miércoles, 31 de agosto de 2011

“Príncipe Valiente” y la falacia de la edición definitiva.




¡ Ya se habrá enterado todo el mundo que una nueva edición de “Príncipe Valiente” por cortesía de Planeta habemus!...Lo que invita de nuevo al examen exhaustivo entre los expertos fosterianos para determinar si nos acercamos o no a esa edición definitiva que la obra de Hal Foster precisa y nunca llega.

Dictámenes y veredictos fundamentados los podéis encontrar aquí y aquí. Yo no voy a entrar demasiado al trapo al respecto porque,– edición bastante mejor que la anterior casica de Planeta e inferior a la de Caldas a juzgar por el primer álbum- aunque reconozco las virtudes de la obra –maestra y clave en la Historia del Cómic, de verdad de la buena, por lo menos hasta el primer viaje a América- desde chiquito (en la más miserable de todas las ediciones, la del Pocket de Ases de Bruguera, lo que quizás me haga ser tan benévolo con las otras ediciones), no conozco todas las ediciones habidas y por haber.

Siempre me ha parecido curioso el nivel de debate y pasión que despierta el tema de las ediciones de “Príncipe Valiente”, obra que con cada nueva edición sigue levantando expectación por ver si la nueva edición mejora la anterior sin llegarse nunca a una opinión consensuada que pueda considerarla definitiva…Quizás porque la edición definitiva con la que sueñan muchos de los seguidores de Val me temo nunca la veremos publicada (y en caso de verla nunca la veremos distribuida en kioscos a un precio accesible a cualquier bolsillo) ya que en este caso definitivo y perfecto se confunden y todos sabemos que en esta vida no hay nada perfecto.

Hasta que aparezca la edición que me saque de mi error, yo prefiero que sigan apareciendo estas ediciones populares que lejos de la perfección respeten unos mínimos de calidad que no desvirtuen la obra original y resulten accesibles a jóvenes y nuevos aficionados que puedan enamorarse de la obra asegurando su vigencia unas cuantas generaciones más. ¿Quién sabe? Quizás así, llegue el día en que logremos el consenso y la edición que nos contente a todos.

Jacques y Robert, juntos pero no revueltos.

Gracias a Entrecómics por el recordatorio felicito con retraso a dos grandes del Cómic, Robert Crumb (68) y Jacques Tardi (65) por su cumpleaños el día de ayer.

Casi coincidentes en edad pero de lo más dispar en cuanto a estilo e intereses. Crumb y Tardi son sin duda dos referentes ineludibles para todos los autores posteriores.

FELICIDADES A AMBOS.







martes, 30 de agosto de 2011

“Ex Machina: Fin del Mandato”, de Brian K. Vaughan y Tony Harris.

Ha publicado Norma –acompañada del armazón para construir una cajita en la que guardar toda colección, un detalle- el décimo TPB que reúne los números 45 a 50 de esta colección que, plagada de altibajos, llega a su conclusión siendo la irregularidad de este prestigio extrapolable al conjunto de la serie.

Mientras el alcalde Mitchell prepara el final de su mandato como alcalde de Nueva York, debe hacer frente a una antigua conocida que ha adquirido unos poderes parecidos a los suyos. Para ello, Mitchell deberá volver a enfundarse las mallas y surcar los cielos como La Gran Máquina para hacer frente a la mayor amenaza a la que se ha enfrentado.

Sinopsis reducidísima ya que no quiero espoilearle a nadie la traca final. Baste decir que Vaughan hace encaje de bolillos para cerrar todas las tramas que mantenía abiertas, algunas incluso desde el inicio de la serie, y mostrar que, a pesar de las malas ventas que obligaron a su conclusión precipitada, tenía ideas suficientes como para haber continuado con la colección por lo menos una veintena de números más. Solo adelantar que, curiosamente, Vaughan no se muestra especialmente amable con ninguno de los personajes principales incluido el protagonista y aunque la exposición de todas esas ideas resulta bastante precipitada sí que logra que el final resulte mordaz, irónico y entretenido.

En el aspecto gráfico, Harris realiza una labor más que correcta, especialmente en los primeros números para luego no alcanzar en los siguientes un acabado tan perfeccionado como nos tiene acostumbrado, quizás presionado por acabar con el proyecto.

