martes, 29 de mayo de 2007

“Jonathan Strange y el Señor Norrell” de Susanna Clarke



Hace un año rebuscando en unos grandes almacenes descubrí un libro que me llamó la atención desde el primer momento en que lo tuve entre mis manos. Su título, “Jonathan Strange y el Señor Norrell”, en principio, no me dijo nada pero la sinapsis me llamó la atención de tal modo que lo adquirí inmediatamente y devoré sus casi ochocientas páginas en poco tiempo. Es una decisión de la que no me arrepiento.
“Jonathan Strange y el Señor Norrell” es una novela en la que su autora, Susanna Clarke, realiza una medida mezcolanza de géneros, incorporando las dosis justas de fantasía a la estructura de una novela decimonónica en el mejor estilo de una Jane Austen o un Charles Dickens, logrando una obra que deja satisfechos por igual a los incondicionales de ambos géneros.
La historia que narra se sitúa en una Inglaterra paralela donde la magia existe, pero su práctica se encuentra en decadencia frente al Racionalismo y la Ilustración, existiendo únicamente dos magos auténticos: el taimado y avaricioso Norrell y el joven Jonathan Strange, auténtico modelo de las virtudes (y defectos) que debe atesorar todo “gentleman” británico. Ambos, maestro y discípulo, deciden poner su talento al servicio de un doble objetivo, la recuperación de la respetabilidad de la magia en Inglaterra y la victoria frente a las tropas francesas en el contexto de las Guerras Napoleónicas. Empeñados en estos propósitos, los magos corren múltiples aventuras que les llevan desde la curación de la locura de Jorge III hasta participar, bajo las ordenes de Wellington, en las más significativas batallas controlando el clima y desviando los caminos. Sin embargo, la rivalidad entre ambos magos va en aumento hasta llegar a su enfrentamiento y separación reencontrándose únicamente para salvar la vida de la esposa de Strange de un encantamiento que la mantiene presa en Tierra de Duendes.
En “Jonathan Strange y el Señor Norrell”, Susanna Clarke recrea perfectamente un universo paralelo donde la magia es posible con coherencia y habilidad a través de múltiples pies de página en los que la autora recrea una verdadera historia de la magia en Inglaterra, historia paralela que, en muchas ocasiones, resulta incluso más atractiva que la narración principal. La autora ambienta a la perfección la Inglaterra rural y burguesa que tan bien conocemos gracias a las novelas de Jane Austen, creando unos personajes que nos resultan plausibles y fascinantes al mismo tiempo. La novela arranca con fuerza desde el primer capitulo con la reunión de “amigos de la magia inglesa” y el desafío de Norrell, recordando al Dickens de “Papeles póstumos del Club Pickwick,” y mantiene el nivel durante el resto de una narración en la que viajamos a otros escenarios típicos de la novela gótica como España ó Venecia. La incorporación de los elementos mágicos resulta verosímil, incorporando unas explicaciones tan aparentemente documentadas y minuciosas que por momentos al lector no puede dejar de parecerle natural la existencia de la magia y lo dificultoso de su ejercicio. Las aventuras en Tierra de Duendes o los encuentros con el caballero con el pelo como vilano de cardo recuerdan al Neil Gaiman más inspirado de “Sandman”. Clarke realiza asimismo un uso de la ironía y el humor tan fino que hace de la lectura de su obra un auténtico placer, quitando trascendencia a la narración e invitando al lector a incorporarse al juego del que está disfrutando.
“Jonathan Strange y el señor Norrell” es la constatación que para escribir obras de fantasía de calidad sólo hace falta un autor con talento e imaginación suficiente para no caer en la reiteración de búsquedas mágicas, duendes y monstruos. Hace poco ha salido la edición de bolsillo en las librerías españolas así que no se extrañen ustedes del título y háganse con él. No se arrepentirán.

Aquí pueden leer una más que interesante entrevista a Sussana Clarke.