Descubro pasmado que aquí la amiga Leona Helmsley, una multimillonaria de los EEUU no excesivamente popular, como si del argumento de la una película de Disney se tratase, no se le ocurrió mejor idea que desheredar a dos de sus nietos y dejar 12 milloncejos de dólares a su querida perrita Trouble. No sabemos si los nietos eran muy traviesos y le daban mala vida a tan respetable anciana o que encantos ocultos tenía la perrita pero lo que no parece de recibo es que ninguna legislación, incluso una tan paranóica y absurda en muchos casos como la norteamericana, prime estas extravagancias sobre el sentido común y la lógica. Espero que los nietecitos (o nietazos que no sabemos si ya serán hombres o mujeres hechos y derechos) recurran la última voluntad de su chocha abuelita y dejen sin dineros a Trouble. Eso sí, si lo consiguen, alimenten a la perrita que la pobre no tiene la culpa.
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