jueves, 10 de enero de 2013

“DMZ: Las Cinco Naciones de Nueva York”, de Brian Wood y Riccardo Burchielli.



ECC Ediciones  ha publicado con este tomo la conclusión de “DMZ”, la opera magna de Brian Wood y Riccardo Burchielli, completando de este modo la edición casi completa iniciada por Planeta. Con “Las Cinco Naciones de Nueva York”, el tomo recopilatorio que reúne los números 66 a 72 de la edición original, se pone un brillante punto final a una de las series que en los últimos años más ha hecho por mantener el prestigio y la esencia del ya finiquitado sello Vertigo.

Matty Roth, el reportero de la Zona Desmilitarizada en que se convirtió Nueva York, ha logrado poner punto final a la II Guerra Civil Norteamericana. Sin embargo, no ha sido fácil y a partir de ahora nada será igual para el mundo que Roth conoció a lo largo de los seis años en que informó desde la Zona Desmilitarizada. Sin embargo, los sacrificios de Roth no han acabado, cuando ha de responder de delitos contra la humanidad ante un tribunal norteamericano.

Las Cinco Naciones de Nueva York” es el arco argumental con el que Wood pone el cierre definitivo a la serie tras haber ya explicado en entregas anteriores cómo se fraguó el fin de la guerra. Wood va mostrandoa través de los pasos de su protagonista en torno al nuevo panorama tras los acuerdos de paz en la Zona Desmilitarizada y el destino de los principales personajes supervivientes al tiempo que esconde, como última sorpresa final, el pírrico y amargo destino de su protagonista.

A pesar de ser una de las series más inteligentes y arriesgadas aparecidas en los últimos tiempos en el mainstream norteamericano y de largo el mejor trabajo de su guionista, esta inteligente y cercana distopía sociopolítica me da la sensación que no ha contado con todo el reconocimiento que por su calidad merecía. Wood, con mano sabia, ha sabido construir un Nueva York asediado y convulso  en el que ha descrito complejas situaciones políticas que no están del todo alejadas a las que podemos ver en cualquier telediario sin olvidar mantener el toque humano propio del reporterismo para reflejar cómo la vida cotidiana intentaba mantenerse en un entorno tan hostil.

 Para esta última entrega, un autor menos comprometido y más tramposo fácilmente podría haber optado por una salida más fácil y airosa para el antihéroe protagonista, sin embargo Wood ha sabido ser consecuente con sus planteamientos, no apostando una vez más por las salidas fáciles y ofreciendo una de las conclusiones más adultas, dramáticas y terribles que hemos podido leer últimamente en cualquier cómic.

Mención aparte merece el trabajo del padre gráfico de la serie, el italiano Riccardo Buchielli quién con su trazo grueso y estilo feista ha sabido imprimir un realismo conciso y sobrio a la compleja ficción orquestada por Brian Wood. Creo que de la larga lista de dibujantes que han colaborado con el guionista pocos  han entendido a Wood como Burchielli y eso ha repercutido favorablemente en la calidad final de esta obra.

En fin, “DMZ” es un tebeo estupendo que nos permite reflexionar sobre nuestro presente y futuro, y este volumen el final lógico y coherente a las premisas sostenidas por los autores a lo largo de una serie llamada a revalorizarse con los años.