Muchos de los mejores autores que ha dado el género del terror derivaron hacia este no tanto por un sano afán de entretener a la gente asustándola como para exorcizar sus propios demonios personales mezclándolos con los miedos colectivos de su época. De todos es sabido que Poe en sus más geniales cuentos reflejó su propio temor a ser enterrado vivo o las consecuencias del abuso del alcohol, Lovecraft en sus horrores primigenios daba forma a sus infantiles terrores nocturnos producto de una educación represiva o Stephen King en muchas de sus novelas ha incorporado junto a anécdotas infantiles algunos de sus miedos personales (“It” probablemente sea el mejor ejemplo de ello). Sin embargo, en el cómic ningún autor ha canalizado de mejor modo sus miedos y traumas personales que el japonés Hideshi Hino en la que para mí es su mejor obra “Panorama infernal”.
En “Panorama Infernal”, Hino nos presenta a un extraño pintor de mirada extraviada que vive en medio de un paisaje de pesadilla en el que se inspira para desarrollar su obra, una serie de cuadros apocalípticos que pinta directamente con su propia sangre. Lo que en principio parece una mera sucesión de imágenes macabras a más no poder de ríos de sangre en los que flotan todo tipo de cadáveres, cementerios de decapitados y mataderos, va tomando un tono más introspectivo conforme el protagonista nos va presentando a su desquiciada familia feliz de la cuál él es aparentemente el miembro más cuerdo. Sin embargo, esa patina de normalidad va desapareciendo paulatinamente para mostrarnos en el último capitulo toda la locura que se esconde tras su aparente máscara de lucidez.
En este manga dividido en 13 capítulos se pone de manifiesto la maestría de Hino que le ha llevado a ser considerado el padre del manga de terror e influencia directa de conocidísimos autores posteriores como Mauro o Ito. Hino demuestra una enorme maestría como narrador con un discurso aparentemente simple, notándose en la introducción de la historia cierta influencia por "Tales from the Crypt" de EC, usando un narrador interpuesto a lo narrado para mostrar escenarios truculentos y macabros, propios de la imaginería tradicional japonesa, adquiriendo visos más inquietantes conforme la historia avanza y el lector va dándose cuenta que lo que en principio era un mero relato de terror exagerado al uso sobre un pintor loco el autor ha ido transformándolo sutilmente en un relato autobiográfico en el que describe los horrores demasiado reales de su propia historia familiar marcada por el traslado de Manchuria a Japón y el pasado criminal de sus parientes cercanos así como por el terror nuclear que se apoderó de buena parte de la población nipona tras la II Guerra Mundial, en un relato tan estremecedor como apasionante y rico en interpretaciones.
Hino es un dibujante más limitado que Mauro o Ito pero resulta mucho más hábil a la hora de construir el relato dotando a sus historias de un ritmo trepidante con el que no da tregua al lector seducido por un dibujo simple y con un trazo "naif "que contrasta con los alucinados contenidos de sus historias. Un efecto de contraste buscado en todo momento por el autor e incrementado por la aparente alegría con que el pintor infernal nos muestra su familia de pesadilla y su macabro trabajo.
“Panorama infernal” es, en mi opinión, el mejor manga publicado por Ito hasta ahora por La Cúpula en España, el más personal y en el que mejor quedan reflejadas sus obsesiones, una historia que funciona perfectamente tanto como catalizador de las paranoias de su autor que como alegato antibelicista o mero cuento de terror en su más sanguinaria manifestación, y que, tras su apasionante lectura, dejará un regusto amargo a la reflexión del lector. A pesar de ser una obra editada por primera vez hace más de veinticinco años no ha perdido nada de su fuerza y vigencia con lo que podemos considerar este tebeo como todo un clásico del cómic japonés.
La Cúpula lo publicó en España en una más que correcta –y económica, para los tiempos que corren- edición hace un par de años, fácilmente localizable en librerías especializadas. Yo no me lo perdería.
Otras obras de Hideshi Hino en El lector impaciente:
“Criatura Maldita”
En “Panorama Infernal”, Hino nos presenta a un extraño pintor de mirada extraviada que vive en medio de un paisaje de pesadilla en el que se inspira para desarrollar su obra, una serie de cuadros apocalípticos que pinta directamente con su propia sangre. Lo que en principio parece una mera sucesión de imágenes macabras a más no poder de ríos de sangre en los que flotan todo tipo de cadáveres, cementerios de decapitados y mataderos, va tomando un tono más introspectivo conforme el protagonista nos va presentando a su desquiciada familia feliz de la cuál él es aparentemente el miembro más cuerdo. Sin embargo, esa patina de normalidad va desapareciendo paulatinamente para mostrarnos en el último capitulo toda la locura que se esconde tras su aparente máscara de lucidez.
En este manga dividido en 13 capítulos se pone de manifiesto la maestría de Hino que le ha llevado a ser considerado el padre del manga de terror e influencia directa de conocidísimos autores posteriores como Mauro o Ito. Hino demuestra una enorme maestría como narrador con un discurso aparentemente simple, notándose en la introducción de la historia cierta influencia por "Tales from the Crypt" de EC, usando un narrador interpuesto a lo narrado para mostrar escenarios truculentos y macabros, propios de la imaginería tradicional japonesa, adquiriendo visos más inquietantes conforme la historia avanza y el lector va dándose cuenta que lo que en principio era un mero relato de terror exagerado al uso sobre un pintor loco el autor ha ido transformándolo sutilmente en un relato autobiográfico en el que describe los horrores demasiado reales de su propia historia familiar marcada por el traslado de Manchuria a Japón y el pasado criminal de sus parientes cercanos así como por el terror nuclear que se apoderó de buena parte de la población nipona tras la II Guerra Mundial, en un relato tan estremecedor como apasionante y rico en interpretaciones.
Hino es un dibujante más limitado que Mauro o Ito pero resulta mucho más hábil a la hora de construir el relato dotando a sus historias de un ritmo trepidante con el que no da tregua al lector seducido por un dibujo simple y con un trazo "naif "que contrasta con los alucinados contenidos de sus historias. Un efecto de contraste buscado en todo momento por el autor e incrementado por la aparente alegría con que el pintor infernal nos muestra su familia de pesadilla y su macabro trabajo.
“Panorama infernal” es, en mi opinión, el mejor manga publicado por Ito hasta ahora por La Cúpula en España, el más personal y en el que mejor quedan reflejadas sus obsesiones, una historia que funciona perfectamente tanto como catalizador de las paranoias de su autor que como alegato antibelicista o mero cuento de terror en su más sanguinaria manifestación, y que, tras su apasionante lectura, dejará un regusto amargo a la reflexión del lector. A pesar de ser una obra editada por primera vez hace más de veinticinco años no ha perdido nada de su fuerza y vigencia con lo que podemos considerar este tebeo como todo un clásico del cómic japonés.
La Cúpula lo publicó en España en una más que correcta –y económica, para los tiempos que corren- edición hace un par de años, fácilmente localizable en librerías especializadas. Yo no me lo perdería.
Otras obras de Hideshi Hino en El lector impaciente:
“Criatura Maldita”