Estos días que quién más quien menos disfruta de unos días de descanso en alguna playita, en alguna montaña o en el salón de casita con el aire acondicionado, una buena opción para pasar el rato es abrir una cervecita fresquita y enfrascarse en la lectura de “Hitman”, de Garth Ennis y John McCrea,, un tebeo sin demasiadas pretensiones, divertido, gamberro y bien hecho, ideal para olvidarse de los calores y las preocupaciones.
“Hitman” nos narra las aventuras y desventuras de Tommy Monaghan un asesino a sueldo de medio pelo criado en uno de los peores barrios de Gotham, El Caldero, que por esas casualidades que sólo pasan en los cómics estaba en el momento y sitio justos para ser atacado por un extraterrestre que pasaba por allí. Como consecuencia de ello, Monaghan adquiere superpoderes, una telepatía limitada y visión de rayos X. Sin embargo, un gran poder no conlleva una gran responsabilidad y Monaghan usará sus poderes para convertirse en el mejor asesino de la ciudad. Un asesino letal especializado en acabar con gente con poderes pero con un rígido código ético que le hace no matar a nadie que no crea que se lo merezca, lo que le llevará a ser perseguido tanto por la Mafia como por los más variopintos demonios.
Partiendo de este curioso planteamiento para un cómic pretendidamente de superhéroes Ennis y McCrea durante más de sesenta números construyeron y desarrollaron la personalidad de un antihéroe en unas historias en la que Ennis se centra fundamentalmente en poner en solfa con su socarrón, divertido y facilón humor al género superheroico a través de un personaje secundario, sixpack, que sirve de declaración de principios del irlandés acerca del género y los distintos encuentros del duro y guasón Monaghan con lo más granado del Universo DC desde Green Lantern a Batman, sin olvidarse de Superman con el que comparte una historia que fue premiada con un Eisner en 1999, y dejar patente, como ya hiciera en su opera prima, “Predicador”, su amor por los géneros cinematográficos más violentos, incorporando a sus historias constantes homenajes y referencias tanto a películas, como a actores y directores.
Generalmente, se ha considerado “Httman” una obra inferior a “El Predicador” por la crítica y aunque sin duda nos encontramos ante una historia mucho menos ambiciosa en cuanto a su temática y pretensiones, precisamente por ello y su carácter iconoclasta está mejor desarrollada por parte de Ennis, careciendo de ese bajón tan acusado que, al menos yo, percibo en la historia de Jesse Castell. En “Hitman”, Ennis enlaza mejor las tramas y conforma un marco en el que el autor se muestra mucho más cómodo para hilvanar historias llenas de ritmo, acción y violencia a raudales, sí, pero también divertidas, imaginativas y originales, a pesar de los constantes homenajes declarados u ocultos que el guionista realiza.
Ennis en esta serie se cenrtra en ofrecer su particular visión de la amistad masculina –un tema también tratado en “El Predicador”- a través de las tarantinianas conversaciones que Monaghan mantiene con sus colegas en Noonan’s, el bar en el que se reúnen, y su particular relación con el dueño del bar y su sobrino, Pat, o con su colega Natt, el sobrero, que a modo de particular sidekick comparte la mayoría de sus aventuras, y deja patente -una vez más- su fascinación por los tipos duros incapaces de mostrar sus sentimientos.
En el aspecto gráfico, “Hitman” está dibujanda por John McCrea, un dibujante irlandés colaborador habitual de Ennis en muchos de sus proyectos desde los tiempos de “2000 A.D” y con quién también ha trabajado para DC en “Demon”. McCrea es un dibujante de trazo grueso y bastante sobrio pero dotado de una más que correcta capacidad para la narración, capaz de trasladar hábilmente al papel todas las locas ideas de Ennis y salir airoso de ellas y, aunque al principio, cueste acostumbrarse a su estilo hay que reconocer su merito en el éxito de la serie.
Los 14 primeros números de “Hitman” fueron publicados en su momento por Norma Editorial y la serie completa sido recopilada recientemente por Planeta de Agostini en tres volúmenes dentro de la línea Universo DC, que, además, incluyen las primeras apariciones del personaje en Demon Annual 2 en 1993 y Batman Chronicles (1996) y una historia junto a la Liga de la Justicia de América que habría que englobar hacia mitad de la serie regular.
