Pues hoy vamos de celebración de aniversarios. En concreto y por más que le pese alguno ha llegado al medio siglo el cómic por antonomasia español del siglo XX, el más leído y el más recordado, no ya por las “rara avis” fanáticas que devoramos papel con dibujitos sino por los españolitos nacidos y criados en la segunda mitad del siglo pasado. Se trata, ya lo habrán imaginado, de “Mortadelo y Filemón”, las más famosas criaturas de ese stajonavista del cómic que es Francisco Ibáñez. Desde 1957 y a lo largo de diferentes etapas, estos dos trasuntos ridículos, surrealistas, chapuceros y entrañables de Sherlock Holmes y Watson han ido apareciendo en aventuras serializadas en diferentes revistas como “Pulgarcito” y “Mortadelo” o en álbumes en la añorada colección Olé o en las recopilaciones de “Super Humor”. Desde sus primeras apariciones los personajes han ido evolucionando a lo largo de los años para adaptarse tanto estéticamente como en contenidos a la realidad del momento. Sin embargo y, a pesar de esta prolífica carrera, para mí su mejor época fue durante las décadas de los sesenta y setenta donde el Ibáñez más imaginativo y surrealista, sin dejar de tomar referencias de los clásicos europeos, sobre todo a Franquin, supo dotar de su identidad definitiva a los personajes, abandonando su propia agencia de detectives para ingresar en la T.I.A, e incorporar a un plantel de secundarios que enseguida contaron con el respaldo de los lectores como el profesor Bacterio, el Super Vicente o la secretaría Ofelia. De esta época son mis álbumes favoritos “Chapeau El esmirriau”, “La máquina del Cambiazo” y “Argentina 78”.
Coincidiendo y aprovechando el aniversario Ediciones B ha sacado un libro conmemorativo en el que se comentan las diferentes etapas de la serie prologado por Alex de la Iglesia, aunque mi consejo es que la mejor celebración consiste en volver a leer vuestros álbumes clásicos. A propósito, ¿cuál es vuestro favorito?
Coincidiendo y aprovechando el aniversario Ediciones B ha sacado un libro conmemorativo en el que se comentan las diferentes etapas de la serie prologado por Alex de la Iglesia, aunque mi consejo es que la mejor celebración consiste en volver a leer vuestros álbumes clásicos. A propósito, ¿cuál es vuestro favorito?