M.B: Durante una temporada te dedicaste a la pintura. Quisiste ser artista.
R.B: Sí, me fui a Madrid e hice una exposición, pero el que llevaba la galería tenía Síndrome de Down, literalmente. El problema con las galerías de arte es que realmente no miran lo que haces, si es bueno o no, sino conocer cómo has llegado ahí, qué historia tienes detrás. Cada galería tiene a sus 15 o 16 pintores, se los intercambian entre ellas y de ahí no pasan. Pero yo todo eso no lo sabía, pensaba que con esto de la pintura se podía ganar pasta. Venía del mundo del cómic y manejaba bien la composición. Luego me di cuenta de que todo lo que pintaba ya hacía 50 años que se había hecho. No vendí ni un cuadro. Expuse en Madrid y Valencia, pero no vendí nada de nada.
(El polifacético y gamberro Ramón Boldú en una completa entrevista publicada en el último "Mondo Brutto" da un repaso a su larga trayectoria sin pelos en la lengua. No tiene desperdicio).