Louise Leterrier cuando se hizo cargo de “
The Clash of Titans” asumió un reto difícil. Un “remake” de una película “de culto” – la “
The Clash of Titans” original con dirección del discreto
Desmond Davis y magistrales efectos especiales del gran
Ray Harrihausen-, película que muchos treintañeros y cuarentones aficionados a esto del cine y la fantasía tenemos en un rinconcito de nuestro corazón y amamos a pesar de sus defectos, película que descubrimos en esas tardes de primera sesión de programa doble o en los cines de la catequesis con descanso a la mitad.
Leterrier se arriesgaba a despertar las iras del friquismo extremo y lo cierto es que se ha preparado con ahínco para su examen aprovechando los adelantos técnicos para conseguir unos efectos especiales espectaculares (algo que a estas alturas se da casi por sobreentendido en una película de género) y un grupo de actores de campanillas encabezado por
Liam Neeson y
Ralph Phiennes. A pesar de toda esa preparación, e intentado ser objetivo, el resultado no va más allá del aprobado raspado porque esta adaptación entretener, entretiene, sí, pero no admite la comparación con la de su predecesora (y, sobre todo, está muy mal montada). Les cuento.
“
The Clash of Titans” adapta de manera libre el mito de Perseo, el semidiós hijo rebelde de Zeus que en el marco de las guerras entre hombres y dioses, debe llevar a cabo una peligrosa misión: buscar un medio para vencer al casi invencible Kraken, un monstruo primigenio hijo de Hades (en la original, hijo de Poseidon, cosa mucho más lógica teniendo en cuenta que es un monstruo marino) que amenaza destruir la ciudad de Argos si su rey no sacrifica a su hija Andrómeda en el plazo de diez días. Perseo, junto a una partida de intrépidos y variopintos guerreros, partirá a consultar a las Brujas sorteando los múltiples peligros que Hades interpondrá en su camino para que no pueda cumplir su misión.
Louise Leterrirer es un discretísimo director de cine. Tiene una “virtud”, apreciable en el cine actual, como es un gran sentido del ritmo a la hora de diseñar las secuencias de efectos especiales que rueda a un ritmo trepidante más propio de los videojuegos que del cine y paren ustedes de contar porque luego es incapaz de dotar de la mínima hilazón a una historia con lo que sus películas –que tampoco requieren de muchas sutilezas- avanzan siempre a trompicones. En ese sentido, “
The Clash of Titans” no es una excepción, la película se mantiene bastante fiel al argumnto de la original (que no al Perseo mitológico) aun cuando se note la mano del guionista en algunos cambios insustanciales y el consabido guiño con la original imprescindible en estos casos para lograr la complicidad de la muchachada para sumirse sin más en la puesta al día de los efectos especiales de
Harrihausen. Y lo cierto es que en ese sentido hay que reconocer que se ha hecho una gran labor, con monstruos y seres espectaculares que si bien no logran hacer olvidar las entrañables criaturas del mago
Harrihausen adaptan bien aquellas para disfrute de las nuevas generaciones palomiteras con algunas secuencias realmente espectaculares. Me quedo sobre todo con el excelente trabajo de
Ralph Phiennes – con una puesta en escena sobrecogedora cada vez que aparecen en escena- y
Liam Neeson que disfrutan como enanos haciendo de dioses destacan frente al resto de un elenco correcto que hacen lo que pueden con unos personajes burdamente desarrollados.
En fin, que si buscan en el cine pasar un rato entretenido con la nueva “
The Clash of Titans” lo lograrán aunque yo aconsejo que esperen a la versión extendida, pero si quieren además disfrutar de un estupendo clásico de aventuras háganse con el original. Esa seguro que no les defraudará.
Otras películas de
Louise Leterrier en
El lector impaciente:
“
Hulk 2”