lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
La Sexta Noticias reventó The Amazing Spiderman 700.
Andaba yo ayer disfrutando
de un momento de asueto en la sobremesa mientras la peque dormía la siesta viendo
La Sexta Noticias cuando agucé el oído al introducir la guapa Cristina Saavedra
una noticia sobre el polémico “The Amazing Spiderman 700”, recién publicado en Estados Unidos y que tanta
polvareda ha levantado aun cuando todavía Panini no lo haya publicado en las
Españas y del que las páginas especializadas nacionales se han estado cuidando
muy mucho de salvaguardar–en la medida de lo posible- el misterio.
Y quedo estupefacto al comprobar como la bien
modulada voz del narrador se dedica a fusilar con tono cómplice y total
despreocupación el argumento que el esforzado Dan Slott se ha dedicado meses en
montar en torno a la ¿muerte? de Spiderman.
El que no lo viera puede hacerse una idea más o menos aquí. El reportaje es una versión ampliada que no mejor del que yo vi. Eso sí, aviso
que fusila el tebeo:
No me voy a rasgar las
vestiduras a estas alturas. Sé perfectamente que este tipo de noticias abordada
en medios generalistas ampliará las ventas del tebeo en cuestión y de la serie
durante unos cuantos meses y en el fondo eso es lo que importa a los editores. Ya lo hemos
vivido antes y es lo que desde Axel Alonso hasta el último becario de Panini
Comics esperan, ya que la muerte de un personaje icónico es el truco más
trillado del mundo del género de superhéroes desde que papa Lee nos
sobrecogiera décadas ha matando a la buena de Gwen Stacy en la misma serie de
Spiderman, demostrando ser un buen discípulo de un tal Milton Caniff y su
“Terry y los Piratas”, por otro lado.
En fin, un truco burdo y
desgastado al que hemos asistido ya demasiadas veces y que en los últimos
tiempos con las muertes mencionadas en el reportaje (Superman, Capitán
América…) las editoriales mainstream han abusado en demasia, buscando desesperadamente repetir el golpe de efecto para encontrar un hueco en los medios mayoristas con el que cuadrar cuentas a costa de los siempre agradecidos y amables lectores esporádicos.
Esto a mí no me escandaliza, es simplemente una consecuencia directa de unas
reglas del juego elaboradas en los inicios del género cuando los creadores
cedieron la propiedad de los personajes a las editoriales y a las inapelables
reglas del mercado. Es lo que hay y lo único que se puede pedir cuando
cíclicamente recurren a tan manido recurso es que no se insulte la inteligencia
de los lectores fieles y al menos se curren una historia atractiva. No, uno ya
es perro viejo y, a este respecto, está ya curado de espantos.
No, a mí lo que me ha disgustado
es el tratamiento de la noticia. La gratuita alegría con que en el reportaje
han destripado sin ningún cuidado todo el trabajo de Slott y gratuitamente han
espoileado el argumento del cómic a sus seguidores españoles. Una falta de
cuidado en la que, por supuesto, no creo que haya habido mala intención, pero
precisamente por eso mismo viene a demostrar la todavía escasa relevancia que tiene
el Cómic y lo mal-tratado qué es en los medios de comunicación en comparación
con otros ámitos culturales. Estoy seguro que si en lugar de un cómic se hubiera
tratado de un libro o de una película mucho se habría cuidado el periodista de
destripar la historia. Y es que aun cuando haya quién se mire el ombligo y se
felicite sobre la creciente dignificación del medio y su equiparación con otras
manifestaciones culturales todavía hay mucho, muchísimo camino que recorrer al respecto.
En fin, no será la primera
vez ni la última pero hay queda la denuncia. ¿Sobre lo de la muerte de
Spiderman? Ya escribiré si acaso pero, ya sabéis, más de lo mismo.
sábado, 29 de diciembre de 2012
De Stan Lee a Chris Ware: 45 años de cómics nos contemplan.
Ayer 28 de Diciembre, día de Los Santos
Inocentes, dos de las figuras más influyentes del cómic mundial coincidieron en
su cumpleaños.
Stan Lee, cocreador de un
universo superheroico único que ha sabido reinventarse a lo largo de las décadas
para convertirse en un éxito comercial que ha traspasado las barreras de las
viñetas para asaltar el cine comercial y la mercadotecnia generando pingües
beneficios, cumple 90 años.
Chris Ware, un artesano
estudioso decidido a innovar en las fronteras de su arte experimentado desde el
(re)conocimiento de los clásicos de su disciplina y experimentado con formatos
y asumiendo temáticas y contenidos propios minoritarios con difícil salida
comercial, ha cumplido 45 años.
