lunes, 21 de junio de 2010
España ganó a Honduras…
“Kick-Ass: listo para machacar”, de Matthew Vaughn.
No se vosotros pero yo cuando repaso la cartelera cinematográfica de las últimas semanas se me cae el alma a los pies ante los peliculones que nos proponen. Con propuestas patrias tan atractivas como “Campamento Flipy” o “La venganza de Ira Vamp” y blockbusters yanquis tan intercambiables como olvidables unido al exagerado precio de las entradas no me extraña que el medio esté en crisis galopante y seamos cuatro gatos los que todavía nos acerquemos a las salas. Tras muchas cabalas y dejar pasar un poco de tiempo me acerqué el viernes a ver “Kick-Ass: listo para machacar”.
Supongo que a estas alturas ya todos estáiss al tanto sobre de qué va “Kick-Ass”. Una historia molona y comercial ideada por el astuto Millar que logró colocar a Matthew Vaughn para su adaptación al cine incluso antes de haber empezado a publicar el cómic. El cómic ofrecía una lectura entretenida y tramposilla marca de la casa, con excelente dibujo de John Romita Jr., no apta para todas las sensibilidades sobre un típico adolescente freak de nuestro tiempo que decide ponerse un traje de buzo y dedicarse a combatir el crimen lo que le acaba convirtiendo en un fenómeno mediático y el objetivo de un jefe del hampa de Nueva York.
Argumentalmente, la película empieza mostrándose respetuosa con la esencia del cómic que adapta, aunque suavice buena parte de la mala baba y la casquería del mismo y se muestre excesivamente correcta y autoindulgente para mi gusto con lo que algunas de las gracietas tontorronas de Millar se pierden bajo la revisión censora de un Vaughn que no muestra demasiado entusiasmo en el desarrollo de una historia que va de más a menos y resulta más desdibujada conforme se aleja del original viñetero hasta que cualquier atisbo de realismo que quisieran insuflar los actores acaba reducido a la mera parodia. Vaughn no da con el ritmo adecuado a una historia que avanza a trompicones hacia un “happy end” tonteras que traiciona el del cómic, abusando en exceso del guiño facilón con el público poco exigente al que está dirigida.
En cuanto al reparto, el protagonista Aaron Johnson (¿Es el clon de “Harry Potter”?) no me ha acabado de convencer aun cuando buena parte de su actuación cuenta con el apoyo de un narrador que va guiando la acción brillando más la presencia de los veteranos Mark Strong y Nicolas Cage (efectivamente, los veteranos del blog, ya habréis adivinado que la presencia de Nick fue la que me llevó a ver esta peli) que dan rienda suelta a todo su histrionismo en los papeles con los que les ha tocado lidiar y un jovencito Christopher Mintz-Plasse que clava su papel de villano adolescente.
En definitiva, “Kick Ass: listo para machacar” es un producto tan olvidable como el resto de los que pueblan la cartelera estos días pero que, si sois aficionados a los cómics de superhéroes, el humor bufo o a Nicolas Cage seguramente no deberíais dejar pasar. Advertidos quedáis.
Más sobre el cómic de “Kick-Ass” en El lector impaciente, aquí.
Rik Levins (1950-2010)
D.E.P.