Una de las sorpresas más
agradables que nos está dejando el NUDC es la nueva serie de “Wonder Woman”, de
la que ya comentaos algo aquí y aquí, en
la que Brian Azzarello nos sorprende con una historia en la que no solo remoza
las aventuras típicas de nuestra amazona preferida sino que ofrece una versión
sorprendente de todo el Panteón griego. En la tercera entrega que acaba de publicar ECC Ediciones, que reúne los números 9 a 12 de la serie norteamericana, Azzarello añade al
elenco de dioses y héroes que ya conocíamos alguno más al tiempo que incorpora
un inesperado giro argumental que sorprenderá a todos los lectores.
Diana y sus aliados deben
sobrevivir a su experiencia junto al inestable Hades si pretenden asegurar el
nacimiento del hijo de Zola. Mientras tanto, en el Olimpo, Apolo y sus
partidarios maniobran para que este ocupe el liderazgo vacante tras la misteriosa
desaparición de Zeus y pretender acabar
con todos aquellos que intenten evitarlo, incluyendo a Wonder Woman y sus
aliados.
Azzarello ofrece una visión
renovada de las fórmulas mitológicas en una historia fresca y dinámica que da
poco margen al aburrimiento, sorprendiendo con las remozadas versiones que da
todo el elenco olímpico. En el fondo, la entretenida trama planteada es
bastante tópica y se basa en la esencia de la mitología, pero Azzarello la
adapta al ritmo vertiginoso del cómic para ofrecerla en un vistoso
planteamiento a los lectores al tiempo que con premeditada intención va
añadiendo vueltas y revueltas a la historia.
Azzarello para ir presentando todo el elenco
coral de personajes en el que en el fondo Diana hasta el momento no deja de ser
uno más usa como desencadenante el embarazo de una mortal por Zeus y a partir
del mismo jugar con los personajes y las volubles alianzas a las que los dioses
griegos acostumbran. Curiosamente, Azzarello ha sabido llevar a los personajes
a su terreno alejado de la solemnidad homérica o la épica kirbiana para
abordarlo desde un plano más cercano al hard boiled tarentiniano o el manga con influencias de John Woo por lo que uno acepta sin rechistar y sin sorpresa que los dioses disputen
a pistoletazos o puñetazos como si de pandilleros se tratara, como en esta misma entrega se puede comprobar.
Buena parte del éxito de la
propuesta de Azzarello se debe a la estupenda labor gráfica de los dos
dibujantes habituales Cliff Chiang y Tony Akins, a los que en esta entrega apoya
el español Kano en un episodio, para ofrecer versiones de los divinos
personajes imaginativas y frescas en las que mezclan la simbología clásica
asociada a los mismos con otras propuestas más cercanas a la estética
abiertamente superheroica.
En definitiva, esta tercera
entrega de la nueva “Wonder Woman” ofrece un tebeo entretenido y simpático que
cumple con su función de hacer pasar un buen rato al lector a pesar de la simpleza de la trama planteada mostrando más allá de cualquier duda
la solidez de los arquetipos sobre los que se asienta. Y es que los dioses
griegos aguantan lo que les echen, incluso a Azzarello y compañía.