Fin del Mandato” no deja de certificar el quiero y no puedo que ha sido toda una serie que partía como uno de los proyectos más interesantes dentro del género superheroico en los últimos tiempos y que por distintos motivos (las ventas, los compromisos de Vaughan, etc.) no llegó a estar a la altura de todas las expectativas generadas. ¿Quién sabe? Quizás con los años se convierta en una serie de culto. Ya veremos.

lunes, 29 de agosto de 2011

“Steve Rogers: Supersoldado”, de Ed Brubaker y Dale Eaglesham.



Ed Brubaker sigue haciendo –cada vez peor- de las suyas con el personaje de Steve Rogers que ha convertido en objeto de cierta enfermiza obsesión persecutoria. Si desde aquí, aplaudí como uno más su muerte y como pocos critiqué su resurrección, el derrotero que ha tomado la evolución del personaje en la última miniserie de cuatro números publicada por Panini en la colección "100% Marvel" deja la impresión que Bru no tiene muy claro que hacer con el que antaño fuera el Capitán América hasta que decida devolverle el escudo y las mallas que le corresponden. Os cuento.

El que fuera el Capitán América, Steve Rogers, actualmente comandante Rogers y miembro de los vengadores secretos –desconfiad cada vez que veáis acompañada el sustantivo vengador de un adjetivo detrás – se entera que el nieto del científico que descubrió y le aplicó la formula del supersoldado anda investigando para sintetizar el invento y vendérselo al mejor postor. Eso no le gusta a Rogers pero lo que le sienta peor es que el hombre se haya casado con una antigua novia suya de la época de la IIGM que se conserva joven y lozana como casi todos los de aquella época con los que trata Steve. Para enterarse que ha pasado con su novia y evitar la propagación de supersoldados, Rogers interviene para reencontrarse con un antiguo y olvidado enemigo.

Flojita miniserie la que se ha marcado Brubaker para buscar acomodo a las aventuras superheroicas de Steve Rogers mientras ejerce de Capitán América Bucky Barnes en la serie principal. Y es que es peligroso este tipo de juegos que ha planteado Bru porque Rogers sin ejercer de capi (tiene un escudo holográfico, eso sí) es un personaje desdibujado y simplón o, al menos, Bru no le ha cogido todavía el aire –ya le vale- en una historia en la que en esta versión se encuentra a medio camino entre agente secreto, vigilante y superhéroe sin convencer en ninguna de esas opciones. La trama es bastante plana, trillada y poco desarrollada con un final abierto, eso sí, que indica que Bru va a estirar el tema en nuevas miniseries protagonizadas por Rogers en solitario, los vengadores secretos esos o la colección del Capitán América en algún momento, esperemos que con mayor inspiración y tino.

En el apartado gráfico, Dale Eaglesham se muestra como un dibujante bastante correcto pero algo frío y hierático sin llegar a transmitir demasiado con su dibujo en una historia que a pesar de su pobre argumento le permitía un mayor lucimiento, limitándose a cumplir con el encargo sin gran entusiasmo. Las espectaculares portadas de Pacheco cumplen su objetivo.

Se completa el tomo publicado por Panini con "Post Mortem", una historia autoconclusiva publicada en la serie "I am an avenger" (ni idea de qué es el invento este), realizada por Michael Lark y Greg Rucka ganadora de un premio Eisner. Una historia que me ha gustado bastante más y en la que en unas cuantas páginas se da una mayor profundidad e intención acerca de la riqueza del personaje y el partido que se le puede sacar que en toda la artificiosa miniserie anterior (Bru debería tomar buena nota de cuando a él se le ocurrían cosas como esa) . En fin, que cada cuál saque sus propias conclusiones pero, de momento, las aventuras de “Steve Rogers, Supersoldado” son bastante prescindibles.

sábado, 27 de agosto de 2011

Atentos al 2º Salón del Cómic Social.

Un amigo que nada tiene que ver con el mundillo del cómic me pasa el soplo de evento comiqueril que me parece la mar de interesante y que de momento parece no estar teniendo demasiada difusión en la blogosfera comiqueril.

Se trata del 2º Salón del Cómic Social que va a tener lugar del 6 al 9 de Octubre en Santa Coloma de Gramanet. Se presenta como un salón completamente gratuito cuya “idea vertebradora del Salón del cómic social es justamente la de hacer de este evento anual un espacio abierto que facilite el encuentro y el intercambio de ideas y de experiencias entre cuantos –autores y público- se sientan movidos por el deseo y la voluntad de cambiar los colores de este mundo”.

