Leído “Avenura en Amarillo”, la segunda entrega de “Los innombrables” que Dibukks acaba de sacar casi por sorpresa tras un par de abortados anuncios anteriores, la sensación que queda es agridulce ya que nos encontramos ante un cómic bastante correcto dentro del género de aventuras pero que llega a España demasiado tarde para entender el carácter rupturista que tuvo en su momento allá por los años ochenta (¡sólo llega con veintitantos años de retraso!).
En este álbum podemos ver en práctica dos grandes talentos del cómic europeo que renovaron el panorama de la BD aportando temáticas más adultas. Por un lado, el guionista Yann un guionista todoterreno capaz de realizar obras tan diferentes dejando muestras de su indudable calidad en obras tan distintas como el primer volumen de “Sambre” en colaboración con Yslaire del que ya hablamos aquí, o “El cometa de Cártago” para “Freddy Lombard” junto a Chaland del que también dijimos algo aquí. Por otro, Conrad, un dibujante excepcional que supo modernizar los principios de la escuela franco-belga desde un aparente clasicismo narrativo. Probablemente, lo más destacable del cómic que nos ocupa sea el interés del equipo artístico de siendo fieles al género de aventuras tratar desde un humor negro y ácido temáticas adultas. Todos estos elementos, que influyeron de manera notable en el cómic europeo a posteriori abriendo la puerta a nuevas temáticas y actitudes, aparecen en “Aventura en Amarillo” por primera vez de una manera clara.
Hasta aquí la historia del cómic, a partir de ahora el cómic en sí. En este álbum los tres amigos Innombrables que dan título a la saga prosiguen sus aventuras en un Hong Kong amenazado ante el avance de los chinos comunistas de Mao y repleto de intrigas y espías. Mac y sus cólegas, ajenos a estos líos mantienen un discreto y fructífero negocio de contrabando de perros y misioneras con el que pretenden financiar la compra de un burdel en el que trabaja la dulce Junco Florido. Sin embargo, en su camino se cruza Alix, la tigresa blanca, una espía comunista que pretende huir del nacionalista general Lichi y de Sybil, la hija de uno de los principales magnates europeos de Hong Kong, con la que Mac tiene un pequeño escarceo amoroso. La huida de Alix y la muerte de Junco por Lichi provocan que Mac y sus amigos empiecen a tomarse la situación como como algo personal. Hasta aquí a grades rasgos la historia. Un argumento inconcluso que supongo tendrá su continuación en el siguiente tomo de la serie pero que deja al lector completamente a medias. Yann va incorporando tramas y subargumentos en un complicado juego que exige bastante del lector y del dibujante para encontrase finalmente con la decepción de encontrarse con una historia a medias. Por otro lado buena parte de los gags que Yann imprime a la serie han perdido parte de su efecto cómico con el paso del tiempo o quizás sea yo el que no conecte con ellos. Más interesante me ha parecido que es la soterrada critica al colonialismo tras la segunda guerra mundial o incorporar el sexo explícito en las historias. Otra cosa es el dibujo de Conrad quién hace una tarea extraordinaria en un álbum vistoso y excelentemente dibujado que es una delicia de contemplar haciendo un uso excelente de elementos tales como la onomatopeya, el color y el trazo para jugar con ambientaciones y situaciones. Sin embargo, no me queda claro lo que es original y lo que es incorporado dada la costumbre de este autor por retocar los albumes con posterioridad lo que ha llevado a que se hayan publicado de este mismo álbum varias ediciones en Francia a lo largo del tiempo.
En definitiva, un álbum para los amantes de la aventura gamberra y desenfadada que dejará al lector a medias por lo que recomiendo esperar a la publicación del tercer tomo de la serie. Cuando lea el final, quizás pueda valorar mejor si la serie es tan buena como se presupone o el tiempo ha jugado en su contra. Ya les contaré en su momento.
En este álbum podemos ver en práctica dos grandes talentos del cómic europeo que renovaron el panorama de la BD aportando temáticas más adultas. Por un lado, el guionista Yann un guionista todoterreno capaz de realizar obras tan diferentes dejando muestras de su indudable calidad en obras tan distintas como el primer volumen de “Sambre” en colaboración con Yslaire del que ya hablamos aquí, o “El cometa de Cártago” para “Freddy Lombard” junto a Chaland del que también dijimos algo aquí. Por otro, Conrad, un dibujante excepcional que supo modernizar los principios de la escuela franco-belga desde un aparente clasicismo narrativo. Probablemente, lo más destacable del cómic que nos ocupa sea el interés del equipo artístico de siendo fieles al género de aventuras tratar desde un humor negro y ácido temáticas adultas. Todos estos elementos, que influyeron de manera notable en el cómic europeo a posteriori abriendo la puerta a nuevas temáticas y actitudes, aparecen en “Aventura en Amarillo” por primera vez de una manera clara.
Hasta aquí la historia del cómic, a partir de ahora el cómic en sí. En este álbum los tres amigos Innombrables que dan título a la saga prosiguen sus aventuras en un Hong Kong amenazado ante el avance de los chinos comunistas de Mao y repleto de intrigas y espías. Mac y sus cólegas, ajenos a estos líos mantienen un discreto y fructífero negocio de contrabando de perros y misioneras con el que pretenden financiar la compra de un burdel en el que trabaja la dulce Junco Florido. Sin embargo, en su camino se cruza Alix, la tigresa blanca, una espía comunista que pretende huir del nacionalista general Lichi y de Sybil, la hija de uno de los principales magnates europeos de Hong Kong, con la que Mac tiene un pequeño escarceo amoroso. La huida de Alix y la muerte de Junco por Lichi provocan que Mac y sus amigos empiecen a tomarse la situación como como algo personal. Hasta aquí a grades rasgos la historia. Un argumento inconcluso que supongo tendrá su continuación en el siguiente tomo de la serie pero que deja al lector completamente a medias. Yann va incorporando tramas y subargumentos en un complicado juego que exige bastante del lector y del dibujante para encontrase finalmente con la decepción de encontrarse con una historia a medias. Por otro lado buena parte de los gags que Yann imprime a la serie han perdido parte de su efecto cómico con el paso del tiempo o quizás sea yo el que no conecte con ellos. Más interesante me ha parecido que es la soterrada critica al colonialismo tras la segunda guerra mundial o incorporar el sexo explícito en las historias. Otra cosa es el dibujo de Conrad quién hace una tarea extraordinaria en un álbum vistoso y excelentemente dibujado que es una delicia de contemplar haciendo un uso excelente de elementos tales como la onomatopeya, el color y el trazo para jugar con ambientaciones y situaciones. Sin embargo, no me queda claro lo que es original y lo que es incorporado dada la costumbre de este autor por retocar los albumes con posterioridad lo que ha llevado a que se hayan publicado de este mismo álbum varias ediciones en Francia a lo largo del tiempo.
En definitiva, un álbum para los amantes de la aventura gamberra y desenfadada que dejará al lector a medias por lo que recomiendo esperar a la publicación del tercer tomo de la serie. Cuando lea el final, quizás pueda valorar mejor si la serie es tan buena como se presupone o el tiempo ha jugado en su contra. Ya les contaré en su momento.
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