Planeta me parece que con buen criterio acaba de recopilar en un único tomo la etapa de Warren Ellis en “Hellblazer”, la colección más longeva del sello Vertigo, en la que se narran las peripecias de John Constantine, el personaje creado por Alan Moore como secundario para La Cosa del Pantano y que gracias a su buena acogida entre el público pronto alcanzó serie propia. Constantine, por si alguien todavía no lo conoce, es una especie de buscavidas de lo esotérico, un tipo que enganchado a una raída gabardina, a un cigarro y a un carácter voluble en función del guionista de turno que va del cinismo y la ironía a la chabacanería más barriobajera - trasiega por los arrabales de la magia en un Londres bastante cercano al nuestro.
En este tomo que reúne los números 134 al 143 de la edición original norteamericana se recogen la etapa de Warren Ellis al frente de la colección, una etapa breve en comparación a la de otros autores que cubrieron etapas más largas de la colección como Jamie Delano, Brian Azzarello, Garth Ennis o Mike Carey, y que dejó abiertos todos los interrogantes del mundo sobre lo que podría haber dado de sí Ellis en la colección si no hubiera salido de la misma precipitadamente.
La participación de Ellis en “Hellblazer” se inicia con un un arco argumental de seis número que fue su toma de contacto con el personaje, titulado "Haunted", -“Atormentado” lo han traducido en el tomo aunque a Constantine es cualquier cosa menos un personaje atormentado-. En esta historia, Constantine pretende vengarse de otro nigromante que como consecuencia de un ritual mágico asesinó y torturó a una antigua novia (las aparición y desaparición de las ex de Constantine son una constante en la colección). Para dar con el asesino, el protagonista inicia una investigación por el Londres ocultista hasta dar con el personaje y acabar a las bravas con él tras una serie de peripecias. “Haunted” es un arco argumental en el que se nota a un Ellis titubeante que explora los límites del personaje con una versión a medio camino de las ofrecidas por sus predecesores Jamie Delano y Garth Ennis, sin decidirse claramente por ninguna de ellas. La historia entretiene pero se resuelve sin demasiados alardes y no hay nada en ella especialmente destacable ya que el estilo de John Higgins que es más colorista que dibujante no me parece adecuado a un personaje de estas características, aparte que se nota su falta de dominio de la narración en demasiadas ocasiones, haciendo incluso en ocasiones incomodo seguir la historia debido a la confusión entre personajes (Constantine y su enemigo parecen hermanos gemelos salvo porque el color del pelo).
Cuando Ellis tenía ya escrita la historia para el número 141, que se iba a titular “Shoot” que se centraba en los crímenes cometidos en un instituto por un loco, DC consideró poco acertado publicarla preocupada por la cercanía en el tiempo de la masacre de Columbine por lo que “invito” al autor a cambiar su historia, cosa que no sentó demasiado bien a un autor como Ellis, que se ha distinguido siempre por no admitir injerencias en su trabajo, lo que motivó su abandono de la serie a los pocos números. Estos números que pueden considerarse “de relleno” son quizás los más interesantes del tomo al estar dibujadas cada una de las historias por un dibujante distinto con lo que resulta curioso compara las distintas visiones que tienen del mismo personaje. De entre ellas, destacaría tres historias y tres visiones: “The Crib” (La Cuna), “Locked” (Encerrado) y “Telling Tales” (Cuentacuentos) en la que Tim Bradstreet, Frank Teran y Marcelo Frusin saben crear la atmósfera siniestra y opresiva que el personaje precisa (no en vano Bradstreet se había convertido desde el inicio de la etapa Ellis en el portadista oficial de la serie y Frusin se hizo con los lápices durante una larga etapa a partir del número 151). En las dos primeras historias, Ellis cuenta un par de historias de terror contemporáneo bastante bien llevadas y la última es una gamberrada que hace gracia. El resto de las historias me parecen encargos de mero relleno y las versiones del español Javier Pulido (con lo que me gustó en “Blanco Humano”, esta historia ha sido decepcionante) y de James Rosemberg que me han dejado completamente heladito.
En definitiva, sin ser lo mejor de “Hellblazer”, este tomo es una buena oportunidad para aquellos que no conocen la serie para hacerse una idea de los contenidos de la misma y decidir si les merece la pena seguirla o no. El tomo está bastante bien editado y aparte de incluir las portadas originales de los distintos números incorpora una interesante introducción a la etapa de Ellis en la serie firmada por José Torralba y unos apuntes biográficos de los autores.
