Curiosa esta “novela
gráfica” publicada por ECC Ediciones en las que el guionista Gerard Jones y el
dibujante Gene Ha intentan relacionardos universos tan aparentemente desconectados
como el del rock and roll y el batmaniaco.
Izaak Crowe es una estrella
del rock que, aparentemente enloquecida, arrasa con unos estudios de grabación
antes de iniciar una diáspora en la que convence a miles de seguidores para
recuperar a cualquier precio la pureza original de la música Rock. ¿El confuso
Izaak es el visionario mesias de una nueva religión o un pobre músico
manipulado por los que lo rodean? Batman y Robin, desde posiciones encontradas,
intentarán descubrir el misterio que se oculta tras el Hijo de la Fortuna.
Irregular historia la que
ideó el agudo Gerard Jones en torno a los clichés de la Cultura Rock
adaptándolos a las convenciones clásicas del Batman detective en una historia
alucinógena que si acaso Archie Goodwin hubiera revisado al completo y no solo
el primer borrador ahora sería más recordada. Jones fuerza los elemento de la confusa trama para desarrollar una historia cuyo
máximo aliciente estriba en disfrutar de las posiciones enfrentadas entre un
estirado Batman, que emula a los padres de los cincuenta que veían en el Rock la
“música del diablo”, y un entusiasta Robin que simpatiza con Izaak. La historia
está repleta de buenas situaciones y los guiños a la Historia del Rock y
las referencias a grupos, canciones y anécdotas son constantes, por lo que
resulta aún más decepcionante que el resultado en su conjunto sea tan burdo.
En el aspecto gráfico, Gene
Ha realiza un buen trabajo alejado de las fantasiosas situaciones de “TopTen” con un dibujo de corte realista y
sobrío que emula a dibujantes ochentenos como Matt Wagner, Denys Cowan o Frank
Miller. Ha realiza un cuidado trabajo de composición y en la caracterización de
los personajes pero narrativamente el tebeo acusa lo confuso del guión.
En fin, “Batman El Caballero
Oscuro: Hijo de la Fortuna” es un tebeo anecdótico dentro del Corpus de
Batman, planteando magníficas posibilidades pobremente desarrolladas. Gustará sobre todo a los seguidores del Murciélago más rockeros.