Teniendo en cuenta que
“Valerian”, la maravillosa serie de Christin y Meziéres es uno de mis cómics
favoritos, y lo difícil que es ver últimamente publicadas nuevas obras de ese
brillante historietista que es Manu Larcenet en España, estaba claro que más
pronto que tarde iba a picar con este álbum editado por Norma Editorial en el
que el genial artista francés ofrece su particular visión del universo de ciencia
ficción creado por Meziéres y Christin hace tantos años.
La vida de René Pereuillaud,
un pequeño obrero de los arrabales de París amigo de empinar el codo y recitar
malos poemas sobre el espacio sideral, cambia una noche en la que es objeto de
una sorprendente revelación por parte de unos extraterrestres: René no es más
ni menos que Valerian, agente espacio-temporal, atrapado amnésico en un cuerpo
que no es el suyo por el malvado Jakolass, un despiadado criminal alienígena
que cumple condena en un alejado e inhóspito planeta prisión. René/Valerian
viajará hasta allí para intentar recuperar su cuerpo y su vida de aventuras
aunque para ello deba enfrentarse a más de un peligro.
Más allá de acudir a la
burda formula de alargar el éxito comercial de una serie acabada con un nuevo
spin off clónico realizado por otros autores, “La armadura del Jakolass” es un
tebeo la mar de divertido gracias al indiscutible talento humorístico de un
Larcenet que satiriza sin piedad pero también con ternura y enorme respeto las
tramas y personajes ideadas por Christin y Mezieres. Para ello, Larcenet crea
un Valerian sui generis a su medida –un obrero borrachín- al que sumerge en una
trama que bien podría haber protagonizado el Valerian original y explora sus
delirantes consecuencias con un tono ágil y desenfadado.
“La armadura del Jakolass”
es un álbum muy divertido que consigue plenamente su doble función de hacer pasar un buen rato y servir de excelente homenaje a uno de los universos de
Ciencia Ficción más cautivadores de la Historia del Cómic por parte de un Larcenet
que, lejos de plegar su estilo a las fórmulas de la serie original, se mantiene
fiel a sí mismo para obtener un cómic
fresco y original logrando por tanto una obra con un sello propio que
agradará tanto a los completistas de “Valerian” como a sus propios seguidores.