Dos maestros y dos visiones
antagónicas de entender el Cómic, sus posibilidades y su viabilidad, que lideran
dos corrientes enfrentadas pero que, más allá, de sus diferencias complementan
un todo y la capacidad de reconciliar las potencialidades de ambas visiones marcará la importancia o marginalidad del Cómic
como fenómeno cultural de importancia en el futuro (Y no, no me estoy refiriendo
necesariamente a que Ware haga superhéroes aunque creo que no estaría nada mal…).
Lee, como creador, ya lo ha
dado todo y de Ware, esperamos, que lo mejor esté por venir todavía.
Mis felicitaciones a los
dos.
viernes, 28 de diciembre de 2012
Fantagraphics publicará Mortadelo y Filemón en Estados Unidos.
A día de hoy ya estoy en
condiciones de confirmar el acuerdo firmado por Francisco Ibáñez, el creador de
Mortadelo y Filemón, y Gary Groth, en representación la célebre editorial
norteamericana de cómic alternativo Fantagraphics quienes han decidido
promocionar este clásico del cómic español incluyéndolo en su catálogo.
Gary Groth ha mostrado su
satisfacción por haber conseguido este hito al hacerse con el cómic español más
vendido y exportado de la historia y, entre sus planes, ha señalado no está
solo publicar una colección completa con los clásicos de Ibáñez tal y como ya ha
realizado con la obra de autores como Crumb o Spiegelman sino que, además, espera
poder publicar nuevos álbumes de producción propia realizados por algunos de
los pesos pesados de la Editorial, barajando nombres como Daniel Clowes, Charles Burns, Jaime
Hernandez o Chris Ware.
Ibáñez se ha mostrado
encantado con que sus personajes se difundan ante un público nuevo y se muestra emocionadoante la idea de hacer la competencia a las grandes editoriales
mainstream de superhéroes.
En la página de
Fantagraphics ya se pueden hacer las primeras reservas que se servirán el próximo
día de los Santos Inocentes.
jueves, 27 de diciembre de 2012
“Jeremiah: Integral 2”, de Hermann Huppen.
Planeta vuelve a la carga
con la segunda entrega de la serie de integrales con la que está recuperando un
clásico como el “Jeremiah” de Hermann en la que recoge los inencontrables en la
anterior edición de Grijalbo cuarto a
sexto álbumes de la serie original con títulos tan seductores como “Los
Ojos de Fuego”, “Un cobaya para la eternidad” y “La Secta”.
Se puede decir que “Los ojos de fuego” cierra el primer gran ciclo de la serie, en el que más
apegado se mantuvo Hermann a las convenciones aprendidas del Western al lado de
Greg en "Comanche", al culminar el reencuentro por fin del joven Jeremiah con uno de sus
parientes perdidos en una historia rocambolesca en la que Hermann brilla
impresionantemente a nivel gráfico mostrando espectaculares espacios
naturales. La historia es un tanto desconcertante –algo, por otro lado, que
encanta a un autor que siempre ha presumido de ir por delante de sus lectores-
presentando a unos Jeremiah y Kurdy enfrascados en su rastreo mientras por otro
lado los esclavos de la reserva india – los indios convertidos en el Western
posapocalíptico de Hermann curiosamente en un disciplinado ejército- intentan
escapar ayudados por un quintacolumnista al tiempo que, aparece y desaparece,
de la historia un siniestro ilusionista cuyos objetivos Hermann no desvelará
hasta el final. “Los ojos de fuego”, como casi todos los de Hermann es una
historia que gana con las relecturas y muestra a un autor que va ganando
confianza en el desarrollo de sus habilidades como guionista incorporando
diversas subtramas que acaban de confluir finalmente en el reencuentro entre Jer y su tía.
En “Un cobaya para la
eternidad”, Hermann abandona definitivamente cualquier ilusión que pudiera
haberse hecho el lector de la época porque se ciñera al género Western (por muy
posapocalíptico que este sea) y cambia completamente el giro de la serie en una
historia en la que critica los peligros de la Ciencia desatada al convertir a
Kurdy en víctima de un viejo conocido que con engaños le lleva hasta una
siniestra comunidad dirigida por un científico que al parecer ha encontrado el
secreto de la eterna juventud. “Un cobaya para la eternidad” es una historia
fascinante en la que Hermann profundiza por primera vez en la guadianesca
personalidad de Kurdy al tiempo que construye un conmovedor y triste final al
atisbo de romance que Jer tuvo con Cheryl. Hermann construye una magnífica trama de
historias en paralelo en la que vuelve a mostrar la disparidad de los dos personajes
principales, Jeremiah y Kurdy, tan antagónicos como complementarios,
En “La Secta”, Hermann
presenta a Jeremiah y Kurdy como escoltas en el viaje de un influyente personaje y su familia. Durante
el viaje, los miembros de la partida vivirán todo tipo de vicisitudes y
peligros hasta que se verán engañados por los miembros de una siniestra secta
para que encuentren refugio en su sede sin sospechar que se acabarán
convirtiendo en unos estupendos sacrificados. Hermann trata directamente el
tema de las sectas destructivas en una rica trama en la que vuelve al Western y en la que coquetea con el género del terror y en la que realiza un magnífico trabajo al retratar
los distintos personajes que aparecen en una historia resuelta con pericia y en
la que el autor acaba por fin de alcanzar su madurez como autor total.
