títere con cabeza,
cargando con alegre rebeldía punk contra todo tipo de autoridad evocando el espíritu irreverente y
constetatario del underground norteamericano más que la tradición de la Bande
Dessinée.
Es cierto que la trama general limitada a mandar al grupo en una gira sin fin por los márgenes de la civilización se acaba volviendo cada vez más
incoherente conforme avanza la serie dada la escasa conexión que mantienen entre
sí las historias pero la efectividad de su humor ácido y valiente se mantiene y si se las considera
como fueron ideadas inicialmente como piezas
separadas para su publicación en revista se disfrutan muchísimo.
Donde “The Zumbies” tiene un
acabado especialmente destacable es en el excelente trabajo del dibujante
Julien/CDM que con un estilo de dibujo caricaturesco y detallista que mezcla detalles
de clásicos undergrounds y satíricos de "MAD" como Wood, Shelton o Aragonés, la
tradición caricaturesca francobelga de un Didier Conrad y la modernidad de los
"Gorillaz" de Jamie Hewlett.
Sin embargo, Julien/CDM no se limita a imitar a sus
mayores y muestra una rica variedad de recursos jugando con una
variada composición de página para dar mayor vistosidad a las historias y,
sobre todo, con el acabado cromático en el que a partir de un bitono en el que sobre
el verde pútrido predominante va incorporando otros colores para reforzar la
comicidad de determinados gags.
En definitiva, más allá de
sus excesos o precisamente por estos “The Zumbies” es un estupendo
entretenimiento que sabrán apreciar no solo los aficionados al música sino
todos los que les guste el buen cómic.