Cuando los autores anuncian
que retoman una serie de éxito previamente habían dado por concluida se
encienden las alarmas entre los aficionados quiénes sospechamos que tras el
anuncio se esconde una astuta y baja maniobra comercial para aprovechar
nuestras debilidades completistas con nuevas entregas alejadas de los niveles
de calidad precedentes. Si además si la serie tiene una estructura hermética
tan cerrada y refinada como la que presentaba la trilogía “Ken Games” con la
que la que se dio a conocer al gran público el dúo formado por Jose Robledo y Marcial
Toledano los resquemores son muchos mayores. Sin embargo, que no cunda el
pánico y todo el mundo se tranquilice
pues “Louviers”, la anunciada precuela
de “Ken Games” que acaba de publicar Diábolo Ediciones en España tras su
reciente publicación por Dargaud en Francia, es por sí mismo un álbum con la
suficiente entidad como para que nadie pueda sentirse decepcionado y que sin
añadir nada a la historia principal profundiza en algunos de sus secundarios.
La relación entre Anne y
Louviers hace aguas por la falta de comunicación… Una historia corriente, si
Anne y Louviers no fuesen dos letales asesinos pertenecientes a una oscura
organización que los ha entrenado para sus fines desde la infancia. Tras cortar
drásticamente con Anne, Louviers inicia una nueva misión de incógnito en el
caótico Timoka donde tendrá, bajo la fachada de un reportero de guerra, acabar
con un traficante de armas. La cosa se complica cuando Louviers, incapaz de
olvidar a Anne, descubre que su objetivo es uno de sus antiguos compañeros de
infancia y que otro misterioso asesino ha sido enviado para asegurarse que
cumple su misión o acabar con su vida.
José Robledo y Marcial
Toledo que recibieron el aplauso generalizado por “Ken Games” rizan el rizo con
esta intensa y novedosa cuarta entrega en la que profundizan y complementan la
historia principal sin que su lectura
sea imprescindible para su total disfrute. En esta precuela, se retoman
personajes como Anne – la protagonista absoluta de la tercera entrega- y un
secundario como Louviers quién se erige en el protagonista absoluto en una bien
construida trama de suspense que nada tiene que envidiar las anteriores (¿o es
posteriores?) entregas de la serie y que con acierto traslada la acción del
ambiente urbano de los otros álbumes a una ciudad tomada.
En este guión, Jose Robledo
muestra su habilidad para partiendo de diversas influencias entre las que se
pueden rastrear series como “Alias” a películas como “Mentiras Arriesgadas” o “Sr.
& Sra. Smith” y cómics tan exitosos e interesantes como “XIII” o “Los leones de Bagdad” construir una historia con entidad propia que destaca por la
excelente ambientación, especialmente de la zona bélica que recuerda clásicos como "Territorio Comanche", la cuidada
caracterización de los personajes - Louviers en esta historia recuera al protagonista de la brillante "Días Contados"- y la más que correcta dosificación de la
trama que mantiene al lector atrapado desde el principio al final del álbum
respetando la esencia de la serie principal.
Gráficamente, la obra es
excelente y refleja perfectamente la evolución artística de Marcial Toledano
que en este álbum da un salto cualitativo importante confirmando todo lo bueno
que encontramos en las anteriores entregas con un planteamiento ambicioso y en el que saca partido a todos esos recursos
gráficos que –tratamiento del color, uso de onomatopeyas- que son propios del
medio y tanto nos hacen disfrutar a los que disfrutamos con la narración en
viñetas. Desde la estupenda primera página, las onomatopeyas nos introducen
directamente en la historia a través de un elegante flashback pero además el
uso de las transiciones es exquisito y los recursos gráficos para trasladar
información al lector muy vistosos (el tratamiento del color para reflejar las emociones de los personajes está muy logrado), variados
e imaginativos – brillante la composición de página con la conversación por móvil, por ejemplo- demostrando además su disposición por asumir cualquier reto incorporando incluso el
lenguaje de signos en la historia con acierto. Marcial Toledano ha sabido construir un estilo característico estudiando lo mejor del manga y el cómic norteamericano para reforzar la clásica narrativa de la BD europea con refrescantes giros y sorpresas estilísticas que hacen de este álbum una lectura superior a la media.
Para los que no hayan leído
nada de la serie, mi consejo es que la presente precuela a pesar de numerarse como
número cero se lea tras los tres primeros álbumes ya que de este modo se
mantiene la idea original de cerrar la historia al enlazar los hechos narrados
en esta entrega con el inicio del primer álbum y concluyendo brillantemente - esta vez esperemos
que definitivamente - una de las series de género más recomendables publicadas en
los últimos años en el panorama europeo.