Respecto a la edición, en
esta nueva entrega parece que se ha realizado un especial esfuerzo por subsanar
los defectos de la primera y no he notado las erratas y errores que
abundaron en la anterior entrega y la reproducción resulta más cuidada aunque –evidentemente-
ganaría a un tamaño superior. A pesar de ello, en estos tebeos el dibujo de
Hermann luce espectacular y sus complejos y sorprendentes guiones muestran a un
autor implicado con su obra, construyendo álbum a álbum una de las series de
Ciencia Ficción más singulares y hermosas que uno ha leído.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
“Capitán América y Bucky”, de Ed Brubaker, James Asmus, Marc Andreyko, Chris Samnee y Francesco Francavilla.
Dispuestos siempre a
exprimir al máximo al personal mediante las más rocambolescas fórmulas de
marketing, resulta que los editores Marvel decidieron dar dos tazas hace unos
años a los seguidores del Capi reiniciando la numeración de la serie regular a
raíz del horror de “Miedo Encarnado” cuando apenas unos meses antes habían
recuperado la numeración original para poder celebrar el redondo número 600 que
salía de la suma de todos los volúmenes anteriormente publicados. Esta vez, no contentos
con reiniciar la serie, paralelamente continuaron con la numeración original
por este lado con estos ocho números – del
620 al 628, numerados por si alguien todavía le interesa eso de la
numeración- que acaba de publicar Panini
en un apañado volumen.
El primer arco argumental de
seis números guionizado por Brubaker junto a Marc Andreyko es el que quizás tenga
más interés para los seguidores hardcore del Capi ya que en esta historia
Brubaker ofrece más detalles en torno a los orígenes de Bucky antes de
convertirse en el compañero del Capi. De este modo, Brubaker da a conocer a la
familia de Bucky antes de quedarse huérfano y señala la existencia de una
hermana. El conjunto de la historia ideada por Brubaker y Andreyko es bastante
convencional y se aviene a fórmulas que Bru ha usado en múltiples ocasiones construyendo
la autobiografía del personaje pero está resuelta con eficacia y la gracia de ser
el propio Bucky el que desgrana sus
recuerdos durante la II Guerra Mundial y sus primeros pasos como Soldado de
Invierno. A la entretenida historia, un eficacísimo Chris Samnee le saca todo
el partido demostrando ser un excelente dibujante retro con un estilo que
recuerda a los Lark y Epting con los que tan a gusto se siente Bru.
El segundo arco en el que
Brubaker se apoya en el desarrollo del guión en James Asmus, a pesar de su
ambición resulta bastante errada y confusa. Partiendo de una idea de Brubaker,
Asmus construye una trama que gira en torno al poco (re) conocido Bucky de los
años cincuenta quién ya envejecido y débil ha de aliarse con el Capi (Steve
Rogers) y la Antorcha Humana Original para detener a un villano de su época en
mallas. La historia podría haber dado bastante más de sí con un desarrollo
menos errático y confuso como el que imprime Asmus al que se le nota bastante
perdido en la colaboración con Brubaker y al no ser capaz de dar el tratamiento
adecuado a los personajes que maneja, especialmente a Fred Davis, el Bucky de
los años cincuenta ni desarrollar con claridad una trama llena de lagunas.
Tampoco ayuda demasiado el trabajo gráfico de Francesco Francavilla, un
dibujante con un estilo minimalista y elegante poco adecuado para el género superheroico que
usa una gama de colores chillones bastante desagradable a la vista y da la
sensación de estar tan perdido como Asmus con este encargo.
En fin “Capitán América y
Bucky” es un tomo que da claramente una de cal y una de arena, sin demasiado
interés salvo que se sea un incondicional a las andanzas del Capitán América.
Avisados quedáis.
lunes, 24 de diciembre de 2012
El lector impaciente y Juez Dredd os desean Felices Fiestas 2012.
Un año más y con más
audiencia casi ya que el Discurso del Rey llega la tradicional felicitación de las
fiestas invernales –ya sabéis, Navidad, Solsticio de Invierno o lo que cada cuál
celebre por estas fechas- de este vuestro Lector Impaciente.
Este año 2012 he
seleccionado la portada del número 6 de “Judge Dredd” , obra de Brett Ewings,
en la que esta alma rebosante de buena voluntad y amor al prójimo que es el simpático Dredd le da para el
pelo a un yayoflauta vestido de rojo. Creo que ilustra bien estos oscuros
tiempos que vivimos.
