Este mes nos ha dejado una buena noticia a los aficionados al cómic, el reencuentro, gracias a La Cúpula, con la obra de uno de los autores más comprometidos social y políticamente del cómic europeo del que llevábamos algún tiempo sin ver nuevo material publicado en España. Estoy hablando, ya lo habrán adivinado, de Baru, y de “Negro”, un libro recopilatorio que incluye tres historias cortas del autor francés, “Feliz 2016”, “Feliz 2047” y “Una balada irlandesa”.
En las dos primeras, Baru nos cuenta historias ambientadas en un negro futuro próximo en el que, como consecuencia de los disturbios raciales, la población de origen emigrante que los habita se ha visto segregada y vigilada con muros y soldados. Los protagonistas de estas dos historias son jóvenes sin esperanza que encuentran en el sexo su único desahogo por lo que la búsqueda de condones (bien escaso en los suburbios) se convierte en Nochevieja en toda una aventura por la que vale la pena arriesgar la vida. En “Una balada irlandesa”, Baru nos ofrece su particular revisión del “Romeo y Julieta” shakesperiano, ambientando la clásica historia de amor en medio del caótico Ulster irlandés plagado de pistoleros y piradas estrellas rock. No les cuento más.
La Cúpula ha recuperado tres historias, datadas a mediados de los noventa, en un libro realmente bien editado en el que se pone de manifiesto la capacidad del autor francés para anticiparse a los acontecimientos, recreando en dos de ellas un futuro directamente influido por disturbios xenófobos como tuvieron lugar en Francia pocos años después. Las historias de este libro son posteriores a la magnífica “Autopista hacia el Sol” y muestran similares inquietudes. Son historias de jóvenes que buscan en el sexo -o el amor- una salida al ambiente crispado en el que se desenvuelven sus vidas, sirviendo la historia como excusa para denunciar temas tan candentes como la xenofobia hacia la población emigrante que se vive en Francia o la intolerancia entre católicos y protestantes en Irlanda, sin olvidar incorporar notas de humor cotidiano que permite hacer más tolerable el día a día de los personajes. En las tres historias, encontramos a un autor a un excelente nivel narrativo que sabe sacar partido a toda la expresividad de su dibujo nervioso y sucio, directamente evolucionado de autores como José Múñoz o Jacques Tardi, mostrándose como un autor completo de gran nivel. Destaca, a mi gusto, la segunda historia, “Feliz 2047”, en la que a través de una elegante elipsis, Baru nos muestra la vida en los suburbios a través de las andanzas de distintos personajes durante la Nochevieja, sin que en ningún momento la narración se resienta ni pierda ritmo. Un ritmo, el de estas historias, directamente aprendido del manga japonés del que el autor ha sabido tomar lo que le ha interesado y adaptarlo a su particular manera de contar historias.
En definitiva, “Negro” es una excelente oportunidad para reencontrarse con un autor interesante, capaz de aunar como pocos el compromiso y la denuncia social con el entretenimiento. Si no han leído nada suyo, este tomo es una buena opción para iniciarse en su obra y si ya la conocen ya saben con que se van a encontrar. Ustedes mismos.
En las dos primeras, Baru nos cuenta historias ambientadas en un negro futuro próximo en el que, como consecuencia de los disturbios raciales, la población de origen emigrante que los habita se ha visto segregada y vigilada con muros y soldados. Los protagonistas de estas dos historias son jóvenes sin esperanza que encuentran en el sexo su único desahogo por lo que la búsqueda de condones (bien escaso en los suburbios) se convierte en Nochevieja en toda una aventura por la que vale la pena arriesgar la vida. En “Una balada irlandesa”, Baru nos ofrece su particular revisión del “Romeo y Julieta” shakesperiano, ambientando la clásica historia de amor en medio del caótico Ulster irlandés plagado de pistoleros y piradas estrellas rock. No les cuento más.
La Cúpula ha recuperado tres historias, datadas a mediados de los noventa, en un libro realmente bien editado en el que se pone de manifiesto la capacidad del autor francés para anticiparse a los acontecimientos, recreando en dos de ellas un futuro directamente influido por disturbios xenófobos como tuvieron lugar en Francia pocos años después. Las historias de este libro son posteriores a la magnífica “Autopista hacia el Sol” y muestran similares inquietudes. Son historias de jóvenes que buscan en el sexo -o el amor- una salida al ambiente crispado en el que se desenvuelven sus vidas, sirviendo la historia como excusa para denunciar temas tan candentes como la xenofobia hacia la población emigrante que se vive en Francia o la intolerancia entre católicos y protestantes en Irlanda, sin olvidar incorporar notas de humor cotidiano que permite hacer más tolerable el día a día de los personajes. En las tres historias, encontramos a un autor a un excelente nivel narrativo que sabe sacar partido a toda la expresividad de su dibujo nervioso y sucio, directamente evolucionado de autores como José Múñoz o Jacques Tardi, mostrándose como un autor completo de gran nivel. Destaca, a mi gusto, la segunda historia, “Feliz 2047”, en la que a través de una elegante elipsis, Baru nos muestra la vida en los suburbios a través de las andanzas de distintos personajes durante la Nochevieja, sin que en ningún momento la narración se resienta ni pierda ritmo. Un ritmo, el de estas historias, directamente aprendido del manga japonés del que el autor ha sabido tomar lo que le ha interesado y adaptarlo a su particular manera de contar historias.
En definitiva, “Negro” es una excelente oportunidad para reencontrarse con un autor interesante, capaz de aunar como pocos el compromiso y la denuncia social con el entretenimiento. Si no han leído nada suyo, este tomo es una buena opción para iniciarse en su obra y si ya la conocen ya saben con que se van a encontrar. Ustedes mismos.