martes, 9 de octubre de 2012

“Northlanders: La trilogía islandesa”, de Brian Wood, Danijel Zezelj, Declan Salvey y Paul Azaceta.


En un corto período, ECC ha publicado las últimas entregas de las dos series que ha realizado el guionista Brian Wood para el sello Vertigo de DC en los últimos tiempos antes de embarcarse en otros proyectos. Si de “DMZ” espero comentar algo más pronto que tarde hoy toca  analizar “La trilogía islandesa”, el último gran arco argumental de la otra serie que Wood ha desarrollado para Vertigo,  “Northlanders”, una irregular serie de vikingos en la que Wood nos ha acercado a partir de un tratamiento moderno a la historia de este disperso pueblo de exploradores y vikingos del Norte de Europa.
En esta última entrega que englobó los números 42 a 50 de la serie regular, Wood ha construido una saga familiar a partir del ascenso, apogeo y declive de una poderosa familia de islandeses, los Hauksson, con el telón de fondo de las sucesivas etapas de colonización de Islandia por vikingos noruegos a lo largo de varios siglos.

Es una lástima que Wood no haya mantenido el nivel de esta saga a lo largo de toda la serie porque seguramente de haber sido así las ventas la habrían acompañado más. Abordando el tema central a partir del hilo conductor de  las historias protagonizadas por los tres personajes protagonistas pertenecientes a la misma familia, cada una desarrollada a lo largo de tres episodios, Wood construye  una lectura absorbente gracias al equilibrio que logra entre la documentación histórica que maneja y el tratamiento moderno de unos personajes duros, auténticos supervivientes a los que presenta llenos de contradicciones y presos de un destino fatal al que son incapaces de sustraerse.


 Es cierto que en otras ocasiones, la arriesgada apuesta por construir un cómic histórico a partir de una caracterización de los personajes moderna, especialmente en lo chocante en sus diálogos, ha jugado malas pasadas a Wood pero en este conjunto de historias, seguramente el arco más ambicioso de la serie, logra por fin dar con la tecla de lo que venía intentando a lo largo de arcs anteriores y solo en ocasiones logró, aun cuando vuelva a abordar temas – la venganza, la irrupción del cristianismo entre los vikingos, el rol de la mujer – que ya había tocado en anteriores historias.

Buena parte del éxito de este arco es que Wood ha contado con tres estupendos dibujantes que han sabido ajustarse a lo que el autor demandaba de ellos, compartiendo los tres una narración ágil y directa junto a un estilo sobrio, realista y sucio. Especialmente me han gustado las aportaciones de Paul Azaceta y, sobre todo, Declan Salvey.  Aunque el croata Danijel Zezelj ya he comentado en más de una ocasión que no me entusiasma en esta ocasión tampoco desmerece. Por otro lado, algunas de las portadas de Massimo Carnevale son impresionantes.

En fin, “La trilogía islandesa” es un gran broche final en positivo de una serie ambiciosa que pese a sus buenas intenciones ha pecado en exceso de irregularidad y seguramente el tiempo y las relecturas acabe revalorizando.