A pesar de lo poco identificado que me siento con estas fiestas por decreto, en lugar de hacer
balance y más zarandajas (si queréis selecciones de tebeos del año e informes y cosas así
buscad en otros sitios que yo ya comento tebeos durante el resto del año) simplemente os exhorto a que disfrutéis de la fiesta y la jarana como cada uno y cada una
mejor quiera, pueda o le dejen. Que al menos no nos quiten lo bailado.
En fin, sed felices y
divertíos. Por aquí, me encontraréis leyendo y escribiendo de tebeos cuando se os haya pasado la
resaca.
domingo, 23 de diciembre de 2012
“Usted 7”, de Esteban Hernández.
No deja de ser interesante
que un autor que goza de una consolidada trayectoria con cinco obras publicadas que han obstenido el aplauso de la crítica y el público, aparte de algún que otro premio, como
el valenciano Esteban Hernández siga apostando por la autoedición en un
formato, el fanzine, que por mucho que se empeñen en extinguir sigue siendo
ideal para que los jóvenes autores vayan curtiéndose y aprendiendo el oficio
antes de lanzarse sin red a la publicación de novelas gráficas y que los más
veteranos experimenten y prueben nuevas vías en un producto ideal para ello sin la obligación de contentar a un público siempre pendiente. De
este modo, el fanzine que Hernández se autoedita, “Usted” –del que ya escribí
por aquí- llega a su respetable séptimo
número mostrando un excelente estado de forma
(de hecho recibió el premio al mejor fanzine en el 30ª Salón de Barcelona).
Tras la elegante y
enigmática portada de este séptimo número, Hernández recopila un conjunto
variopinto de historias propias realizadas en los últimos años en las que sigue
explorando algunas de las obsesiones que ya han aparecido en obras más extensas
como “Suéter”, “¡Pintor!” o “El Duelo”. Temas como el absurdo cotidiano, la
muerte, la locura o el paso del tiempo siempre filtrados a través de su
sensible y personalísimo punto de vista que culmina en historias en las que, en algunas de ellas, el autor abre ventanas a su propio mundo
personal al lector, interpelándole incluso directamente con preguntas abiertas
en un intento de ubicarse a sí mismo como autor a través de la comunicación y el (re)conocimiento de sus
lectores (una llamada de atención que ya aparece inserta en el propio título del fanzine).
Entre estas historias, entre
las que destaca para mi gusto la estupenda “Ciprés”, Hernández experimenta con
estilos de dibujo, sin perder su personalidad, y géneros y tratamientos
atreviéndose incluso con el humor naif en la serie “Mik i Kim” mostrándose como
un autor inquieto a la búsqueda de ampliar sus recursos gráficos para
seguramente sacarles partido en su obra posterior.
En definitiva, el séptimo
número de “Usted” a pesar de su humilde, pero elegante, envoltorio esconde
auténticas joyitas a un precio ridículo por el
que merece la pena correr el riesgo de probar. Ustedes sabrán lo que hacen que yo ya se lo he contado.
sábado, 22 de diciembre de 2012
Cuando a Max le gustaban los Elektroputos.
Como ni se ha acabado el
mundo ni me ha tocado la lotería y ya
he dado la vuelta pertinente por el centro de Madrid, el cuerpo pide recordar
aquellos años ochenta en que un joven Max creó el logotipo y la portada
del disco de los Elektroputos, ecléctica formación catalana de eclécticos
sonidos punk-ska formada en 1984 y que todavía anda por ahí dando guerra.
Os dejo con uno de sus temas
más conocidos “Creemos firmemente” muy adecuada para estos tiempos navideños.
viernes, 21 de diciembre de 2012
“Basura” de Juan Giménez y Carlos Trillo.
En estos días en que medio
mundo se ha distraido elucubrando sobre pueriles fantasías en torno al fin del mundo
mientras el otro medio se preocupa únicamente de cómo cuadrar sus cuentas para
poder sobrevivir al fin de año, no resulta de más volver la vista a los clásicos y
releer cómics de enjundia como “Basura” de los argentinos Carlos Trillo (guión) y Juan
Giménez (dibujo), en el que serializado desde las páginas de la revista “Zona 84”, primero, y recopilado en álbum por Toutain después mostraron
con cruda eficacia bajo la forma de distopía futurista las muchas miserias de
la naturaleza humana.
