
Parece que dos genios del cine como
Bergman y
Antonioni se han puesto de acuerdo para dejarnos el mismo día. Dejan al cine en general y el europeo en particular bastante huérfano de ideas y sobre todo de ese algo indefinible que los dos supieron insuflar a sus películas, gustasen más o menos, y que solemos llamar “estilo”. Me gusta imaginarlos, si existe algo más allá de la muerte, en algún café bohemio y decandente discutiendo sobre sus concepciones del cine, del teatro y de la política. En definitiva, de la Vida.
Antonioni cultivó un
Neorrealismo militante y un activismo político que le llevó a definirse como un “marxista intelectual”. Su película más emblemática (y mi preferida) fue “
Blow Up”, basado en un cuento de otro genio, mi admirado
Julio Cortázar, “
Las babas del Diablo”.
D.E.P.