En este blog se informa de las actividades y se puede entrar en contacto con los organizadores para colaborar. Una iniciativa muy interesante a tener en cuenta.

viernes, 26 de agosto de 2011

“El vampiro de Benarés: Las Bestias de la Noche”, de Georges Bess.



Glénat ha publicado casi simultáneamente en Francia y España la primera entrega de la último proyecto en solitario de Georges Bess, “El vampiro de Benarés” titulada “Las Bestias de la Noche”, una historia de vampiros ambientada en la milenaria ciudad india. Como a mí la combinación vampiros-India-Bess me parece muy atractiva no he tardado mucho con hacerme con el tebeo. Os cuento.

Mircéa es un periodista inglés que acude a Benarés para reunirse con su antiguo profesor y padre de su novia quién le ha pedido su colaboración en la investigación sobre un asesino en serie, el vampiro de Benarés, que está realizando. Sin embargo, tras un misterioso atentando, la reunión no tiene lugar y su amigo desaparece misteriosamente sin que nadie parezca tener demasiado interés en encontrarle. Mircéa y sus amigos retomarán la investigación para ir descubriendo que tras la desaparición y el vampiro de Benarés se esconde un secreto mucho más oscuro, antiguo y siniestro. Bess plantea en este primer álbum de los tres anunciados una más que correcta historia de intriga en la que los vampiros de momento se mantienen en un segundo plano, centrándose en la presentación del escenario, la trama y los personajes principales y dosificando perfectamente el misterio. Como trama, la historia se antoja en este primer álbum a pesar de su corrección bastante tópica sin apartarse demasiado de los cánones del género vampírico por lo que cualquier aficionado al mismo se sentirá cómodo en el desarrollo de unas situaciones típicas que cuentan como principales alicientes su localización en la milenaria y misteriosa ciudad santa hindú de Benarés que no deja de ser un marco idóneo para una historia de terror y el acercamiento a la figura del vampiro dentro del rico folklore hindú a los que, de momento lejos del tratamiento romántico de la literatura europea, Bess muestra como demonios sanguinarios y bestiales.

En comparación con su otra gran obra en solitario “Pema LingBess se muestra como un narrador mucho más seguro evitando el abuso de los cuadros de texto y cartelas tan característicos en aquella serie, sustituidos por unos diálogos actuales y creíbles que complementan una labor gráfica tan correcta como siempre sacando buen partido de recursos gráficos tan elementales como las onomatopeyas o el color para lograr un ritmo de lectura bastante más ágil que en aquella serie y trasladar la tensión de la historia al lector. Bess, como suele ser característico en sus obras realiza un concienzudo y exhaustivo trabajo de documentación de los distintos lugares de Benarés, convertida la ciudad en la auténtica coprotagonista de la historia y logrando en buena medida gracias a su buen hacer transmitir al lector parte de la magia de esa pintoresca ciudad.
En definitiva, “Las Bestias de la Noche” es un más que entretenido álbum de presentación de una tópica historia de vampiros que fundamenta su originalidad de momento en la atractiva localización de la historia y la dosificación de la trama que deja al lector con las ganas de conocer las respuestas a las preguntas planteadas. Esperemos que en las próximas entregas estas no decepcionen.

En la edición francesa se incluía como extra una serie de veinte viñetas con ilustraciones de vampiros de Bess que en la española se ha escamoteado. Os la dejo para que la echéis un vistazo.

jueves, 25 de agosto de 2011

“Thorgal: La Batalla de Asgard”, de Rosinski y Sente.

Se ha hecho esperar un poco pero por fin Norma se ha animado a publicar la última entrega de “Thorgal” (trigésimo segunda de la serie y tercera desde que Van Hamme le dió el relevo a Sente) pero al fin está aquí. Y, aunque hace tiempo que ya no sea esa serie ilusionante que devoraba sigue siendo un tebeo digno que justifica álbum a álbum la fidelidad a la serie. Este nuevo álbum sigue la pauta.

Mientras Thorgal siguiendo a los secuestradores de Aniel llega a un alejado enclave norteño en el que encontrará nuevos aliados con los que proseguir una persecución que cada vez le lleva más al Este, Jolan continua sus peripecias al servicio del semidiós Manthor quién esta vez le encomienda una vez robado el escudo de Thor dirigirse a Asgard liderando un peculiar ejército para hacerse contra la voluntad de Odin con una de las manzanas doradas de Idún que aseguren la inmortalidad de su madre. Para cumplir su misión, Jolan se enfrentará a la perfidia de Loki y su ejército de gigantes y la ira de Thor y Odin perdiendo algo que nunca llegó a imaginarse.