En un futuro lejano –no
sabemos cuanto- la mayor parte del mundo se ha convertido en un enorme
vertedero en el que intentan sobrevivir los escasos supervivientes siendo su
atmósfera casi irrespirable. Algunos grupos han caído en el supersticioso primitivismo
animista sobreviviendo de la búsqueda diaria entre los restos que
paulatinamente se vierten mientras otros algo más afortunados se hacinan en una
fortaleza a la espera que se cumpla una antigua profecía mesiánica sobre la que
han fundado sus esperanzas. Ignorados por ambas sociedades existe una
oligarquía civilizada y tecnológica que vive aislada manteniendo el statu quo
sobre las ruinas de la Tierra y generando nuevas cantidades de basura. Cuando
uno de esos privilegiados es expulsado del paraíso se encadenan una serie de
casualidades y mezquindades que llevarán a los desfavorecidos del mundo a
intentar asaltar las puertas del cielo.
“Basura” es una obra maestra
de la Ciencia Ficción en cómic que, si no ha obtenido mayor reconocimiento, ha
sido consecuencia directa de su falta de reediciones desde su última publicación
a finales de los noventa. En esta obra ese guionista todoterreno, efectivo y
humanista, como fue el añorado Carlos Trillo firmó uno de sus más redondos y
certeros guiones con una historia que, a diferencia de otras más libres y
personales aportaciones al género como es el caso de “El Peregrino de lasEstrellas”, se ciñe perfectamente a las
convenciones de la Ciencia Ficción distópica y catastrofista inspirada libremente
en obras maestras del género como “¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!”, “Blade Runner”
o “Mad Max” y coqueteando con la, por aquella época, ya boyante corriente
Cyberpunk.
En apenas cincuenta
memorables páginas, Trillo construye una exquisita fabulación en que refleja
con precisión las miserias de la naturaleza humana fácilmente manipulable a los
mesianismos y las crisis totalitarias bajo la siempre efectiva envoltura de género.
Trillo describe con precisión las peculiaridades y complejidades de los distintos
grupos que malviven en el vertedero en el que el planeta se ha convertido
estableciendo minuciosamente todos los elementos para que la historia alcance
su clímax final y que la revolución de los desfavorecidos finalmente acabe
triunfando y mostrando la sutileza de su denuncia en un final abierto tan
efectivo como canto al sol a la esperanza o como descarnada sentencia fatalista
en clave spengleriana.
Si el guión de por sí es redondo
se retroalimenta y refuerza magníficamente por el espectacular trabajo que un
motivado Juan Giménez realizó reflejando primorosamente la decadencia del mundo
moribundo en el que se desarrolla la historia. Giménez es un especialista en el
género de la Ciencia Ficción y en esta obra demostró su madurez asumiendo y
cumpliendo con el reto planteado por Trillo para insuflar credibilidad a la
historia, ciñéndose en las pocas páginas de las que dispone para recrear con
originalidad, precisión y detalle toda la aplastante riqueza de las sociedades descritas (inspirado en parte en los trabajos de los grandes de "Metal Hurlant" - los Moebius, Caza, Bilal, Druillet...- y, por extensión, la imaginería de las peículas de CFde Ridley Scott, todo hay que decirlo) y de
la ambientación del mundo apocalíptico planteado –del que los creativos de “Wall-E”
sin duda tomaron buena nota- sentando
unas bases para dejar luego a la imaginación de cada lector la continuación de
las muchas historias que su rica visión sugiere. “Basura” es el germen de buena
parte de su reconocida obra posterior incluida la tan aclamada “La Casta de los
Metabarones” y es una pena que no sea más (re)conocida.
Precisamente, se ha achacado como defecto a “Basura” que su
inicial serialización y reducida extensión conlleva la deficiente caracterización de los personajes
protagonistas y el escaso desarrollo de los variados y ricos elementos
presentados por Trillo. No estoy para nada de acuerdo. Seguro que los elementos
planteados habrían dado para una serie de álbumes pero el equipo formado por
Trillo y Giménez saca todo el partido de
los medios que disponen para construir una historia ambiciosa y completa que invita
a la reflexión del lector explotando el carácter arquetípico de sus
protagonistas y su naturaleza de obra de género para enriquecer sus
interpretaciones probablemente mucho más allá incluso que la propia intención
de sus autores y que, con una mayor extensión, se desvirtuaría.
Si el mundo no se ha acabado
mañana y estáis leyendo esto, buscad este tebeo y dadle una oportunidad a una
obra que mereciendo una exquisita adaptación cinematográfica no dispone ni
siquiera de una reedición digna a estas alturas de la fiesta. Y es que quizás sí
que el mundo debería acabarse si seguimos dejando que obras como esta acaben en
el olvido de la basura.
jueves, 20 de diciembre de 2012
“El retorno de las Ti-girls: Dios y Ciencia”, de Jaime Hernandez.
La publicación de cada
entrega de las “Locas” de Jaime Hernández es una buena noticia para los
aficionados al cómic, por lo que la aparición de “El retorno de las Ti-girls:
Dios y Ciencia” editada por La Cúpula, en un nuevo formato que no me acaba de
convencer del todo, no puede menos que ser celebrada.
