…Sus autores, según refleja la mayoría de los votos emitidos, aunque el baile de cifras que proporciona el programilla de Blogger hace albergar poca confianza en su fiabilidad.
Pero, bueno, como esto no son las elecciones rusas y solo un pasatiempo para debatir un rato sí que sirve para que al menos parezca claro que masivamente los que han votado consideran que los personajes pertenecen a sus autores más allá de su cesión a editoriales o al disfrute de todos los aficionados.
De todo lo expuesto en los comentarios, creo que se pueden sacar varias conclusiones siendo las principales, que los contratos están para cumplirlos y habría que estudiar caso por caso existiendo cantidad de detalles que se nos escapan y desconocemos que impiden un pronunciamiento claro y rotundo.
Los autores –o los herederos de estos- que en su momento firmaron los contratos y encontraron beneficioso ceder sus derechos a las editoriales no deberían temerariamente desdecirse para reclamar judicialmente en pos a los beneficios y el desarrollo posterior que la evolución de los personajes ha originado.
Otra cosa, en mi opinión, sería que pudiesen demostrar que esos contratos se firmaron bajo algún tipo de presión o engaño y si el beneficio generado por sus creaciones sobrepasa toda expectativa previa posibilitándose a través de la negociación se llegasen a acuerdos que beneficiaran a los creadores que contribuyeron a hacer grandes a los personajes si no existía ninguna cláusula de revisión en sus contratos en ese sentido y mejoraría seguramente la imagen de las editoriales condenadas de otro modo a asumir el rol de malo de la película.
En fin, un tema complicado y espinoso como pocos que seguirá dando mucho que debatir en el futuro.
Pero, bueno, como esto no son las elecciones rusas y solo un pasatiempo para debatir un rato sí que sirve para que al menos parezca claro que masivamente los que han votado consideran que los personajes pertenecen a sus autores más allá de su cesión a editoriales o al disfrute de todos los aficionados.
De todo lo expuesto en los comentarios, creo que se pueden sacar varias conclusiones siendo las principales, que los contratos están para cumplirlos y habría que estudiar caso por caso existiendo cantidad de detalles que se nos escapan y desconocemos que impiden un pronunciamiento claro y rotundo.
Los autores –o los herederos de estos- que en su momento firmaron los contratos y encontraron beneficioso ceder sus derechos a las editoriales no deberían temerariamente desdecirse para reclamar judicialmente en pos a los beneficios y el desarrollo posterior que la evolución de los personajes ha originado.
Otra cosa, en mi opinión, sería que pudiesen demostrar que esos contratos se firmaron bajo algún tipo de presión o engaño y si el beneficio generado por sus creaciones sobrepasa toda expectativa previa posibilitándose a través de la negociación se llegasen a acuerdos que beneficiaran a los creadores que contribuyeron a hacer grandes a los personajes si no existía ninguna cláusula de revisión en sus contratos en ese sentido y mejoraría seguramente la imagen de las editoriales condenadas de otro modo a asumir el rol de malo de la película.
En fin, un tema complicado y espinoso como pocos que seguirá dando mucho que debatir en el futuro.