Están corriendo ríos de tinta virtual entre las páginas especializadas informando de la venta en subasta de un ejemplar nuevecito del famoso “Action Comics 1” de 1938, ese en el que hiciera su presentación un tal Superman por la pírrica cifra de 2.161.000 dólares, cifra que lo convierte en el tebeo más caro del mundo.
No digo que tenga su curiosidad la cosa, pero parece ser que nadie se acuerda que el anterior propietario, mi admirado Nicolas Cage –el vampiro que soñó ser Superman, se casó con la hija de El Rey y llamó a su primogénito Kal-El- ha tenido que renunciar a su posesión más preciada, seguramente para hacer frente a sus malos entendidos con el fisco estadounidense.
Solo los aficionados que alguna vez hemos tenido que prescindir de algunos de nuestros queridos tebeos, podemos imaginar lo que le debe haber costado a Nicolas dar este paso que seguramente esos dos milloncejos de dólares no consolarán, por eso desde aquí todo mi apoyo y simpatía.
Nicolas, no olvides en este mal momento, que aunque hayas sido criado como un humano no eres uno de nosotros. Tu destino son las estrellas.