En esta nueva entrega, Jaime
apuesta por rendir un homenaje al género superheroico trasladando a sus
heroínas a vivir una aventura de género en la que un grupo de inadaptadas,
variopintas y heterogéneas superheroinas, las Ti-girls, han de reunirse de
nuevo para hacer frente a la desencadenada y superpoderosa Penny y a sus hijas al
tiempo que viven todo tipo de rocambolescas aventuras. Mientras tanto, Maggie,
lee tebeos.
La capacidad para fabular y
ofrecer nuevas versiones del rico universo femenino que ha ideado se renueva en
esta nueva entrega en la que Jaime Hernandez reinterpreta las convenciones del
género superheroico en una elaborada metaficción en la que las tramas y los
personajes se superponen en un elegante y delicado artificio narrativo solo al
alcance de los más grandes en esto de la narración en viñetas.
Dentro del propio universo de ficción que Jaime ha creado a lo largo de los años ha parido sin aparente esfuerzo un nuevo universo superheroico, con su historia, tradiciones y reglas en el que sus superheroinas corren delirantes aventuras, logrando que uno y otro se intercomuniquen y superpongan de un modo único a través del elegante blanco y negro de Jaime, encontrando como medio de intercomunicación y nexo final entre ambos los cómics que tanto en la ficción como en la realidad los personajes y los lectores leemos con lo que el lector acaba involucrado en la historia como un elemento más en la sofisticada elaboración del autor.
Jaime Hernández –como casi
todos los autores independientes, incluidos los novelistas gráficos, antes o
después- asume su deuda con un género superheroico y un formato –el comic book, ojo a las fantásticas portadas-
que conoce perfectamente pero que reinterpreta en clave femenina dejando que
sus personajes resuelvan sus delirantes conflictos de maneras novedosas y
originales al tiempo que el lector conocedor de la materia podrá rastrear las
referencias ocultas, rizando el rizo al no traicionar en ningún momento su
propia independencia y la esencia de su propio universo de ficción.
“El retorno de las Ti-girls:
Dios y Ciencia” nos devuelve al Jaime Hernández más camp y bufo aprovechando todas las
posibilidades del género superheroico para dar rienda suelta a su imaginación y
a su admiración por las luchadoras mexicanas transmutadas en tiernas o maduras
superheroinas que ríen, lloran y sueltan tortazos, al tiempo que juega con la
estructura del cómic para sembrar en el lector la confusión en torno en qué
plano se está desarrollando una historia en la que los personajes, como criaturas autoconscientes e independientes, están en constante
diálogo no solo entre ellas sino también con el lector y el autor.
En definitiva, “El retorno
de las Ti-girls: Dios y Ciencia”, es una nueva demostración del enorme talento
y devoción por el cómic y la mujer (en el fondo toda mujer es una superheroina) de Jaime Hernández. La enésima vuelta de tuerca a un
universo único capaz de salir reforzado de los más locos viajes a los que le
somete su autor. Y nosotros que lo disfrutemos muchos años.
miércoles, 19 de diciembre de 2012
“Silhouette: Arcángeles oscuros”, de Victor Santos y Jesús Alonso Iglesias.
No deja de ser una buena
noticia que en España –me niego a usar la manida frasecita peyorativa “de este
país”- haya autores que todavía sigan apostando contracorriente por el cómic de género sin dejarse llevar por
los modismos que apuestan por la introspección y el ombliguismo. Autores como
el guionista Victor Santos y el dibujante Jesús Alonso Iglesias que nos alegran
el día demostrando que su “Silhouette” no fue flor de un día y ha encontrado
continuidad dentro de Dolmen Editorial para llegar al menos a una segunda
entrega “Arcángeles oscuros” más redonda incluso que la primera.
Llega el invierno al París
tomado por los nazis y el resistente enmascarado Silhouette busca aliados en la
Resistencia. Sin embargo, su desorganización no acaba de convencerle y
encontrará unos sorprendentes colaboradores en los letales gemelos Frey y
Freya, alemanes disidentes a los que se unirá para atentar contra los intereses nazis. Sin embargo,
los gemelos tienen sus propios planes y liberarán una amenaza que hasta los
nazis temen y que llevará a Silhouette a tener que colaborar con un viejo
enemigo.
“Arcángeles Oscuros” es una
apuesta por el cómic de entretenimiento de siempre de toda la vida que tiene
como única meta el hacer pasar un buen rato a los lectores. Y a fé mía que
Víctor Santos lo consigue con un guión imaginativo, intenso y complejo plagado
de acción y en el que los giros argumentales se suceden sin tregua. De este
modo, Santos reimagina en esta entrega la siempre agradecida relación de los
nazis con las fuerzas místicas y los variopintos y rocambolescos proyectos
armamentísticos que idearon –aunque no siempre llevaran a cabo- en una historia
en la que además se dota de mayor profundidad al personaje principal y su
universo de ficción. Se nota que Santos y Alonso han mamado muchos cómics y
películas de acción para construir un eficaz personaje pulp a medio camino
entre el Soldado Desconocido y La Sombra con el suficiente potencial para tener
una vida larga y duradera a poco que cuente con el respaldo de los lectores.