En el futuro, conforme vaya rescatando de distintas cajas etapas de la serie, ya les iré contando más cosillas sobre la evolución del personaje y los autores que han pasado por la misma, que “Hellblazer” es una serie que da para mucho, aunque, para mí, esté sobrevalorada.
Otras obras de Warren Ellis en El lector impaciente:
-“Planetary”.
-"Planetary: Mundos Cruzados".
En este tomo que reúne los números 134 al 143 de la edición original norteamericana se recogen la etapa de Warren Ellis al frente de la colección, una etapa breve en comparación a la de otros autores que cubrieron etapas más largas de la colección como Jamie Delano, Brian Azzarello, Garth Ennis o Mike Carey, y que dejó abiertos todos los interrogantes del mundo sobre lo que podría haber dado de sí Ellis en la colección si no hubiera salido de la misma precipitadamente.
La participación de Ellis en “Hellblazer” se inicia con un un arco argumental de seis número que fue su toma de contacto con el personaje, titulado "Haunted", -“Atormentado” lo han traducido en el tomo aunque a Constantine es cualquier cosa menos un personaje atormentado-. En esta historia, Constantine pretende vengarse de otro nigromante que como consecuencia de un ritual mágico asesinó y torturó a una antigua novia (las aparición y desaparición de las ex de Constantine son una constante en la colección). Para dar con el asesino, el protagonista inicia una investigación por el Londres ocultista hasta dar con el personaje y acabar a las bravas con él tras una serie de peripecias. “Haunted” es un arco argumental en el que se nota a un Ellis titubeante que explora los límites del personaje con una versión a medio camino de las ofrecidas por sus predecesores Jamie Delano y Garth Ennis, sin decidirse claramente por ninguna de ellas. La historia entretiene pero se resuelve sin demasiados alardes y no hay nada en ella especialmente destacable ya que el estilo de John Higgins que es más colorista que dibujante no me parece adecuado a un personaje de estas características, aparte que se nota su falta de dominio de la narración en demasiadas ocasiones, haciendo incluso en ocasiones incomodo seguir la historia debido a la confusión entre personajes (Constantine y su enemigo parecen hermanos gemelos salvo porque el color del pelo).
Cuando Ellis tenía ya escrita la historia para el número 141, que se iba a titular “Shoot” que se centraba en los crímenes cometidos en un instituto por un loco, DC consideró poco acertado publicarla preocupada por la cercanía en el tiempo de la masacre de Columbine por lo que “invito” al autor a cambiar su historia, cosa que no sentó demasiado bien a un autor como Ellis, que se ha distinguido siempre por no admitir injerencias en su trabajo, lo que motivó su abandono de la serie a los pocos números. Estos números que pueden considerarse “de relleno” son quizás los más interesantes del tomo al estar dibujadas cada una de las historias por un dibujante distinto con lo que resulta curioso compara las distintas visiones que tienen del mismo personaje. De entre ellas, destacaría tres historias y tres visiones: “The Crib” (La Cuna), “Locked” (Encerrado) y “Telling Tales” (Cuentacuentos) en la que Tim Bradstreet, Frank Teran y Marcelo Frusin saben crear la atmósfera siniestra y opresiva que el personaje precisa (no en vano Bradstreet se había convertido desde el inicio de la etapa Ellis en el portadista oficial de la serie y Frusin se hizo con los lápices durante una larga etapa a partir del número 151). En las dos primeras historias, Ellis cuenta un par de historias de terror contemporáneo bastante bien llevadas y la última es una gamberrada que hace gracia. El resto de las historias me parecen encargos de mero relleno y las versiones del español Javier Pulido (con lo que me gustó en “Blanco Humano”, esta historia ha sido decepcionante) y de James Rosemberg que me han dejado completamente heladito.
En definitiva, sin ser lo mejor de “Hellblazer”, este tomo es una buena oportunidad para aquellos que no conocen la serie para hacerse una idea de los contenidos de la misma y decidir si les merece la pena seguirla o no. El tomo está bastante bien editado y aparte de incluir las portadas originales de los distintos números incorpora una interesante introducción a la etapa de Ellis en la serie firmada por José Torralba y unos apuntes biográficos de los autores.
En el futuro, conforme vaya rescatando de distintas cajas etapas de la serie, ya les iré contando más cosillas sobre la evolución del personaje y los autores que han pasado por la misma, que “Hellblazer” es una serie que da para mucho, aunque, para mí, esté sobrevalorada.
Otras obras de Warren Ellis en El lector impaciente:
-“Planetary”.
-"Planetary: Mundos Cruzados".