Sigue Sente con las dos tramas que lleva desarrollando desde su llegada a la serie y, mientras la protagonizada por Thorgal no se aparta del tema más elemental de Van Hamme – Thorgal vagabundeando por el mundo buscando a su hijo, ¿os suena?- a la espera de noticias, la de Jolan avanza a buen ritmo, rebañando Sente la única fuente –la mitología nórdica y dando la espalda por completo a la Ciencia Ficción. Sniff... - que Van Hamme desarrolló menos, en un álbum en el que el hijo de Thorgal interactúa con todo el panteón de dioses nórdicos al que algunos, gracias a los cómics Marvel, le tenemos tanto cariño. Sente desarrolla en “La Batalla de Asgard” un tebeo bastante entretenido al que se le puede achacar que está plagado de acontecimientos trascendentes que despacha con toda ligereza, mostrando su oficio para mantener entretenido al lector sin profundizar demasiado en la personalidad ni el retrato de los personajes perdiendo de este modo buena parte del potencial que conlleva que un adolescente sea el protagonista de la mayor parte del tebeo e infantilizándolo peligrosamente.

En el aspecto gráfico, seguimos disfrutando del Rosinski pintor que a mí en “Thorgal” me gusta menos que el Rosinski dibujante ya que a pesar de la belleza de sus acuarelas su dibujo pierde fuerza y dinamismo en comparación con las tintas. Eso sí, de un modo u otro, Rosinski sigue mostrando su calidad, deleitándonos con espectaculares viñetas de paisajes e interiores en las que juega con los efectos lumínicos o las condiciones atmosféricas, al mismo tiempo que realiza una descripción bastante documentada a como habrían sido los dioses nórdicos y Asgard que la kirbiana.

En definitiva, Sente sigue realizando tebeos bastante correctos, que invitan a continuar la serie y nos reencuentran con los protagonistas a los que los que seguimos la serie de antiguo tenemos tanto cariño sin provocarnos urticaria. No es poca cosa para una serie europea tan longeva.

La edición más que correcta –soy un clásico y a mí la Colección Pandora me gusta- y el precio también. Esperemos que los de Norma se animen a publicar antes de fin de año el spin off de Kriss de Valnor que le tengo ganas.

miércoles, 24 de agosto de 2011

“La Ladrona del Cementerio”, de Yoann y Omond.

Reconozco que en un principio no le presté demasiada atención a “La Ladrona del Cementerio”. Y es que la decidida –obligada o no, que no lo sé- apuesta de Dibbuks por la jibarización de sus novedades de BD ha conllevado que le ponga una cruz a muchas de las obras de esta editorial sin entrar en más consideraciones. Sin embargo, la recomendación del amigo Frog2000 y ver el nombre de Yoann en la portada (desde que leí "Los Gigantes Petrificados” ando chocheando con este hombre) me hizo darle una oportunidad a esta curiosa obra.

En el tranquilo y burgués Navarin, casi nunca pasa nada, por lo que la aparición del audaz Hombre Misterioso, ladrón de guante blanco que trae en jaque a la policía, despierta la pasión de la ingenua Ariana, quién embutida en cuero negro y con más suerte que destreza empieza a imitar en secreto a su ídolo bajo la identidad de La Ladrona de Père-Fauteuile (el cementerio del título en castellano) mientras fantasea con encontrárselo en alguna azotea y confesarle su amor. Lo que no se imagina Ariana es que se va a convertir en una pieza más junto a su esquivo héroe de los planes de las distintas facciones políticas que subrepticiamente pretenden hacerse con el poder en el país.

Eric Omond, apabulla al descuidado lector que espera pasar el rato entretenido con este irónico homenaje al siglo diecinueve francés, imitando la estructura de las novelas por entregas en las que las contradicciones y giros rocambolescos eran tan frecuentes como la endeblez de sus argumentos y lo superficial de sus personajes al tiempo que parodia abiertamente su explosivo panorama político repleto de intrigantes de salón e incipientes movimientos obreros entre los que empezaba a emerger la prensa escrita.

Una vez que se le coge el punto a las reglas del juego que propone Omond se puede llegar a disfrutar de una historia endeble y superficial en su asumida y constante huida hacia delante al ritmo marcado por la irregularidad de sus capítulos –a los que sirve de introducción las cabeceras de distintos periódicos que representan las distintas ideologías políticas de Navarin- propiciando un enredo descomunal en el que el guionista mezcla sin ningún prejuicio todo tipo de influencias en un descarado “vale todo” que convierte la obra en una descomunal broma que a alguno le puede costar llegar a entender.