Si la primera aventura deSilhouette nos presentó a Jesús Alonso Iglesias como un dibujante a seguir
“Arcángeles Oscuros” confirma su potencial y sorprende que su trabajo no tenga
más repercusión. Partiendo de una base clásica de la escuela francobelga
deudora de autores como Conrad y Franquin y de los elementos góticos y pulp y
los fuertes contrastes de los que Mignola es un maestro, Iglesias saca el
máximo partido de su potente concepción del claroscuro para atreverse con las
composiciones más complejas y difíciles con lo que el tebeo es una búsqueda
constante de sus propios caminos narrativos evitando en la medida de lo posible
los recursos trillados para que el resultado resulte formalmente fresco,
vertiginoso y dinámico.
“Arcángeles oscuros” es una
grata noticia para el cómic español que viene a demostrar que todavía hay hueco
en nuestros estantes para el cómic de entretenimiento de calidad y que las
propuestas de género no han de estar reñidas con el talento. Autores tan
desacomplejados como Santos e Iglesias lo demuestran y ojalá tengamos más
aventuras de “Silhouette” por muchos años.
martes, 18 de diciembre de 2012
“Azul y pálido” de Pablo Ríos.
Pablo Ríos –alías
internetero, Tebeobien- debuta como autor de cómic por la puerta grande con la
publicación de “Azul y Pálido” en una cuidada edición de Entrecomics Cómics.
Ríos nos sorprende con un cómic que no es una historia de ficción en sí sino un
acercamiento respetuoso al mundo de la Ufología y, más concretamente, al de los
avistamientos y las abducciones, presentando como si de un documental se
tratase los testimonios de los protagonistas.
De este modo, “Azul y Pálido”
recoge el testimonio en primera persona de algunos de los más famosos casos de
abducidos de la historia de la Ufología, casos como los de UMMO, Schneider,
Sixto Paz, Billy Meier, los Hill o Giorgio DonGiovanni sobre los que han
corrido y corren ríos de tinta en las revistas del ramo y han monopolizado programas
y más programas televisivos desde los del respetado Fernando Jiménez del Oso
hasta los del efectista Iker Jiménez.
Parece ser que Pablo Ríos ha
sentido –y, en su caso, continua sintiendo- como todos los que fuimos chavales en los
ochenta ese gusanillo por saber qué se esconde en esos mundos ignotos del
espacio exterior que Carl Sagan sembrara en nuestras influenciables mentes al
presentarnos con su apocalíptica voz -bueno,
la voz del excelente doblador José María del Río- sus documentales sobre el
cosmos y ha querido acercarse al tema en
su primera obra si no desde la premisa
científica de los documentales de Sagan desde lo aprensible y concreto del
periodismo documental reconstruyendo el testimonio de aquellos que dicen que
han contactado con extraterrestres para acabar planteando sutilmente las mismas
cuestiones filosóficas que su admirado Sagan. Para que su falso documental
tenga visos de credibilidad Ríos se ha documentado profusamente para presentar
los casos y las entrevistas por boca de sus protagonistas en lo que no deja de
ser un original esfuerzo para ampliar las fronteras del cómic hacia un género
poco explorado como es el del reportaje en profundidad en la estela –salvando
las distancias al no tratarse (creo) de testimonios de primera mano- de un Joe
Sacco.
A pesar de ello, destaca en la seriedad con la
que el autor se ha tomado su obra y el respeto con que presenta los diversos
testimonios, manteniendo la asepsia en la presentación de las experiencias relatadas
más allá de lo sobrecogedoras o disparatadas que estas sean dejando que cada
lector saque sus propias conclusiones en función de los datos explicados. Lo
que sí es cierto que más allá de la credibilidad que se quiera otorgar a los
testimonios las historias seleccionadas por Ríos para su cómic acaban
ofreciendo un interesante fresco de la riqueza de la personalidad humana, mostrando
la variedad de reacciones de los abducidos tras su experiencia, un conjunto
plural y variopinto que acaba reflejando a los visionarios, locos, elegidos,
listos, bienintencionados y hasta enamorados que, en conclusión, más allá de
otorgar respuestas a alguna incógnita de las muchas singularidades y aristas del
tema que trata no deja de plantear, como hacía Sagan en sus documentales,
nuevas preguntas sobre la condición humana.