Ya saben, si no tienen lectura para el verano, prueben con “Hitman”. Les gustará o no, pondrán el grito en el cielo o se lo pasarán bomba con las incorrecciones de Ennis, pero de lo que estoy seguro es que no se aburrirán.
“Hitman” nos narra las aventuras y desventuras de Tommy Monaghan un asesino a sueldo de medio pelo criado en uno de los peores barrios de Gotham, El Caldero, que por esas casualidades que sólo pasan en los cómics estaba en el momento y sitio justos para ser atacado por un extraterrestre que pasaba por allí. Como consecuencia de ello, Monaghan adquiere superpoderes, una telepatía limitada y visión de rayos X. Sin embargo, un gran poder no conlleva una gran responsabilidad y Monaghan usará sus poderes para convertirse en el mejor asesino de la ciudad. Un asesino letal especializado en acabar con gente con poderes pero con un rígido código ético que le hace no matar a nadie que no crea que se lo merezca, lo que le llevará a ser perseguido tanto por la Mafia como por los más variopintos demonios.
Partiendo de este curioso planteamiento para un cómic pretendidamente de superhéroes Ennis y McCrea durante más de sesenta números construyeron y desarrollaron la personalidad de un antihéroe en unas historias en la que Ennis se centra fundamentalmente en poner en solfa con su socarrón, divertido y facilón humor al género superheroico a través de un personaje secundario, sixpack, que sirve de declaración de principios del irlandés acerca del género y los distintos encuentros del duro y guasón Monaghan con lo más granado del Universo DC desde Green Lantern a Batman, sin olvidarse de Superman con el que comparte una historia que fue premiada con un Eisner en 1999, y dejar patente, como ya hiciera en su opera prima, “Predicador”, su amor por los géneros cinematográficos más violentos, incorporando a sus historias constantes homenajes y referencias tanto a películas, como a actores y directores.
Generalmente, se ha considerado “Httman” una obra inferior a “El Predicador” por la crítica y aunque sin duda nos encontramos ante una historia mucho menos ambiciosa en cuanto a su temática y pretensiones, precisamente por ello y su carácter iconoclasta está mejor desarrollada por parte de Ennis, careciendo de ese bajón tan acusado que, al menos yo, percibo en la historia de Jesse Castell. En “Hitman”, Ennis enlaza mejor las tramas y conforma un marco en el que el autor se muestra mucho más cómodo para hilvanar historias llenas de ritmo, acción y violencia a raudales, sí, pero también divertidas, imaginativas y originales, a pesar de los constantes homenajes declarados u ocultos que el guionista realiza.
Ennis en esta serie se cenrtra en ofrecer su particular visión de la amistad masculina –un tema también tratado en “El Predicador”- a través de las tarantinianas conversaciones que Monaghan mantiene con sus colegas en Noonan’s, el bar en el que se reúnen, y su particular relación con el dueño del bar y su sobrino, Pat, o con su colega Natt, el sobrero, que a modo de particular sidekick comparte la mayoría de sus aventuras, y deja patente -una vez más- su fascinación por los tipos duros incapaces de mostrar sus sentimientos.
En el aspecto gráfico, “Hitman” está dibujanda por John McCrea, un dibujante irlandés colaborador habitual de Ennis en muchos de sus proyectos desde los tiempos de “2000 A.D” y con quién también ha trabajado para DC en “Demon”. McCrea es un dibujante de trazo grueso y bastante sobrio pero dotado de una más que correcta capacidad para la narración, capaz de trasladar hábilmente al papel todas las locas ideas de Ennis y salir airoso de ellas y, aunque al principio, cueste acostumbrarse a su estilo hay que reconocer su merito en el éxito de la serie.
Los 14 primeros números de “Hitman” fueron publicados en su momento por Norma Editorial y la serie completa sido recopilada recientemente por Planeta de Agostini en tres volúmenes dentro de la línea Universo DC, que, además, incluyen las primeras apariciones del personaje en Demon Annual 2 en 1993 y Batman Chronicles (1996) y una historia junto a la Liga de la Justicia de América que habría que englobar hacia mitad de la serie regular.
Ya saben, si no tienen lectura para el verano, prueben con “Hitman”. Les gustará o no, pondrán el grito en el cielo o se lo pasarán bomba con las incorrecciones de Ennis, pero de lo que estoy seguro es que no se aburrirán.