Omond para evitar el cabreo generalizado ante tanta tomadura de pelo se guarda un as en la manga aprovechando la complicidad gráfica de un Yoann en el que acaba recayendo la labor de intentar poner un poco de orden entre tanto caos. A ello no ayuda precisamente la exigente composición de tres grandes viñetas horizontales por página aunque sí permite dar rienda suelta a la imaginación de un dibujante de la calidad de Yoann que se recrea describiendo todo tipo de ambientes y personajes y confirmando que es la gran esperanza blanca de la Línea Clara más comercial gracias a un detallismo que entronca directamente con Franquin y toma lo mejor de otros autores belgas más actuales como el gamberrismo de Conrad (“Los Innombrables”) o el lirismo de LeGall (“Thedore Poussin”), sin desdeñar otras influencias o guiños (¿soy el único al que la ladrona de Père-Fauteuile le recuerda a la “Catwoman” de Darwyn Cooke?). Un dibujante de enormes posibilidades al que hay que seguir de cerca.

En definitiva, “La Ladrona del Cementerio” es un disparatado, irregular e inteligente pastiche que entra por los ojos gracias a la labor de Yoann, quién no ve su labor demasiada mermada a pesar de la jibarización gracias a la composición de página a la que me refería más arriba. En fin, roto el fuego, esperemos ver publicadas más cosas de este autor en España aunque, eso sí, a su tamaño original si es posible.

martes, 23 de agosto de 2011

“Hellblazer: Bloody Carnations”, de Peter Milligan, Simon Bisley y Giuseppe Camuncoli.

La actual etapa de Peter Milligan en la veterana “Hellblazer” llega a su punto culminante en el quinto recopilatorio publicado por Planeta, que recoge los números 271 a 275, de la serie norteamericana con el acontecimiento más significativo de los vividos en décadas por John Constantine: su matrimonio.

En su huida de los desquiciados dominios de Shade, Epiphany acaba en el Londres punk y mafioso de los setenta donde conoce al joven John Constantine. Mientras, en el presente, John intenta rescatarla para poder proponerle matrimonio al tiempo que esquiva las trampas que sus viejos enemigos infernales le han preparado para evitar que con su boda el atormentado mago maldito alcance por fin un poco de felicidad.

Resulta curioso que en la larga trayectoria de “Hellblazer” a ninguno de los múltiples guionistas que han pasado por la serie se le hubiese ocurrido casar todavía al bueno de John Constantine hasta la llegada de un tipo tan contracorriente y arriesgado como Milligan. Progresivamente, a lo largo de los arcos argumentales previos, Milligan ha ido colocando minuciosamente las piezas par que encajen en esta nueva entrega que culminan en la boda del mago con Epiphany, en una decisión que probablemente disguste a los aficionados más apegados a la imagen clásica del personaje pero que no se puede negar abre atractivas y novedosas posibilidades argumentales.

En el aspecto gráfico, sigue llamando poderosamente la atención la diferencia de estilo tan notoria entre Bisley y Camuncoli. Mientras el primero, Bisley, se divierte con las portadas y dibujando historias a su medida mostrando la juventud punk de Constantine, Camuncoli va logrando paulatinamente que nos vayamos acostumbrando a su estilo tana alejado de lo que estamos acostumbrados en la serie, firmando quizás en estos números sus mejores momentoas en la serie hasta ahora.En definitiva, a Milligan le encargaron renovar “Hellblazer” y a fe mía que lo está haciendo pese a quien pese. Habrá que estar atentos para ver qué nuevas sorpresas nos esperan en próximas entregas. Yo de momento me lo estoy pasando pipa.

lunes, 22 de agosto de 2011

Jean Tabary (1930-2011).

El fin de semana nos ha dejado una nueva mala noticia para los aficionados alcómic, con el fallecimiento el jueves, a los ochenta y un años, del dibujante Jean Tabary, cocreador junto a Goscinny de uno de los personajes más populares de la BD, “Iznogud”, aunque también realizase otras series ignoradas por los aficionados españoles que no las hemos podido disfrutar en castellano.


Destacando a lo largo de su larga carrera, “Totoche”, “Corinne et Jeanot”, “Valentin le Vagabond”, “Grabadu et Gabaliouchtou”o “Richard et Charlie”.

D.E.P.