En su primer cómic, Pablo
Ríos se muestra como un autor solvente y a la última en cuanto a las
corrientes y modas del cómic
norteamericano y patrio mimetizando recursos gráficos que se pueden rastrear en
las obras de los Clowes, Seth, Ware, etc, para sacar el máximo partido a la sobria composición de página de
nueve viñetas en la que está elaborado la mayor parte del cómic haciendo que el
texto escrito a veces complemente y a veces se contraponga con las imágenes
para ampliar la información otorgada al lector y apostar toda la sutileza de la obra a la variedad y riqueza de sus muchas metáforas. Su estilo feista y minimalista
es adecuado para mantener el distanciamiento en la presentación de la historia pero,
sin embargo, en ocasiones ese distanciamiento resulta exagerado y evita que el
lector poco interesado por el tema tratado se enganche a la historia.
Quizás el excesivo
comedimiento y neutralidad que pretende Ríos acaba derivando en rigidez
formal necesaria quizás para mantener la
ilusión de distanciamiento respecto a los temas tratados o se deba más bien a
la rigidez propia del neófito pero el cómic gana en aquellos capítulos en los
que Ríos se suelta el pelo y otorga un mayor dinamismo a la narración ampliando
el abanico de las soluciones formales y de sus referentes gráficos a tipos tan
cósmicos como Jack Kirby.
“Azul y Pálido” es una obra
interesante, especialmente para todos aquellos interesados por el tema de la
ufología o simplemente por la diversidad de los humanos y sus reacciones, y la
carta de presentación de un autor con cosas interesantes que contar del que
espero lo mejor esté por llegar. Habrá que estar atentos.
lunes, 17 de diciembre de 2012
“Las aventuras del Capitán Torrezno 8: La estrella de la mañana”, de Santiago Valenzuela.
Tras el cambio de editorial
de De Ponent a Panini, Santiago Valenzuela nos ofrece la ya octava entrega de
su premiada serie “Las Aventuras del Capitán Torrezno” dejando claro que lejos de
agotar la fórmula tras "Plaza Elíptica", Valenzuela mantiene el pulso de su particular épica comosgonía
gnostica de barrio retomando las gestas heroicas de Torrezno en su particular microverso.
El sitio de Antioquia
prosigue pero el Capitán Torrezno no está dispuesto a que se demore demasiado.
Persiguiendo unos juncos del Khan, Torrezno y sus aliados llegan a una
mortífera base del Emperador armada con un potente rayo que puede acabar con
las fuerzas rebeldes (esto nos suena, ¿no?). Sin embargo, los tártaros y sus aliados
técnicos no saben todavía que Torrezno es mucho Torrezno y está capacitado para
acometer las más imponentes hazañas sin enterarse.
Santiago Valenzuela nos
vuelve a reintroducir en un nuevo episodio de la cruenta guerra que las fuerzas del Sumo encabezadas
por Torrezno libran con las todavía temibles hordas del Emperador al tiempo que
los misteriosos técnicos siguen con sus particulares designios favoreciendo a
unos y a otros en pos a sus particulares y misteriosos planes, mientras en los planos superiores los parroquianos siguen preocupados solo por el fútbol
y escamotearse de pagar las copas.
Se podría pensar que tras
los premios recibidos y el retraso sufrido por los azares entre editoriales
la serie podría haberse resentido en esta nueva entrega pero, sin embargo, Valenzuela
no decepciona y nos ofrece una nueva aventura repleta de acción y humor que hará las delicias
de todos sus seguidores, sacando una vez más partido de la reformulación de los
argumentos más trillados de la cultura
popular pero también de su revisión de la historia, la ciencia, la filosofía y la teología
para construir una de las obras más sólidas y coherentes del cómic patrio de
los últimos tiempos.
En “La estrella de la mañana”,
Valenzuela nos vuelve a ofrecer una historia que hace de la fantasía, la
aventura y el humor sus principales bazas, mezclándolas en las dosis justas
para que delas muchas ficciones que conforman el Frankenstein que es esta
serie Valenzuela ofrezca una historia fresca y original a la que, de momento,
no se la vislumbra fin. Además, Valenzuela con cada nueva entrega amplía sus
recursos narrativos mostrándose como un autor más completo. De este modo, en
estas nueva entrega a la clásica composición de página en cuadriculas tan característica a la que
incorpora sus características parrafadas la complementa con nuevas composiciones para
transmitir la confusión de los personajes y la historia con cuidadas y sorprendentes
composiciones en las que vuelve a dejar patente su búsqueda de nuevos caminos narrativos que permitan que forma y fondo, texto y grafismo, se complementen más y mejor.
“Las aventuras del Capitán
Torrezno 8: La estrella de la mañana” vuelve a dejar patente que Valenzuela es
uno de los mayores talentos del cómic patrio y su obra por su originalidad y
calidad ser exportada a otros países. ¿Será posible? El tiempo lo dirá, de
momento, yo ya espero impaciente la novena entrega tras el enigmático
cliffhanger final. Ojalá no se demore demasiado.
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