Debía un comentario desde hace tiempo a la adaptación televisiva de “Canción de Hielo y Fuego”, la famosa serie de novelas de fantasía de George R.R. Martin. La verdad es que al ser seguidor de la serie de antiguo no he tenido demasiada prisa en ver la serie, pero una vez visionados los diez capítulos que componen la primera temporada y que corresponderían con el primer volumen de la serie , “Juego de Tronos”, no puedo más que quitarme el sombrero ante el respeto con que David Benioff y D.B. Weiss han tratado la obra de Martin. Evidentemente, cada lector se habrá imaginado las cosas de un modo diferente pero ninguno negará la fidelidad al original de los adaptadores.
Y es que muchas veces las cosas son más sencillas de lo que parece si se evitan protagonismos gratuitos y, sobre todo, si se cuenta con un material de principio que por su propia estructura facilita la labor de adaptación al estar organizada la novela en capítulos protagonizados por distintos personajes que se pueden ajustar casi como un guante a la organización de los distintos capítulos televisivos a lo que hay que añadir, además, la propia experiencia del propio Martin perfecto conocedor de ambos medios al haber guionizado él mismo series de éxito como “La Bella y La Bestia” y se le dan galones en el proyecto (Martin de hecho es productor ejecutivo y ha supervisado los guiones).
La elección del reparto, la caracterización de los personajes y las distintas localizaciones de los Reinos de Poniente es excelente resolviendo con inteligencia las inevitables carencias y los elementos más peliagudos como la representación de El Muro o Nido de Águilas. Especialmente, han destacado la labor de actores como Mark Addy, Sean Bean, Emilia Clarke o Peter Dinklage quienes bordan sus personajes en un reparto que brilla a gran altura.
Entre novela y novela de Martin, la serie de la HBO se erige como un magnífico remedio para sobrellevar la lentitud del escritor a la hora de acometer la continuación de la saga. Confirmada ya una segunda temporada para 2012 espero que tengamos “Canción de Hielo y Fuego” para rato porque así sí se hacen las cosas.