miércoles, 9 de enero de 2013

“El Mago de OZ”, de Eric Shanower y Skotttie Young.




Entre los cómics que ha publicado Panini en su línea Clásicos Ilustrados Marvel destaca esta maravilla que fácilmente puede pasar desapercibida entre la marabunta de títulos de tipos en mallas con los que la Casa de las Ideas y su concesionaria europea nos inundan. Y, sin embargo, la multipremiada adaptación al cómic del maravilloso cuento de Frank Baum que realizaron Eric Shanower y Skottie Young (de la que ya han aparecido dos continuaciones, por cierto) es un cómic mayúsculo, un título ideal de esos subrayados para releer con los pequeños de la casa si queremos transmitirles el amor por las viñetas.

Reconozco que tengo debilidad por este cuento desde que mi abnegada madre me convirtió a la causa de las hazañas de Dorothy y sus amigos en el maravilloso mundo de Oz por medio de la fantástica adaptación cinematográfica de Victor Fleming que en mi tiempo infantiles aún era posible visionar en pantalla grande gracias a esa especie ya extinguida de salas de cine que eran los cines de reposición. Un conocimiento previo que me hacía acercarme con bastante precaución a esta nueva adaptación de una obra a la que tengo especial cariño. Y, sin embargo, el equipo creativo me ganó desde las primeras páginas gracias a su buen hacer.

En esta miniserie de ocho números recopilada en un único tomo, el guionista Eric Shanower – famoso como autor completo por su inacabada obra sobre “La Edad de Bronce”- vuelca todo su obsesivo perfeccionismo, sapiencia y sensibilidad en adaptar fielmente el cuento original de Baum manteniendo su tono infantil pero sin perder las múltiples interpretaciones que la obra permite y la hace irresistible a los lectores adultos con lo que mantiene intacta en la traslación la esencia de la obra original.

Sin embargo, el principal culpable de esta hermosa adaptación es el dibujante Skottie Young quién interpreta con primor el guión de Shanower y da muestras de una insospechada versatilidad para adaptarse del género superheroico a las peculiaridades de esta obra. Young consigue dar un tono diferenciador y único de los distintos personajes exagerando sus principales características sin que pierdan el eco evocador de otras versiones con un estilo naif, limpio y detallista que me recuerda a autores del talento de Régis Loisel o José Luis Munuera.

En definitiva, “El mago de Oz” es una adaptación pluscuamperfecta de la obra original ya que no solo adapta el relato original con fidelidad y mantiene la esencia sino que lo expande merced a la potencialidad de un medio como el cómic ideal para la cuidada adaptación de este tipo de obras. Imprescindible.