Vía La Cárcel de Papel me hago con el Cartel de la Mostra Comic 2011 de Valencia, obra de un inspirado Paco Roca, que está que se sale. El motivo se inspira en el perturbador “La isla de los muertos” de Böcklin pero no ha sido la primera vez ni el primer autor que ha rendido homenaje en sus cómics a los cuadros del suizo, como se puede comprobar aquí.
jueves, 3 de marzo de 2011
Mujeres de papel: Hulka.
Nacida de la fértil imaginación de Stan Lee y de los hábiles lápices de un inspirado John Buscema como una Hulk femenina nada podía hacer pensar que aquella mujerona se iba a convertir en uno de los personajes femeninos más atractivos y queridos por los aficionados y uno de los más importantes secundarios del Universo Marvel.
Lee no se esmeró demasiado en el origen de Hulka compartiendo en su origen numerosos puntos de conexión con su primo el timorato Bruce Banner aunque con una sutil diferencia, tras la transformación que convertía a la apocada abogada Jennifer Walters en la gigante esmeralda merced a una transfusión de la sangre del primo esta mantenía tras el shock inicial su personalidad e inteligencia intacta lo que la convertía en un personaje mucho más maleable que su gigantón primo por aquella época cuyo intelecto no iba más allá de “Hulk aplasta”, “Hulk ser más fuerte”. La primera serie de “Hulka” duró apenas 25 números y no tiene nada especialmente reseñable pero el personaje era tan reseñable y simpático que John Byrne se lo apropió en buena hora para incorporarlo a “Los 4 Fantásticos” tras haber pasado previamente por el otro gran supergrupo de la Casa de las Ideas “Los Vengadores”.
Byrne dio a Hulka su personalidad definitiva y no contento con ello desarrolló al personaje en una nueva serie propia que fue de lo mejorcito dentro del género a finales de los ochenta y principios de los noventa, “The Sensacional She-Hulk” que llegó a los sesenta números. Un inspirado Byrne dinamitó definitivamente todas las convenciones en una serie en la que los elementos cómicos y la interpelación constante de la protagonista a los lectores daba un aire de originalidad y frescura a la serie. Hulka en su versión de mujer liberada y sexy de los noventa llegaba a asumir con naturalidad su rol de personaje de cómics abriendo un campo de posibilidades que Byrne supo explorar como nadie en el que seguramente sea su canto del cisne en Marvel.
Tras la cancelación de la serie y aún manteniendo una presencia constante en las series Marvel los distintos intentos de relanzar al personaje con distintas series regulares guionizadas por Dan Slott y Peter David y otras miniseries no han tenido el éxito esperado, sumido el personaje en la misma depresión continua que la mayor parte de los superhéroes Marvel. Una lástima porque Jen ha sido uno de los personajes más frescos y originales de la Compañía de las Ideas, aunque siempre nos quedará la Hulka de Byrne (siempre y cuando alguien se decida a reeditarla, claro).
Lee no se esmeró demasiado en el origen de Hulka compartiendo en su origen numerosos puntos de conexión con su primo el timorato Bruce Banner aunque con una sutil diferencia, tras la transformación que convertía a la apocada abogada Jennifer Walters en la gigante esmeralda merced a una transfusión de la sangre del primo esta mantenía tras el shock inicial su personalidad e inteligencia intacta lo que la convertía en un personaje mucho más maleable que su gigantón primo por aquella época cuyo intelecto no iba más allá de “Hulk aplasta”, “Hulk ser más fuerte”. La primera serie de “Hulka” duró apenas 25 números y no tiene nada especialmente reseñable pero el personaje era tan reseñable y simpático que John Byrne se lo apropió en buena hora para incorporarlo a “Los 4 Fantásticos” tras haber pasado previamente por el otro gran supergrupo de la Casa de las Ideas “Los Vengadores”.
Byrne dio a Hulka su personalidad definitiva y no contento con ello desarrolló al personaje en una nueva serie propia que fue de lo mejorcito dentro del género a finales de los ochenta y principios de los noventa, “The Sensacional She-Hulk” que llegó a los sesenta números. Un inspirado Byrne dinamitó definitivamente todas las convenciones en una serie en la que los elementos cómicos y la interpelación constante de la protagonista a los lectores daba un aire de originalidad y frescura a la serie. Hulka en su versión de mujer liberada y sexy de los noventa llegaba a asumir con naturalidad su rol de personaje de cómics abriendo un campo de posibilidades que Byrne supo explorar como nadie en el que seguramente sea su canto del cisne en Marvel.
Tras la cancelación de la serie y aún manteniendo una presencia constante en las series Marvel los distintos intentos de relanzar al personaje con distintas series regulares guionizadas por Dan Slott y Peter David y otras miniseries no han tenido el éxito esperado, sumido el personaje en la misma depresión continua que la mayor parte de los superhéroes Marvel. Una lástima porque Jen ha sido uno de los personajes más frescos y originales de la Compañía de las Ideas, aunque siempre nos quedará la Hulka de Byrne (siempre y cuando alguien se decida a reeditarla, claro).
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