Si algo está absolutamente
probado empíricamente en la historia de los cómics de superhéroes, en general,
y de los superhéroes Marvel en particular, es que cuanto más marginal y pobres son
las ventas de una publicación más
libertad creativa se les suele otorgar a los artistas con talento y, por tanto, más
posibilidades existen que estos creen obras llamadas a dar prestigio a la editorial y sobreviva en la memoria de los aficionados mucho
más allá que sus contemporáneas.
Un buen ejemplo de ello es “Arma X” publicada seriada
a lo largo de doce entregas originalmente en “Marvel Comics Presents” a principios
de los noventa, un titulo secundario, contenedor variopinto de aventuras en
solitario protagonizadas por personajes mutantes en la época de gloria de la
franquicia. En ese poco atractivo
contexto decidieron los editores Marvel del momento dar respuesta a algunos de
los misterios en torno al pasado de Lobezno, uno de los personajes
más carismáticos de la época y para ello contaron nada menos con el talento de Barry Windsor-Smith quién años antes había marcado una época en
“Conan, El Bárbaro” junto a Roy Thomas y en una primera etapa ya había tenido
sus más y sus menos con la editorial al abogar por la independencia autoral
frente a las injerencias editoriales. Para esta obra, Smith impuso sus
condiciones y asumió la autoría completa de la elaboración de la historia a
partir de unas nociones establecidas por Chris Claremont para coordinar la obra
con la continuidad del resto de las series mutantes. El resultado fue una obra
de arte inclasificable que para muchos se encuentra entre las mejores
protagonizadas por Lobezno.
Antes de incorporarse a La Patrulla X, Logan ahoga sus atormentados días
en vapores etílicos. En una de sus memorables borracheras, Logan es
secuestrado por una misteriosa organización dispuesta a usarle como cobaya
humana para su proyecto de arma definitiva, el arma X, para lo que sometiéndole
a una serie de dolorosas operaciones revisten sus huesos de adamántiun y le
dotan de sus mortales garras al tiempo que intentan anular su personalidad para
convertirlo en una obediente y perfecta máquina de matar.
Superando la limitada
previsión inicial de la editorial, Smith catapultó “Arma X” a una categoría de
cómic superior a la prevista construyendo ya no una tópica y convencional
historia de superhéroes al uso sino una
obra original y contracorriente en la que el protagonista – y supuesto héroe- se
convertía en la víctima de una historia de terror que bebía directamente en sus
trasfondo de obras clásicas como “Frankenstein” o más actuales como “Robocop”
en la que contraponía la humanidad indómita e individualista de Logan frente al
ansía de alienamiento de la anónima corporación tecnológica representada por El
Profesor y sus ayudantes. Lejos de seguir una estructura lineal, Smith concibió
la historia para que la realidad y la fantasía del protagonista se confundieran
al tiempo que la seriación en capítulos de ocho páginas le otorgaba una curiosa
irregularidad narrativa que ayudaba a disimular las carencias como guionista de
Smith al tiempo que potenciaba la sensación de confusión buscada por el autor
para reflejar la irrealidad de la situación,
Donde la obra sin duda
sobresale es en el apartado gráfico. BWS que había demostrado su dominio de la
anatomía humana y su gusto por el barroquismo y la fantasía cumple sobradamente
para desarrollar un opresivo y oscuro escenario tecnológico en el que
experimenta con las más complejas perspectivas y arriesgadas composiciones cuidando
al detalle la narración para perturbar al lector con las sofisticadas torturas
a las que los científicos someten a Logan al tempo que en lacónicos comentarios
incluidos en cartelas sus anodinas conversaciones asociando a cada uno de los
personajes un color para identificarlo.
En su momento, “Arma X” no
fue un éxito de ventas, quizás por estar más cerca a las premisas del "Metal Hurlant" de Los Humanoides Asociados que a las rigideces de los comic books Marvel al uso, y solo gracias al boca a boca y el reclamo de calidad
que suponía la firma de su autor empezó a reivindicarse por la crítica y los
aficionados, Marvel la reeditó en tomo
sin tener en cuenta las modificaciones que el inconformista Smith quería
incluir en la obra lo que supuso una nueva ruptura con la editorial. A pesar de
ello, “Arma X” es uno de los mejores tebeos de la década de los noventa que gustará tanto al aficionado conocedor del
género como a cualquiera que solo quiera disfrutar de un entretenimiento
sobresaliente, adulto y sofisticado.