martes, 25 de septiembre de 2007

“Alvar Mayor” de Enrique Breccia y Carlos Trillo.




Hoy toca hablar de uno de las grandes obras maestras del cómic de aventuras dentro de la prolífica y excelente escuela argentina y una debilidad personal del que suscribe, un cómic que debido a la dispersa distribución que ha tenido en España y las lamentables ediciones a que ha sido sometido quizás no ha tenido el reconocimiento que merece. Se trata de “Alvar Mayor”, de Carlos Trillo (“El loco Chavez”) y Enrique Breccia (“Lovecraft”), una serie en la que se nos narran las aventuras de Alvar, uno de los primeros blancos nacidos en la América de los conquistadores que como caballero errante vagabundea entre la ficción y la realidad. A través de historias serializadas de unas díez páginas pensadas para su edición en revistas, Trillo y Breccia nos dejaron una visión de la América conquistada en la que convivían la ambición y crueldad de los conquistadores frente a la existencia entre la leyenda y la magia de las poblaciones indígenas. Alvar Mayor se erige en una especie de Ulises suramericano en la que como en La Odisea asiste a las locuras de los hombres entre el escepticismo y el asco en una búsqueda personal sin un objetivo concreto más allá que la huida de sus propios fantasmas interiores. En este recorrido aventurero, Alvar contará con diversos compañeros de correrías desde el noble indio Tihzio de sus primeras aventuras hasta el Cuervo y el vengativo Niño, compañeros que aparecen y desaparecen junto a bellas mujeres como Lucia o su amor de juventud, Juana. Alvar como buen caballero andante siempre se pondrá del lado del débil frente al poderoso en aventuras que le llevarán a descubrir antiguas ciudadelas de oro y fuentes de la eterna juventud, bienes materiales que el lacónico y duro Alvar desprecia frente al amor, los recuerdos y la amistad.
En “Alvar Mayor” Carlos Trillo escribió algunas de las mejores historias que han surgido de su portentosa pluma dando una visión de la América de los conquistadores entre la leyenda y la realidad en un tiempo en que el mito muchas veces tenía mayor verosimilitud que los hechos ciertos. Lejos de dejarse influenciar por la leyenda negra tan en boga en los años setenta en los que nació la serie, Trillo hace hincapié en los vicios de los hombres como fuente de sus males, sobre todo la ambición ciega y la envidia, utilizando al protagonista Alvar Mayor, inspirado en la figura del explorador y conquistador Alvar Núñez Cabeza de Vaca, en muchas ocasiones, como mero testigo de sus desatinos. Bebiendo asimismo de la literatura indigenista y del realismo mágico, Trillo da una visión onírica de las selvas vírgenes en las que la naturaleza se convierte en un elemento más de la narración. Gracias a esta edición antológica podemos apreciar la enorme coherencia de las historias ideadas por Trillo que, pensadas en un primer momento, para su publicación en revistas cuentan con la suficiente coherencia para hacer de las peripecias de Alvar un relato único sin contradicciones. Por otro lado, la excelencia de la obra no sería tal sin la contribución espectacular de un Enrique Breccia que haciendo gala de una maestría que muy pocos poseen supo transmitirle a las historias de Alvar ese componente onírico y misterioso que Trillo buscaba, consiguiendo con unos pocos trazos y manchas de tinta caracterizar y dotar de una expresividad sin parangón a sus personajes.
Respecto a la edición unos apuntes, por un lado felicitar a Norma Editorial por decidirse a recuperar esta joya del cómic argentino, que no europeo como señala en la colección en la que aparece englobada, en una cuidada antología que, esperemos, nos permita disfrutar del conjunto de la obra; pero, por otro, no puedo dejar de denunciar lo poco afortunado del formato elegido, un formato reducido en el que no se puede apreciar con todo detalle los magníficos dibujos de Breccia hijo con lo que se pierde parte de la esencia de la obra y una excelente oportunidad por parte de Norma de haber realizado una edición definitiva en condiciones. Tampoco parece de recibo la diferenta de páginas y de precio (el primer tomo tiene 222 páginas, el segundo 158 y la diferencia de precio es sólo de un euro entre uno y otro) entre los dos tomos editados hasta el momento.
Esperemos que para próximas ediciones se subsanen todos estos problemas (estoy pensando sobre todo en la de “El Eternauta” que han anunciado para este mes). De todos modos, y a pesar de los pesares, no dejen de disfrutar de uno de los tebeos del año.